¿Vientos de guerra? España, tras las críticas de los expertos en defensa y la industria militar, se enfrenta a la necesidad de incrementar su gasto en defensa en 24.000 millones de euros hasta 2029 para cumplir con los compromisos adquiridos con la OTAN y la Unión Europea, que ha comenzado a ponerse las pilas al respecto.
Este aumento busca alcanzar el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) en inversión militar, un objetivo que ha cobrado mayor relevancia ante el actual escenario geopolítico y las presiones internacionales. Alemania se ha puesto a fabricar sus propios cazas y en la capital europea, afirman que una posible guerra es inminente debido a la escalada del conflicto de Ucrania. ¿Qué ha cambiado en España?
España fortalece su posición en la OTAN con un aumento de 24.000 millones en defensa
Actualmente, España destina aproximadamente el 1,28% de su PIB a defensa, situándose entre los países de la OTAN con menor inversión en este ámbito. Para alcanzar el 2% antes de 2029, el Gobierno deberá incrementar progresivamente el presupuesto militar en los próximos años. Este esfuerzo financiero implica destinar una cantidad similar a la que se asignó al pago de prestaciones por desempleo en 2023.
La Unión Europea, por su parte, ha lanzado el plan "Rearmar Europa", que movilizará 800.000 millones de euros en gasto militar para fortalecer la seguridad del continente. Este plan incluye la posibilidad de flexibilizar las reglas fiscales para permitir a los Estados miembros aumentar su inversión en defensa sin comprometer otros aspectos económicos.
En este contexto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado su compromiso de alcanzar el objetivo del 2% del PIB en gasto militar antes de 2029. Sin embargo, este plan enfrenta resistencia interna por parte de partidos como Sumar, ERC y Podemos, que cuestionan la necesidad de aumentar el presupuesto de defensa en detrimento de otras áreas sociales. Por otro lado, el Partido Popular apoya firmemente el refuerzo militar.
Externamente, la postura de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, añade presión a los países europeos para incrementar su gasto en defensa. Trump ha instado a los miembros de la OTAN a elevar su inversión militar al 5% del PIB, lo que podría suponer un desafío adicional para España y otros países europeos.
Además del incremento en el gasto militar, España ha comprometido una ayuda anual de 1000 millones de euros a Ucrania durante los próximos diez años, como parte de su apoyo en el conflicto con Rusia. Esta contribución se suma a los esfuerzos para reforzar la seguridad europea y demuestra la solidaridad de Españacon los países vecinos afectados por la agresión rusa.
El desafío para el Gobierno español radica en equilibrar el aumento del gasto en defensa con las necesidades sociales y económicas del país. La implementación de este plan requerirá ajustes presupuestarios significativos y un consenso político que permita avanzar en la dirección marcada por los compromisos internacionales, sin desatender las prioridades internas.