El Protocolo de Montreal, que entró en vigencia en 1989, es un tratado global para evitar la liberación de sustancias químicas que destruyen la capa de ozono de la atmósfera. En las últimas décadas, los cambios en el ozono han sido pequeños y variables, lo que ha hecho difícil determinar si el protocolo ha efectuado algún cambio en la dramática situación.
No obstante, están alcanzando la conclusión de que la capa de ozono se está recuperando, y un nuevo informe afirma que el agujero se está rellenando nuevamente.
Un avance
Durante los años 70 y 80, se habían ido acumulando pruebas de que una clase de sustancias químicas industriales, los clorofluorocarbonos (CFC), eran las responsables de dañar la capa de ozono.
El ozono evita que los rayos ultravioleta lleguen a la superficie de la Tierra. Estos niveles de ozono habían estado disminuyendo, lo que resultó en un “agujero” casi libre de ozono sobre la Antártida.
No obstante, los investigadores muestran que la cantidad de cloro sobre la Antártida está disminuyendo a una tasa del 0,8%, aunque la variabilidad causada por el calentamiento global pueda hacer que aumente en algunos años. En conclusión, la destrucción de la capa de ozono cayó un 20% durante el último periodo.
"Esto es evidencia de que el Protocolo de Montreal está funcionando: el cloro está disminuyendo en la estratosfera antártica y la destrucción del ozono está disminuyendo junto con él", explican los investigadores según Arstechnica.
