La irrupción de la inteligencia artificial en el mercado laboral español está lejos de ser neutra. Según un estudio de Randstad Research, el país perderá alrededor de 400.000 empleos netos en la próxima década a causa de la automatización. Sin embargo, no todos los sectores sufrirán del mismo modo: algunos, como los oficios manuales, no solo sobrevivirán, sino que podrían experimentar una revalorización histórica.
El informe estima que dos millones de puestos de trabajo —casi el 10 % del total— corren riesgo de automatización, sobre todo en tareas rutinarias de oficina. Al mismo tiempo, la IA permitirá crear 1,6 millones de nuevos empleos en áreas emergentes y mejorará la productividad en casi un 16 % de las profesiones actuales. Pese a ello, la mayoría del empleo en España, cerca de 15 millones de ocupaciones (tres de cada cuatro), se mantendrá relativamente a salvo de los efectos más disruptivos de esta tecnología. Entre estos destacan la agricultura, la ganadería y, sobre todo, los oficios técnicos vinculados a trabajos manuales como fontaneros, electricistas o mecánicos.
La paradoja de los oficios prácticos
Para el empresario José Elías, presidente de Audax Renovables, los empleos que la IA no logre reemplazar serán los mejor remunerados en el futuro. En su newsletter dirigida a empresarios, advierte que mientras la inteligencia artificial “se va a cargar el 80 % del trabajo de oficina”, los oficios prácticos, despreciados durante años, se convertirán en bienes escasos. “Nadie quiere dedicarse a ser fontanero o electricista, pero todos necesitamos que alguien cambie un enchufe o repare una fuga”, explica.
Elías asegura que en algunos lugares de España ya se observa esta tendencia: la falta de carpinteros, fontaneros o electricistas permite a quienes trabajan en estos sectores fijar tarifas muy elevadas, llegando en algunos casos a superar los 50 euros por hora. De cara al futuro, el empresario no descarta que estos precios escalen aún más, situándose entre 60 y 200 euros la hora, en función de la especialización y la urgencia del servicio. Lo que antes era considerado un oficio poco valorado podría convertirse en uno de los nichos más rentables del mercado laboral.
Creatividad y talento amplificados
Esta visión contrasta con la de quienes vaticinan una sustitución masiva sin matices. Instituciones como The Valley Business and Tech School sostienen que la IA, más que sustituir en campos creativos, funciona como un catalizador que amplifica el talento humano. Un ejemplo son los profesionales de marketing, capaces de probar decenas de campañas en cuestión de horas, o los ingenieros que pueden prototipar varias soluciones antes de iniciar la construcción. En este sentido, la IA libera tiempo y energía para dedicarlo a decisiones estratégicas.
Aun así, Elías insiste en un recordatorio esencial: la IA no puede ejecutar tareas físicas. “Nadie va a llamar a ChatGPT para plantar una lechuga o cambiar un enchufe”, ironiza. De ahí su advertencia: si no se revaloriza socialmente la formación técnica, España podría enfrentarse a un déficit que no solo encarecerá servicios básicos, sino que comprometerá la vida cotidiana de millones de personas.















