Análisis de Jett Rocket II - The Wrath of Taikai eShop (Nintendo 3DS)
Al hablar de Jett Rocket II: The Wrath of Taikai, no podemos obviar el pedigrí de los responsables de esta obra. Y es que, antes de que hubiera sistemas de descarga digital (más allá del PC, que realmente lleva como sistema de descarga digital décadas), el fenómeno de empresas pequeñas haciendo juegos pequeños que tal vez no sigan los patrones de mercado pero que son lo que ellos quieren jugar (vamos, los indies actuales) ya existía.
Equipos como los españoles Enjoy Up o Abylight, los italianos NapsTeam (responsables de Gekido), o los alemanes Shin’ en Multimedia pertenecen al mismo tipo de empresas desarrolladoras: apasionados de los videojuegos de consola de los 90, con pocos trabajadores, y que se desenvuelven mejor en plataformas a las que pueden estrujar para sacar un rendimiento gráfico o técnico similar al que equipos más grandes consiguen...
con unos costes mucho mayores.
Así, de Shin’ en Multimedia nos acordamos de Iridon, un juego estilo Galaxy Force muy espectacular para Game Boy Advance que tuvo secuela, a la que continuaron los dos Nanostray, matamarcianos espectaculares para Nintendo DS, y siguiendo con su idilio nintendero realizaron el interesante Fast Racing League para WiiWare, las secuelas de Nanostray llamadas Nano Assault para Wii U y Nintendo 3DS, y la primera parte del juego que nos ocupa, Jett Rocket, para WiiWare.
De esta primera entrega hay 2 puntos a destacar. Lo primero, que es un juego notable, capaz de mirar a la cara y sin demasiados complejos a plataformas mucho más caros realizados para esta u otras plataformas. Lo segundo, que ocupaba menos de 40 megas, lo que, viendo el juego que es, parece una salvajada.
A la hora de continuar la saga en Nintendo 3DS, Shin'en ha vuelto a hacer lo que mejor se le da: fijarse en los clásicos japoneses. En este caso, han decidido mirar de reojo a Super Mario 3D Land, y en un movimiento estilo "si ellos pueden, por qué nosotros no", se han echado la manta a la cabeza y han intentado que su personaje se mueva en una aventura que, de alguna manera, se parece al sobresaliente juego de Nintendo.
Pero hay varias cosas que tenemos que tener en consideración. Si bien la historia del juego del fontanero es absolutamente innecesaria, su mundo es variado y está bien construido. En cambio, el juego alemán carece de historia... y su mundo es un poquito rollo. Un escenario futurista donde el gris es color predominante, pero que en el que ni enemigos, ni protagonista, ni antagonistas tienen demasiada gracia.
Y mientras en el otro siempre, o casi siempre, se juega con lo mismo (o sobre la misma base), en este hay muchos minijuegos que intentan romper una presupuesta monotonía. Así, al inicio empezamos con fases de plataformeo con lógica 2D muy sencillas, que se intercalan con otras con ese estilo 3D de Super Mario 3D Land. Pero conforme avancemos nos encontraremos fases de carreras de motos, otras con estilo matamarcianos, fases de caída libre, bonus en forma de ruletas, minijuegos estilo juegos de móvil donde tenemos que hacer llegar a un objeto lo más lejos posible, o fases extra escondidas entre fases.
Mientras tanto, Jett Rocket puede realizar las siguientes acciones en pantalla: saltar, atacar hecho una bola (como Sonic, pero unos centímetros sobre el suelo) o usar ítems. Esto puede ser un jetpack, unas plataformas que se sitúan debajo de los pies de nuestro protagonista o un equipo de buceo. Los ítems sirven o para conseguir avanzar en la historia, o sobre todo, para encontrar secretos que hacen más sencillo continuar con la partida.
Como os podéis imaginar, el apartado técnico del juego es de lujo. Todo se mueve a 60 cuadros por segundo constantes, con unos personajes bien animados, con un volumen de juego grande, algo que se nota especialmente cuando activamos el modo 3D. El control, por sí mismo, es decente, aunque a veces cuesta apuntar correctamente a la hora de acertar con un salto o un golpe en tres dimensiones. Nada especialmente grave, y menos cuando ponemos el efecto 3D en funcionamiento.
Pero a la hora de hablar del diseño de juego pincha en un par de detalles. El primero es su falta de inspiración en muchas ocasiones. Shin'en debe ser un estudio de buenos programadores, decentes artistas, pero no debe tener muchos diseñadores de juego en sus filas. Como estudio pequeño, seguro que priorizan unas cosas por encima de otras, y no deben tener personal para que se encargue de hacer niveles divertidos más allá de lo obvio. Con todo, hay secretos en las fases, y no están mal del todo. Sencillamente, no llega al punto de excelencia que si tiene el apartado técnico.
Y esto, se nota, especialmente, en el segundo defecto. Cuando nuestro protagonista sufre un golpe, el retroceso es tan salvaje (como 5 veces su tamaño) que puede destrozarte una partida notable. Un golpe puede hacer que se pierda toda la vida, un buen rato de plataformeo, o algún objeto que estamos a punto de encontrar. Es, posiblemente, el mayor fallo que tiene este título desde el punto de vista jugable, y lo que más denota que o no han hecho un focus test, o que no hay una persona responsable de este tipo de fallos en el juego.
Pero a pesar de los defectos, Jett Rocket es un buen título. Un juego diferente en su intento de imitar a los maestros, con sus propias elecciones a la hora de cómo afrontar los diferentes retos a los que se enfrenta un juego de plataformas para portátil en 3D. Además (ligero spoiler) al acabarlo nos encontramos con varias sorpresas, entre ellas un "nuevo modo", y… la promesa de lanzar Jett Rocket 3. Teniendo en cuenta que no es la primera vez que continúan una de sus series, podemos estar seguros que, salvo sorpresa muy gorda, cumplirán con su amenaza. Lo que no sabemos es si será en Nintendo 3DS, en Wii U, o en otra plataforma, pero seguramente veamos ese Jett Rocket 3. Y seguramente, será un juego bueno. Esperemos, eso sí, que sea más redondo que en esta ocasión.