La música de videojuegos se comenzó a desarrollar a finales de los años 70 como una nueva modalidad de la electrónica de sintetizador, tal como vimos en Del Moog al chiptune. Sin embargo, han pasado más de cuarenta años desde entonces, y ahora son precisamente los videojuegos y su música los que han servido de influencia a otras corrientes que existen totalmente fuera de ese medio audiovisual.
Esta semana hablaremos de algunas de esas corrientes que han surgido en las últimas décadas, muy en especial del estilo bitpop y de otros derivados del chiptune, pero también del vaporwave por su fuerte conexión estética. Entre ellos veremos sobre todo artistas que han crecido con los videojuegos, pero también a viejos conocidos que han trabajado como compositores y han tenido proyectos externos.
Bitpop
La escena de la electrónica sintetizada se comenzó a notar en la primera década del siglo XXI. Uno de los detonantes fueron sin duda las bandas de videojuegos, que como también vimos en otro artículo se comenzaron a centrar en crear música que versionaba la de sus cartuchos favoritos, grabando discos con ello y formando una comunidad que se congregaba en torno a eventos como el MAGFest. En el otro lado teníamos estilos de sobra conocidos como el electropop o el plunderphonics, que acabaron derivando al llamado bitpop, música original que mezcla instrumentos reales y chips de sonido.
Algunas de estas primeras bandas que crecieron con los videojuegos y quisieron fusionar el chiptune fueron los japoneses YMCK o los suecos Slagsmålsklubben. El primer gran lanzamiento fue el álbum Family Music (2003) de YMCK, un claro homenaje a la Famicom aderezado por el electropop, una identidad que los ha acompañado todo este tiempo en la escena shibuya-kei con su peculiar pixel art. El otro disco clave en ese momento fue Sagan om konungens årsinkomst (2004) de Slagsmålsklubben, que incorporaba elementos como el vocoder o las cajas de ritmo a las pegadizas melodías sintetizadas.
Otras bandas de este momento fueron Bondage Fairies, Pluxus o Perfume, la tríada japonesa de electropop, que ayudaron a establecer un estilo marcado por los videojuegos. El álbum In Her Gentle Jaws (2007) de The Despreciation Guild también fue capital y Crystal Castles tuvieron un destacado debut con su homónimo en 2008. Pero el conjunto que terminaría por hacer popular este estilo sería Anamanaguchi, que se iniciaba en 2006 con el EP Power Supply, más tarde llegarían Dawn Metropolis (2009) y muy especialmente Endless Fantasy (2013), el disco por antonomasia del chiptune / bitpop, que incluye hits como «Endless Fantasy», «MEOW, «Planet» o «Prom Night», entre muchos otros.
En esa siguiente década de los 2010 seguirían llegando otras muestras como Smile Girls con su EP titulado Vacation Wasteland (2012), Danimal Cannon con Parallel Procesingv (2013) o el francés In Love With a Ghost, cuyo disco más notable es Healing (2017). Además de estos nuevos artistas, en este tiempo ha habido compositores de videojuegos que han sacado sus propios álbumes derivados del chiptune, como son Hirokazu Tanaka con Django (2017), Manami Matsumae con su Three Movements (2017) o Keiji Yamagishi con los dos volúmenes de Retro-Active, que fueron recopilados en 2019 como The Retro-Active Experiencie. Estos últimos fueron proyectos con el sello Brave Wave, al que ambos pertenecen.
Vaporwave
De manera opuesta a lo visto hasta ahora, el vaporwave surgió en 2010 como una evolución de la música lounge y chillwave, donde la relación directa con los videojuegos está en la estética y no en el estilo musical, aunque por supuesto existen excepciones. Aquí la inspiración viene dada por la nostalgia, la informática y la moda de los 90, siendo el claro precursor el casete Chuck Person's EccoJams Vol.1, famoso por su portada con elementos sacados del Ecco the Dolphin en su versión Mega-CD.
Después llegaría Macintosh Plus y muchos otros se unirían a esta tendencia, destacando en especial el álbum Welcome to Warp Zone! (2014) de Nmesh por su directa conexión con los videojuegos, ya que además de su portada del Sonic the Hedgehog de Mega Drive incluye una sesión de 4 horas con multitud de samples y fragmentos de música de videojuegos divididos en Worlds 1-10. Las referencias a la estética de portadas de videojuegos se extiende también por discos como el homónimo New Gaia, Columns: The Lost Game de Column or Row (No Diagonals) , Ｚｅｌｄａｗａｖｅ ＩＩ // 近藤 浩治 // MM de Polygon Dream, VOID-004 de 암호 o los dos Yatch Rock Breaks de Camino 84.
