Playmobil es uno de los juguetes más icónicos y queridos de toda la historia de la industria. Sin embargo, desde hace unos años, está de capa caída y cerca de desaparecer. Las Navidades de hace un par de años marcaron el comienzo del fin para la fábrica de Playmobil en Onil, España, augurando un triste y desolador futuro para la licencia. En un contexto de inflación creciente y disminución del consumo de juguetes en Europa, la acumulación de inventario sin vender condujo a un año difícil para el fabricante de las icónicas figuritas de plástico, un elemento básico en los hogares europeos desde finales del siglo pasado. Los resultados han ido a peor en los últimos meses y se han tomado decisiones drásticas.
El fin de una era: Playmobil cierra su fábrica en Onil, Alicante
La situación adversa durante 2023 influyó directamente en la política comercial de la empresa, propiedad del grupo alemán Horst Brandstätte.
Con un ejercicio marcado por un descenso del 25% en los ingresos y una disminución del 33% en las ventas en el mercado español, la filial española de Playmobil se enfrentó a desafíos financieros significativos, a pesar de cerrar con beneficios. La situación era insostenible y el mercado estaba cambiando a pasos agigantados.
La respuesta de la compañía fue contundente: cerrar la unidad productiva en Onil tras 48 años de historia y trasladar la producción a instalaciones en Baviera, Bulgaria y Malta. Este movimiento, que ha transformado a Playmobil Ibérica de fabricante a distribuidor, ha dejado una marca profunda en la comarca del 'Valle del juguete', que incluye Ibi, Tibi, Onil y Castalla. Entre las razones esgrimidas para esta decisión se encuentra la preocupación por la baja natalidad en España, así como las tensiones inflacionarias que afectaron los costos de producción. Además, la competencia global y los cambios en la demanda del consumidor contribuyeron a la caída de ventas.
Lamentablemente, los juguetes enfrentan una crisis global, y la emblemática creación de Hans Beck, aclamada por su simplicidad y estilo, se ve afectada como parte de un panorama sombrío que parece desmoronarse en todos los rincones del mundo simultáneamente. La industria en su conjunto atraviesa tiempos difíciles, con ventas en declive debido a la disminución del interés del público, los cambios en los patrones de consumo y la creciente competencia de dispositivos electrónicos y consolas, que capturan la atención de los niños desde edades cada vez más tempranas. Este cierre representa el fin de una era para la región, que alguna vez fue el epicentro de la industria del juguete en España.