Análisis de 3D Fantasy Zone eShop (Nintendo 3DS)
Cuando hablamos de mascotas de videojuegos, siempre nos viene a la cabeza Super Mario Bros. En el tiempo en que comenzó a ser el rey en ese segmento, la competencia, en forma de SEGA, intentó hacer lo posible para contrarrestar su influencia. No lo encontró realmente hasta la creación de Sonic, pero hasta entonces no pararon de intentarlo. El primer intento real fue Alex Kidd, pero de alguna manera, sus equipos de desarrollo habían creado una mascota anteriormente, aunque fuera más reconocida de manera interna, que por parte del gran público.
Esa mascota es Opa Opa, protagonista del juego que hoy analizamos, su saga homóloga, y que no sólo ha aparecido en multitud de títulos de la empresa de Haneda (el último Project X Zone), sino que llegó a tener un papel destacado (como mascota) en la serie de animación Zillion (y recientemente una aparición constante en la serie SeHa Girls).
A diferencia de Alex Kidd, Opa Opa no se parece nada a Mario Bros, ni su género madre es el mismo. Nacido como una especie de versión agradable y bonita de Defender, a Fantasy Zone se le considera el padre del género cute’m up junto con la saga Twin Bee de Konami.
Esto es, juegos de matamarcianos, que en lugar de abogar por una trama seria y militarizada, juegan con personajes naif, enemigos que da más pena matarlos que dejarlos vivir, y muchos otros detalles graciosos.
Durante ocho fases el bueno de Opa Opa se enfrenta al malvado ejército Menon, que tiene atemorizada a toda la "zona fantástica" (que por cierto, es la misma donde tiene lugar la acción de otro clásico como Space Harrier). A diferencia de otros matamarcianos de scroll lateral, Fantasy Zone no tiene un camino prefijado en el que tenemos que sobrevivir, sino que cada fase es realmente un mundo (de manera que si llegamos al final de la pantalla volvemos al origen de ésta) custodiado por 8 bases, y lleno de otro tipo de enemigos. Cada base suelta un tipo de enemigos, pero una vez las derrotamos (y aguantan lo suyo) aparece un enemigo final, y cuando éste ha caído bajo nuestros disparos (siempre tienen un sistema de medir su aguante, de manera que es bastante intuitivo ver cuánto les queda hasta caer derrotados), ya podemos avanzar hasta el siguiente planeta.
Otro cambio importante de Fantasy Zone respecto a casi todos los matamarcianos (recuerdo otros ejemplos similares como Jets’n Guns, pero no es un sistema demasiado común) es el uso de una moneda dentro del juego al derrotar a determinados enemigos, que nos permite posteriormente mejorar nuestra nave ya sea con mayor velocidad, con armas más potentes (siempre se gastan al cabo de un tiempo), o bombas que nos permiten derrotar a los enemigos más resistentes con mucha facilidad, además de otras vidas. Hay que decir que ya de base Opa Opa va bastante bien armado, con su disparo doble y las bombas, pero las alas que tiene al principio provocan que se mueva bastante lento, así que con un par de mejoras y las armas adecuadas cuando toca, el avance puede ser bastante más provechoso.
De hecho, otra novedad de Fantasy Zone respecto a otros matamarcianos es que cuando nos vayamos a chocar con el suelo, el protagonista saca… patitas, y anda sobre el suelo. Esto implica dos cosas: La primera, que podemos estar quietos un rato (no es recomendable), y la segunda, que podemos avanzar por el suelo de una manera menos caótica que volando. Lo usaremos poco, pero tiene su utilidad en alguna fase.
Una sorpresa, especialmente por el aspecto del juego en general y de los enemigos en particular (algunos son muy abrazables), es que es un juego muy difícil. De hecho, intuyo que la mayoría que lo juguéis por primera vez perderéis una o todas las vidas en la primera fase, para sorpresa vuestra. Esto es debido a que todo el rato hay enemigos en pantalla, y además disparan (en el Fantasy Zone original de la Master System, por ejemplo, les cuesta mucho más disparar). Además, la caja de colisión de la nave protagonista es toda ella, de manera que no se puede confiar en que la bala pasará de lado al no darnos justo en el centro. Todo esto provoca que haya momentos realmente complicados, que si los superamos nos darán una inyección de adrenalina muy importante.
Los enemigos tienen unos patrones muy curiosos. Cada tipo de enemigos se mueve y actúa por la pantalla de manera diferente. Algunos sólo pasean por ella, otros van a buscarnos, otros intentan realizar algún tipo de maniobra específica (por ejemplo, aterrizar encima nuestro), y todos ellos nos matan con el contacto, y con sus balas. En esta edición SEGA se lo ha trabajado poco, y en el manual no ha incluido información de cada uno de ellos, pero en las ediciones que aparecieron a finales de los 80 podemos encontrar una descripción de cada uno de ellos, y se puede comprobar que nada está puesto al azar.
Visualmente, es un juego que aguanta muy bien. Vamos, de hecho es mejor que la mayoría de juegos retro que aparecen a día de hoy, y que muchos juegos independientes. El apelativo "colorista" se puede quedar algo corto, y es que la cantidad de información visual que hay en cada pantalla está al alcance de muy pocos otros juegos (y la mayoría pertenecen al mismo género, como Parodius o Twin Bee). Los diseños de las fases, enemigos y jefes finales de cada fase también está muy conseguido, y muchos de ellos son realmente entrañables, y por no hablar de la nave protagonista, que es un huevo con alas y patitas. El efecto 3D, que existe, no es de los mejores de esta colección de juegos recuperados por parte de SEGA, pero en los créditos se nota que los responsables de esta versión tenían ganas de hacer algo especial, y es un festival de efectos y detalles muy apreciable.
En cuanto al sonido, deciros que Fantasy Zone cuenta con una de las bandas sonoras más pegadizas que he oído en mi vida. Su responsable es el mismo que hizo la banda sonora de Alex Kidd, y en esta versión han añadido una canción extra que pega perfectamente con las demás.
Y es que esta canción extra pertenece al modo que desbloqueamos cuando nos lo pasamos por primera vez (una tarea algo titánica, pero para suerte de los jugadores de hoy en día se puede elegir nivel de dificultad, número de vidas y lo que es más importante, guardar y cargar partida en cualquier momento, de manera que si hay algún punto que os resulte realmente difícil, con paciencia y algo de habilidad se puede superar).
Este modo nos pone a los mandos del hermano de Opa Opa (Upa Upa, no creáis que han tirado mucho de originalidad), el cual tiene los colores, cambiados, y en lugar de tener una tienda que aparece según determinadas condiciones, siempre podemos comprar armas… teniendo en cuenta que cada vez que las usemos nos gasta el dinero. Esto cambia totalmente el juego, y hace que tenga que ser mucho más estratégico.
Otros añadidos que han incluido en esta versión son algunos cambios en las armas, y sobre todo mucha información en la pantalla inferior de la pantalla. Allí podremos ver un minimapa detallado de la fase, con la posición de cada base, a qué enemigo nos enfrentamos y en que fase estamos.
En resumidas cuentas, 3D Fantasy Zone: Opa Opa Bros es uno de los juegos que más recomiendo para Nintendo 3DS. Es bonito, difícil, divertido, tiene multitud de sorpresas, y además es un trozo de historia jugable. No se puede tener más por menos precio.