Análisis de Kirby: Triple Deluxe (Nintendo 3DS)
Han pasado ya dos años y medio desde que Kirby nos ofreciese su último juego de plataformas totalmente nuevo, Kirby’s Adventure, que se lanzó a finales de 2011 para Wii. Ahora, es Nintendo 3DS la encargada de recibir la última entrega de la saga, Kirby: Triple Deluxe, que recupera toda la esencia de la ya mítica bola rosa para ofrecer un juego que, sin revolucionar en ningún aspecto, nos ofrece todo lo que podemos pedirle.
Volviendo a las andadas
Por si alguien no ha jugado nunca a ningún Kirby, no os preocupéis, que os hacemos un breve resumen. Kirby: Triple Deluxe es un juego de plataformas, de desarrollo lateral, que combina escenarios coloridos con mucha acción y muchas plataformas, junto a la posibilidad de copiar las habilidades rivales, pero sin demasiada dificultad en general. Todo ello, además, aderezado con algunos extras, entre los que encontramos uno especialmente jugoso que comentaremos más adelante.
En este título se introducen algunas adiciones a la jugabilidad, siendo la más importante la "hipernova", una habilidad de "macrosucción", que nos permite absorber todo lo que tenemos ante nosotros. Esta habilidad, además, tiene un pequeño componente para los puzles, por lo que no será tan anecdótica como podáis pensar, aunque tampoco una revolución. Aparte, se aprovecha el sensor de movimiento de la consola y se introducen muchos elementos que dan uso al 3D estereoscópico de la pantalla, aunque profundizaremos en esto más adelante.
Contenidos
Ya indicábamos anteriormente, y todo buen aficionado a la saga lo sabrá, que los títulos que protagoniza Kirby son generalmente sencillos. Aun así, consiguen ser muy divertidos, gracias a su variedad en lo visual, la posibilidad de alternar entre poderes, la búsqueda de coleccionables, y también en gran parte, ese pellizquito de nostalgia que hace que a los jugadores más experimentados no nos importe demasiado su falta de dificultad. Esto lo hace, además, muy recomendado para un público más joven, que no tendrá problema en completar el juego, aunque no sea al cien por cien.
El juego no es excesivamente largo –pensamos que de media puede durar unas siete u ocho, en función de nuestro ritmo de juego, habilidad, etcétera–, pero su duración se puede extender mucho, mucho más, gracias a los coleccionables y los modos extra. Por una parte tenemos los llaveros, que nos permite formar una colección con sprites de otros juegos de la saga, y estrellas con las que desbloquear niveles extras.
Aparte, están los modos extra que mencionábamos, que pueden ofrecer bastantes horas de diversión. Por una parte tenemos un minijuego musical protagonizado por Dedede, que básicamente nos invita a pulsar botones a un ritmo determinado, pero que tiene su aquél. El otro desbloqueado por defecto nos parece una razón de peso para comprar el juego. Se trata de un "mini Smash Bros." protagonizado sólo por Kirbys.
En este modo podemos elegir entere diez habilidades diferentes (que no se pueden intercambiar en la batalla), con todos sus ataques disponibles, y luchar en diferentes escenarios y con diferentes niveles de dificultad contra la inteligencia artificial o –agarraos que viene lo bueno– con cuatro jugadores simultáneos y un solo cartucho. Auténtico vicio, y una pequeña prueba de lo que el nuevo Super Smash Bros. puede dar de sí. Aparte, hay dos modos secretos que preferimos no desvelar –para algo son secretos–, pero que adelantamos que ofrecen algo clásico y algo nuevo, respectivamente.
Aspectos audiovisuales
Kirby: Triple Deluxe tiene un aspecto gráfico que recuerda bastante al de Kirby’s Adventure de Wii, lo cual ya es para estar contentos. Como comentábamos, el mayor impacto llega de la mano de los efectos en tres dimensiones. ¿Recordáis juegos como Super Mario 3D Land, en los que podíamos ver cómo jugar en 3D tenía sentido? Pues este título justifica el uso de las tres dimensiones tanto o más.
Además, este efecto está muy bien implementado, no nos ha molestado en absoluto, y en situaciones en las que tenemos que mover la consola para usar el sensor de movimiento se desactiva automáticamente para evitar interferencias o mareos. De verdad, un juego pensado para aprovechar las 3D, y que sin ellas pierde mucho, especialmente en las batallas contra los jefes finales, si bien es cierto que hay multitud de detalles que lo aprovechan a lo largo y ancho de toda la experiencia.
Por lo demás, el juego se mueve a unas impecables 60 imágenes por segundo, tanto en 2D como en 3D, y con unas animaciones envidiables. Tanto los ataques clásicos como los cinco nuevos que aparecen en esta entrega están recreados de una manera brillante, con pequeños detalles que nos sorprenden e incluso consiguen sacarnos una sonrisa. Por último, y no menos importante, indicar que los niveles están bastante bien diseñados dentro de su sencillez, y que no se hacen repetitivo en ningún momento.
En el aspecto sonoro, los efectos se mantienen en su línea, y las melodías recuperan composiciones clásicas y las actualizan, además de incluir algunas nuevas, muy, muy acertadas. Hay veces que nos gustaría que fuesen más variadas, pero en general es un apartado que cumple a un gran nivel, y que nos dejará silbando cancioncillas en más de una ocasión.
Kirby regresa con una aventura imprescindible para sus fans
Kirby: Triple Deluxe es un juego que los aficionados de la bola rosa no se pueden perder. Tan simple como eso. No es quizás su mejor juego, pero sin duda un título muy a la altura, que sabe ser divertido de principio a fin, y que además se complementa con modos extra que guardan una auténtica joya, como es el "mini Smash Bros., que si tenemos amigos para jugar ad-hoc se convierte en una auténtica fiesta.
Si Kirby no es santo de vuestra devoción, pero buscáis un juego de plataformas sencillo para Nintendo 3DS, sigue siendo una opción genial. También se convierte en uno de los referentes del uso del 3D estereoscópico, ya que su diseño en este aspecto nos anima a jugar con el efecto activado. En definitiva, Kirby: Tripe Deluxe es un título con todas las letras de la saga, que mantiene su esencia y que consigue lo más importante: divertir.