Desde que se desvelaron las especificaciones técnicas de Xbox Series S, una de las consolas de nueva generación de Microsoft junto a la más potente Xbox Series X, han surgido dudas sobre si merece la pena dar el salto teniendo una Xbox One X, la consola intergeneracional de Microsoft. Lo primero que queremos dejar claro es que Xbox Series S es una máquina next-gen con nueva tecnología y nuevos juegos, mientras que Xbox One X, por más teraflops que tenga, es un dispositivo de la generación actual. Resumido esto, os explicamos a continuación cuáles son las diferencias y si os merece la pena o no pasar de un sistema a otro.
Precio y fecha de lanzamiento
Xbox Series S se pondrá a la venta por 299 euros a la vez que su hermana mayor, Xbox Series X (que costará 499 euros), el 10 de noviembre. Las reservas se abrirán el martes 22 de septiembre, aunque en el momento de escribir este artículo no se sabe la hora. Por su parte, Xbox One X, la consola más potente de la familia Xbox One, lleva a la venta desde noviembre de 2017, pero ya se encuentra descatalogada, por lo que aunque todavía está disponible en muchas tiendas (entre 300 y 400 euros dependiendo del pack) cada vez será más difícil encontrarla.
Diferencias técnicas entre Xbox Series S y Xbox One X
Poniendo frente a frente las especificaciones técnicas de Xbox Series S y Xbox One X, se ve fácilmente que Xbox Series S es mucho más potente que Xbox One X pese a tener menos teraflops*, ya que además de tener una arquitectura de nueva generación, el procesador, de Xbox Series S, es una CPU de 8 núcleos a 3,6 GHz (3,4 GHz con SMT) con arquitectura personalizada AMD Zen 2. Esto supone que Xbox Series S no solo tiene más potencia bruta que Xbox One X (2,3 GHz con los mismos núcleos) sino que además tine prácticamente la misma potencia que Xbox Series X (3,8 GHz con la misma arquitectura).
*Teraflops: se trata de un término que solo sirve para resumir en una cifra los muchos componentes que importan en una GPU o tarjeta gráfica y que no debe tenerse en cuenta al comparar arquitecturas distintas).
La diferencia importante entre ambas está en la potencia bruta de la GPU. Xbox One X tiene un chip gráfico con 40 unidades de procesamiento (CUs a partir de ahora) a 1,172 GHz, mientras que Xbox Series S tiene una GPU con 20 CUs a 1,565 GHz; expresándolo en teraflops, Xbox One X y sus 6 teraflops superan los 4 teraflops de Xbox Series S. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la gráfica de XSS usa la misma arquitectura que la de Xbox Series X (RDNA 2), por lo que no todo es potencia bruta, sino que también hay que tener en cuenta la velocidad del componente, y más importante aún, la velocidad con la que ese componente se comunica con los demás.
Esa velocidad es lo que definirá la nueva generación de consolas y es algo con lo que cuenta Xbox Series S y no Xbox One X. La arquitectura del procesador, de la GPU y esa unidad de almacenamiento SSD NVME de cuarta generación (frente al disco duro tradicional de Xbox One X) harán que la consola pueda leer 2,4 GB de datos por segundo sin comprimir, o 4,8 GB en caso de que sean datos comprimidos. En el caso de Xbox One X, esa cifra se reduce a 100 MB/s y 250 MB/s, respectivamente. Esto tiene muchas repercusiones: desde que los juegos carguen mucho más rápido a que los desarrolladores puedan usar el SSD como si fuera memoria RAM gracias a su velocidad.
También es cierto que la memoria RAM de Xbox Series S (10 GB) es inferior en tamaño a la RAM de Xbox One X (12 GB), pero la de XSS es de tipo GDDR6 y la de XOX es de tipo GDDR5. De nuevo, un cambio generacional que tiene implicaciones en la velocidad de todo el sistema, a pesar de que fijándonos en los números y exceptuando el procesador, la Xbox Series S parezca menos potente. Os dejamos a continuación una tabla comparativa.
XBOX ONE X | XBOX SERIES S | |
---|---|---|
Procesador (CPU) | 8 núcleos a 2,3 GHz Jaguar Evolved | 8 núcleos a 3,6 GHz (3,4 GHz con SMT) Custom Zen 2 |
Gráfica (GPU) | 40 CUs a 1,172 GHz | 20 CUs a 1,565 GHz Custom RDNA 2 |
Potencia GPU | 6 teraflops | 4 teraflops |
Memoria RAM | 12 GB GDDR5 | 10 GB GDDR6 |
Ancho de banda de la memoria | 12 GB a 326GB/s | 8 GB a 224 GB/s, 2 GB a 56 GB/s |
Almacenamiento interno | 1 TB HDD | 512 GB PCIe GEn 4 NVME SSD |
Rendimiento I/O | Entre 100 MB/s y 250 MB/s | 2.4 GB/s (sin comprimir), 4.8 GB/s (comprimido) |
Lector de discos | 4K UHD Blu-Ray | No tiene |
Salida de vídeo | HDMI 2.1 | HDMI 2.1 |
Dimensiones y peso | 60mm x 240mm x 300mm (3,69 kg) | 275mm x 151mm x 63,5mm (1,93 kg) |
Las diferencias en los juegos: Xbox Series S es next-gen
Lo repetimos de nuevo: Xbox Series S es una consola de nueva generación y Xbox One X una máquina de la generación actual. Esto se traduce en que habrá títulos de Xbox Game Studios y de terceras compañías que funcionarán en la nueva consola y no en Xbox One X. Pero antes de entrar en esos títulos, ¿qué ocurre con los juegos retrocompatibles? Xbox Series S podrá ejecutar todo el catálogo de Xbox One, incluidos los juegos de Xbox 360 y de la primera Xbox.
Xbox One X añade mejoras a algunos juegos de Xbox y Xbox 360 y a gran parte del catálogo de Xbox One, como gráficos 4K y mejoras visuales. Xbox Series S es una consola enfocada a la resolución 1440p (2K) y a los 60 fps con la posibilidad de reescalar los juegos a 4K no nativo, por lo tanto, esas mejoras en la resolución no son posibles: Xbox Series S ejecutará las versiones de Xbox One S de los títulos de la generación actual. Sin embargo, sí les añadirá algunas mejoras: tiempos de carga más rápidos, tasas de fotogramas por segundo mayores y más consistentes, un filtro de texturas mejorado y HDR automático.
¿Pero qué ocurrirá con los juegos next-gen? Esos solo se podrán ejecutar en Xbox Series S y Xbox Series X. A finales de este año ya tendremos uno, The Medium, y poco a poco irán llegando más, tanto exclusivos como third party: Everwild, Avowed, el nuevo Forza Horizon 8, Suicide Squad: Kill the Justice League y muchos otros.
Por supuesto, es de esperar que la diferencia de potencia gráfica entre Xbox Series S y Xbox Series X. Los desarrolladores, según explicaba Microsoft en un vídeo oficial (minuto 7:15), harán los juegos para Xbox Series X a resolución 4K, y luego emplearán resolución dinámica y otras técnicas para adaptar los títulos a la consola menos potente, "mientras continúan apoyando todas las otras funcionalidades next-gen".
¿Y qué ocurre con los juegos intergeneracionales que se lanzarán durante los próximos meses como Assassin's Creed Valhalla, Cyberpunk 2077 y Gotham Knights? Todos los títulos que tengan el sello Optimizado para Series X/S contarán con mejoras que variarán en cada título en la nueva generación de consolas de Microsoft, sin importar si se trata de Series X o Series S.
Otras diferencias: mando, lector, ray tracing...
Al contrario que Xbox One X, la nueva Xbox Series S es una consola solo digital. Es decir, no tiene lector de discos Blu-ray 4K, por lo que solo se puede disfrutar de videojuegos y contenido multimedia a través de descarga o vía streaming. En los contenidos multimedia Xbox Series S sí podrá mostrar resoluciones hasta 4K.
Más diferencias: el mando. Xbox Series S y Xbox Series X incluirán el nuevo Xbox Wireless Controller, que tiene dos novedades principales: un botón Share para tomar capturas de pantalla y fragmentos de vídeo; y una cruceta inspirada en la del Xbox Elite Controller que mezcla las direcciones del mando de Xbox One con el D-Pad de Xbox 360. También se ha reducido levemente el tamaño del mando, se ha cambiado la conexión por cable a una USB-C y se ha añadido una textura rugosa en gatillos y otras partes para mejorar la sujección. Asimismo integra las tecnologías Bluetooth de Baja Energía y Entrada Dinámica de Latencia.
Por último, Xbox Series S tendrá una serie de tecnologías exclusivas de la nueva generación, como el ray tracing gracias a un chip dedicado, el Quick Resume (que permite tener varios juegos abiertos y pasar de uno a otro en segundos), el HDR de Dolby Vision y la importante frecuencia de actualización variable (en televisores compatibles y con entrada HDMI 2.1 hace que la pantalla se refresque a la misma vez que la consola procesa imágenes; por ejemplo, si un juego va a 120 fps, la TV se pone en modo 120 hercios).