La posibilidad de un conflicto bélico en el territorio nacional es un escenario que muchos españoles ven como remoto. Sin embargo, la pregunta sobre qué pasaría con el dinero que cada uno tiene en el banco en caso de que España entrara en guerra ha empezado a cobrar fuerza, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania y la inestabilidad en Oriente Próximo.
La incertidumbre económica y geopolítica se suma a las preocupaciones más cotidianas de los ciudadanos: sus ahorros.
Hay un fondo de respaldo
España, como parte de la Unión Europea, cuenta con el respaldo del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que cubre hasta 100.000 euros por persona y entidad bancaria. Así lo recoge el Banco de España, que recuerda que la protección alcanza tanto cuentas corrientes y de ahorro como depósitos a la vista y a plazo fijo. De esta forma, incluso en el peor de los escenarios, los ahorradores tienen asegurada esta cantidad mínima.
El Mecanismo Único de Resolución (MUR) complementa esta protección, funcionando como el pilar de la unión bancaria europea que garantiza la resolución ordenada de las entidades con problemas. Su objetivo es proteger la estabilidad del sistema financiero y evitar el contagio sistémico. En momentos de crisis, este mecanismo se activa para proteger los intereses de los depositantes y evitar quiebras bancarias descontroladas.

No obstante, conviene tener en cuenta qué queda fuera del alcance de estas garantías. El FGD no cubre los depósitos estructurados, que dependen de la evolución de índices financieros, ni los fondos de pensiones o de inversión, que se rigen por regulaciones propias. Tampoco están cubiertos los criptoactivos, que carecen de respaldo institucional en caso de crisis. Esta diferencia subraya la importancia de conocer los productos financieros contratados y su protección real.