Hollywood sigue haciendo números en su intento de recuperar la normalidad cinematográfica. Mientras aplaza los estrenos más importantes a fechas más propicias, la administración de Donald Trump ha comenzado a trazar un camino hacia la reapertura de los cines. La semana pasada comunicó las medidas, aunque los propietarios de las principales cadenas desconfían que sean suficientes. El plan, denominado Opening Up America Again, podría no ser suficiente.
Un futuro desconcertante con medidas poco claras y el miedo del público en su contra
Los principales miembros de la industrian se han quejado en Variety de lo difícil que será una vuelta a la normalidad de forma rápida. Si bien los cines pueden abrir, las cadenas de cine son conscientes de que van a pasar varios meses antes de que los estudios se sientan seguros de volver a lanzar sus éxitos de taquilla más grandes en salas.
Aunque el país parece haber pasado su hora más oscura, todavía quedan áreas muy afectadas como Nueva York o Nueva Jersey, en las que la incidencia del coronavirus es más feroz y sigue causando daños y pérdidas.
"Nueva York y Los Ángeles necesitarán más tiempo para volver a la normalidad o reabrir negocios que Montana", comenta Jeff Bock, un analista de taquilla. "Nadie estrenará Mulan o la nueva de Christopher Nolan sin esos mercados", matiza. "Simplemente no veo un gran éxito de taquilla irrumpiendo en esta situación, no importa cuánta seguridad tengamos. Vamos a necesitar mucho tiempo para que los usuarios y nosotros mismos nos adaptemos a las medidas sanitarias necesarias", matizaba. De hecho, en China, los cines comenzaron a reabrir en todo el país, pero tras los miedos a un segundo rebrote del virus, se volvieron a cerrar. Los exhibidores, que siguen temiendo las represalias del gobierno chino, temen que la situación se postergue en exceso. La irrupción de películas de gran éxito como Harry Potter o Avatar, son incentivos que se barajan en estos momentos. Nada de estrenos como Wonder Woman 1984 o Mulan, que por cierto, llevan muchísimas ventas previas en tickets y entradas en todo el mundo.
"Si las salas de cine de todo el mundo están abiertas en diferentes grados, y en países sí y otros no, financieramente se vuelve muy difícil porque las películas de gran presupuesto dependen de los ingresos globales", explicaba Paul Dergarabedian, analista senior de Comscore a Variety. Por eso, informan desde la industria, se necesita una política global que equipare mercados y espere al momento propicio para realizar esfuerzos conjuntos. En cualquier caso, aunque las salas se abran, no habrá estrenos en algún tiempo y las grandes majos y productoras, como Disney, Warner, Sony o Paramount, tendrán que buscar nuevas estrategias para mantenerse a flote durante los turbios meses venideros que se aproximan.