Imagina por un momento una batería que nunca necesite ser recargada manualmente, porque es capaz de captar y aprovechar cualquier tipo de energía ambiental para mantenerse activa, funcionando en la práctica como una batería inmortal. Puede parecer una idea exagerada o incluso poco creíble, sobre todo si te la cuentan en una reunión familiar, pero cuando una publicación de prestigio como la revista Time la reconoce como uno de los inventos más destacados del año, la historia cambia.
El OPPO Zero-Power Tag es un dispositivo pensado para facilitar la localización de objetos, similar a otros gadgets conocidos como los AirTag de Apple o los SmartTag de Samsung. Sin embargo, su gran innovación, presentada en 2023 y con planes de lanzamiento a corto plazo, es su batería autorrecargable, que en esencia prácticamente no necesita ser recargada en absoluto.
Una batería que se alimenta del entorno: este dispositivo puede cambiarlo todo
Lo que llamó la atención en eventos como el Mobile World Congress 2023 y también a la revista Time, es que el sistema Zero-Power de OPPO no solo ofrece una comunicación inalámbrica eficiente, con mayor alcance y precisión que otros sistemas similares, sino que además promete en un futuro captar y transmitir datos ambientales como temperatura, humedad o información en tiempo real. Pero el verdadero avance está en su capacidad para recargarse automáticamente a partir de fuentes de energía cercanas.
Esta tecnología permite al dispositivo captar energía de señales de radio, Bluetooth, WiFi, redes telefónicas, luz e incluso calor, eliminando la necesidad de recargas manuales. Por esa razón, Time lo destacó como uno de los inventos más importantes del año, apuntando a que este sistema podría revolucionar el sector de las baterías recargables.
Las aplicaciones potenciales de la recarga ambiental son enormes y van mucho más allá de un simple localizador de objetos. Este sistema podría integrarse en sensores para el Internet de las Cosas (IoT), dispositivos médicos portátiles, etiquetas inteligentes en logística o retail, e incluso en wearables que monitoricen constantes vitales sin necesidad de enchufarse nunca a la corriente.
También tendría un impacto decisivo en entornos industriales y agrícolas, donde los dispositivos podrían recolectar datos de forma continua —como temperatura, humedad o calidad del aire— sin mantenimiento de baterías, reduciendo costes y residuos. En el ámbito del consumo, imaginemos relojes, pulseras deportivas o mandos a distancia que nunca se apaguen porque aprovechan la energía que les rodea.
Aunque aún no hay fecha definitiva para su comercialización, se espera que sea uno de los avances tecnológicos más celebrados en el futuro cercano.
