Sin la capacidad de sorpresa que tuvo Fallout 3 hace siete años, y pese a algunas carencias tanto técnicas y como argumentales que le hacen parecer un juego un tanto anticuado, Fallout 4 nos ha vuelto enganchar como lo hizo la tercera entrega en su día, y nos ha tenido pegados al televisor como pocos juegos consiguen a lo largo del tiempo. Una aventura genial y fascinante, con todos los vicios y virtudes de los juegos de Bethesda, que son capaces de crear los mundos más grandes y complejos, llenos de aventuras e historias por descubrir.
Con un sistema de combate muy mejorado, la interesante novedad de la construcción y gestión de los campamentos, un sistema de progresión del personaje muy ingenioso, y en definitiva una aventura con una genial ambientación postapocalíptica en la que podremos estar sumergidos durante decenas de horas.