Análisis de Mario and Donkey Kong: Minis on the Move eShop (Nintendo 3DS)
Hoy en día las tiendas digitales de las consolas no son algo secundaria, ofreciéndonos un catálogo que a menudo incluye joyitas. Esto es quizás más pronunciado en las consolas portátiles, donde el tipo de juegos que suelen darse, más sencillos y para partidas cortas, hacen de las tiendas digitales el lugar idóneo para presentar juegos estupendos que quizás se quedarían algo cortos si se vendiesen físicamente, ya fuese por su duración, su aspecto gráfico o incluso su temática. A este último grupo pertenecen los puzles, que parece que en los últimos años y salvo excepciones se han visto relegados a la distribución digital. En la eShop de 3DS tenemos buenos ejemplos de grandísimos juegos y ahora se suma uno que nos tendrá bastantes horas enganchados a la consola.
Crea camino para tu mini
Mario and Donkey Kong: Minis on the Move está protagonizado por los minis, reproducciones de juguete de algunos personajes del universo Mario, como Mario, Donkey o Toad y que ya aparecieron en la serie Mario vs Donkey. Aparte de la temática de los minis y el hecho de que aparezcan Donkey y Pauline (la chica a la que rescatábamos en el primer Donkey Kong), no se encuentran más similitudes, ya que las mecánicas de juego son totalmente diferentes. A la hora de jugar nos encontramos con un buen número de niveles, más de 170, que nos llevarán entre 20 segundos y unos pocos minutos los más complejos, agrupados en cuatro modalidades que comparten la base de juego pero que aportan interesantes novedades.
La base del juego consiste en hacer llegar a nuestro mini (vamos desbloqueándolos según completamos niveles y podemos cambiarlos en cualquier momento, aunque sólo tiene efecto a nivel visual) desde la tubería por la que sale hasta la estrella que marca la meta recogiendo idealmente las tres estrellas de cada nivel. En cada pantalla podremos llegar a la salida sin coger las monedas y se nos dará por válido el nivel, pero si queremos conseguir una estrella (que se usarán para ir desbloqueando cosas en el juego) tendremos que recoger las tres, siendo esto lo que realmente complicará los juegos.
Aunque la idea de llevar al mini del punto A al punto B se antoja fácil, la gracia es que los caminos estarán incompletos y deberemos ir construyendo el camino añadiendo bloques mientras el mini no para de andar. Estos bloques, en el modo Mario en marcha, el único accesible desde un principio y hasta que se desbloqueen el resto, nos irá dando una pieza cada pocos segundos. Estas piezas se irán acumulando en una tubería, por lo que tendremos que estar pendientes de que no se llene o de lo contrario se acabará la partida. Arrastrando cada una de las piezas a su lugar correspondiente haremos que nuestro mini pueda avanzar, aunque a veces tendremos que anticiparnos o dar más vueltas de la cuenta pues no siempre obtendremos las piezas que necesitamos. Por supuesto, tendremos que ser lo suficientemente rápidos para anticiparnos al movimiento del mini, pues si llega a una un hueco, se caerá y perderemos.
Mecánicas variadas y divertidas
Según abrimos nuevos niveles vemos como se nos van presentando mecánicas nuevas que tienen el objetivo de complicar las cosas, como la posibilidad de destruir una pieza colocada para poner una nueva, una papelera que nos dará una pieza especial si desechamos el número de piezas que nos marca, o ciertos elementos en el nivel que exigirán que antes hayamos pasado por una posición anterior, como una cerradura que exige haber recogido la llave que hay en el escenario para poder pasar. Todas estas mecánicas van presentándose poco a poco, cada una con una pequeña ayuda la primera vez, aunque lo malo es que algunas aparecen en un par de niveles y luego dejan de usarse durante bastantes pantallas, por lo que es posible que cuando tengamos que usarlas más adelante no nos acordemos (algunas de estas mecánicas son muy concretas y no del todo intuitivas).
Si el problema de que las piezas van cayendo y tenemos que quitárnoslas de encima antes de llenar la tubería no fuese suficiente, cada nivel del modo Mario en marcha tendrá un límite de tiempo y además nos exigirá que pongamos la primera pieza del nivel (la que permitirá que el mini comience a andar y, por tanto, que tengamos que correr para poner camino por delante suyo) antes de cierto tiempo, pues sino empezará una cuenta atrás.
Más relajado es el segundo modo, Palacio de las Piezas, en el que de antemano se nos darán las piezas que tenemos que usar y no habrá tiempo límite (aunque sí medirá el tiempo que tardamos en dar con la solución). En este caso no tenemos la presión del tiempo pero si tenemos que ser capaces de dar con el camino con las piezas que se nos da, lo que no siempre es fácil. Por supuesto, según abramos nuevos niveles iremos encontrándonos con elementos que irán complicando las cosas, como piezas que giran o cambios de dirección.
Si los dos modos anteriores eran muy parecidos (cambia solamente el cómo nos dan las piezas y la presión del tiempo), el tercer modo, Revuelta de minis, sí cambia bastante las cosas. En este modo tendremos dos minis a los que conducir a la meta, cada uno de los cuales, normalmente, empieza en una zona distinta de la pantalla. En un principio la herramienta que tendremos serán las piezas que giran para abrir unos caminos u otros para cada uno de los minis, pero según avancemos se descubrirán nuevas e interesantes mecánicas que nos pondrán las cosas más interesantes.
El último modo de juego es Enredo Selvático y es sin duda el más complicado de todos. En este modo, formado por tres pantallas, nos encontramos con un nivel mucho más grande que en el resto, de hecho tendremos que movernos para poder ver toda su extensión, lo que hace que sea mucho más complicado ver por donde tenemos que ir. El objetivo de este modo es conseguir estrellas que hay diseminadas por todo el escenario y relojes de tiempo, pues inicialmente este es bastante limitado. Sin duda un auténtico reto sólo para los más expertos del juego.
Crea y comparte
Como comentábamos al principio del análisis el juego trae más de 170 niveles, pero si estos nos saben a poco, no hay problema, ya que el juego incluye un editor de niveles que nos permitirá de manera sencilla crear nuestros propios retos. Afortunadamente estos niveles no se quedarán en nuestra consola, sino que podremos compartirlos con otros usuarios pulsando un botón, algo que hará que sea accesible para cualquier otro jugador. Si queremos buscar niveles hechos por otros jugadores el proceso será realmente sencillo, pudiendo buscar por los mejores de la semana, los más populares, los de nuestros amigos o aleatoriamente. Cada nivel que veamos tendrá una puntuación, el nombre del nivel y del autor y la vista previa para que nos hagamos una idea de cómo es. Sin duda un añadido que puede hacer que la duración del juego sea infinita.
Aparte del modo principal tenemos un modo de minijuegos en el que nos encontramos con cuatro, cada uno de ellos con varias pantallas. Estos minijuegos son Lanzamiento de Minis, en el que debemos lanzar minis con un tirachinas para chocar contra varios enemigos en busca de puntos, Pesca de Helicoguys, en el que primero lanzamos un gancho con un tirachinas para pescar y luego giramos una manivela para recogerlo, Rompecubos, en el que tirando minis con el tirachinas debemos ir rompiendo figuras formadas por cubos en el menor tiempo posible y Plataforma de elevación, en que nuestro mini está sobre una plataforma que podemos subir y bajar con una manivela para coger monedas y esquivar enemigos. Los minijuegos son divertidos y para descansar un rato están bien, aunque no creemos que vayamos a dedicarles demasiado tiempo, ya que no nos han parecido especialmente inspirados.
En el apartado técnico nos encontramos con un juego que cumple, con una estética cuidada. Durante las partidas, en la pantalla de arriba veremos a nuestros minis moviéndose por el escenario en 3D, pudiendo girar el nivel en cualquier momento, mientras que en la pantalla inferior veremos una representación 2D del nivel. Lamentablemente nuestra atención estará fija en todo momento en la pantalla inferior, que es donde trabajaremos, por lo que tampoco disfrutaremos mucho de los gráficos, aunque como decimos, estos están bastante cuidados. Lo que si nos ha parecido mejorable es la música, que después de un rato llega a cansar.
Horas de diversión y de reto
Mario and Donkey Kong: Minis on the Move es un buen juego que nos tendrá enganchados horas y horas a la consola. Con una base aparentemente sencilla, el juego irá presentando poco a poco nuevos elementos que nos podrán las cosas realmente complicadas y hará que tengamos que pensar bien nuestro próximo movimiento. Los distintos modos de juego, más allá de ser una simple excusa para variar el desarrollo, presentan más diferencias de las que parecen en un primer momento y proporcionan experiencias bastante diferentes, algo que le sienta muy bien al juego. Otro detalle importante es que además de los más de 170 niveles que trae el juego (una cifra nada desdeñable) es el editor de niveles y la posibilidad de compartirlos con otros usuarios, lo que hará que tengamos juego para rato. Como pegas, quizás el hecho de que su flujo de juego podría mejorarse, ya que si terminamos un nivel y queremos continuar el juego nos obliga a salir al menú de selección de nivel y elegir uno nuevo en lugar de poder ir directamente al siguiente nivel y su precio, algo más elevando que otros juegos similares (y de gran calidad) que podemos encontrar en la eShop. De cualquier modo, las virtudes de este Mario and Donkey sobrepasan ampliamente sus pegas y creemos que es un juego muy recomendable.