La quinta temporada de Stranger Things en Netflix se ha presentado como la más ambiciosa de la serie hasta la fecha. Los hermanos Duffer afrontaban no solo el desafío de cerrar tramas abiertas durante años, sino también de crear capítulos más largos y densos que cualquier entrega anterior, con rodajes extenuantes y una obsesión por el detalle que raya lo meticuloso. El resultado, a pesar de su rotundo éxito, es evidente: una temporada concebida para emocionar, pero también para polarizar.
Si hay un momento que ha acaparado titulares y redes sociales, es el monólogo de Will Byers, interpretado por Noah Schnapp, que se erige como núcleo de esta segunda tanda de episodios. Advertencia: a continuación, spoilers menores.
Will Byers grabó su polémico monólogo en Stranger Things 5 durante 24 horas: 'Casi perfecto'
En el capítulo 7, Will se declara frente a sus amigos y familia en una escena cargada de tensión y emoción. Schnapp relató que el rodaje fue “interminable”: 12 horas para registrar el monólogo y otras 12 al día siguiente afinando tomas y explorando matices. Los propios Duffer reconocen que fue la escena más complicada de escribir de toda la temporada, un proceso que se prolongó durante meses hasta alcanzar lo que califican como “el guion perfecto”.
Noah Schnapp confesó haberse emocionado hasta las lágrimas al leer el texto definitivo entre agosto y septiembre: “Fue perfecto”, aseguró. Sin embargo, la recepción en redes sociales se ha mostrado mucho más matizada. Mientras algunos aplauden la valentía de la escena y la evolución de Will como personaje, considerándola uno de los hitos más memorables de Stranger Things, otros no han dudado en cuestionar su ejecución.
Críticas al ritmo y al dramatismo han surgido en Twitter y Reddit. Comentarios apuntan a que la extensión de los capítulos resiente la narrativa y que el dramatismo del monólogo roza lo exagerado. Algunos incluso lo califican de “sobreactuado” o “forzado”, generando un debate sobre si la ambición de los Duffer se ha vuelto contraproducente. El hecho de que Will comparta su momento más íntimo con un público demasiado amplio ha sido señalado como una decisión narrativa cuestionable, que podría haber tenido más fuerza en un contexto más íntimo, sin convertir la orientación sexual en el centro absoluto de la escena.
Esa sensación de estar “mal escrita” o incluso de haber sido creada desde fuera de la experiencia queer ha generado críticas más profundas. Voces de comunidades LGBTQ+ han señalado que la teatralidad de la escena convierte la orientación sexual de Will en un recurso casi comercial, aunque el fandom reconoce, en mayor o menor medida, que la intención de mostrar su lucha personal era sincera.
Hay que recordar que el arco de Will como personaje gay no surge de esta temporada: su sexualidad se había insinuado en entregas anteriores, y Noah Schnapp la ha confirmado en varias entrevistas, vinculándola incluso a su propia experiencia personal.
En definitiva, este momento se ha convertido en uno de los más comentados y divisivos de la quinta temporada, no solo como punto de inflexión en la narrativa de Will, sino como detonante de un debate más amplio sobre cómo la televisión mainstream aborda la representación LGBTQ+ y los retos de tratar temas personales y sociales en series con audiencias masivas. Stranger Things, incluso en su tramo final, sigue marcando la agenda en redes sociales, provocando pasiones encontradas y discusiones encendidas.















