Estamos tan acostumbrados a la calidad de la serie NBA 2K que casi nunca suele aparecer en las listas de los mejores juegos del año, pero en Vandal nos parece de justicia destacar el que ha sido el mejor juego deportivo del año, una vez más. Una saga que se las apaña cada año para elevar el listón, tanto en los gráficos como en la jugabilidad y los modos de juego, mejorando el producto en todos sus aspectos.
Una delicia para los amantes del baloncesto y un ejemplo de cómo deberían ser los juegos deportivos anuales, innovando y superándose a sí mismos pese a no tener ningún rival que le pueda hacer frente.