Open AI, responsables de ChatGPT, han sido demandados por un buen número de escritores de primer nivel, alegando que se han usado sus respectivos libros y trabajos literarios para entrenar el célebre motor de inteligencia artificial. Liderados por el gremio de escritores Authors Guilds, afianzado en Nueva York, hablamos de 17 autores encabezados por George R.R. Martin, John Grisham, Jodi Picoult, George Saunders y Jonathan Franzen, que han decidido pararle los pies a la IA.
George R.R. Martin y otros autores afirman que lucharán contra la sustracción de su trabajo para entrenar inteligencias artificiales
La demanda, presentada el pasado 19 de septiembre en Nueva York, busca conseguir una orden judicial que impida que OpenAI continúe usando los trabajos de los autores para entrenar ChatGPT, así como daños monetarios no específicos reclamados por todos y cada uno de los escritores (y daños legales de hasta 150.000 dólares por trabajo infringido). De hecho, la IA sí es cierto que se ha usado para terminar obras inacabadas de Martin, algo que ha enfadado al autor y sus representantes legales. En OpenAI han decidido negociar, como explican en Variety.
"Estamos teniendo conversaciones productivas con muchos creadores de todo el mundo, incluido el Authors Guild, y hemos estado trabajando de manera cooperativa para comprender y discutir sus preocupaciones sobre la IA. Somos optimistas y continuaremos encontrando formas mutuamente beneficiosas de trabajar juntos", explica un representante legal.
La demanda se produce después de que se presentara una similar en julio de 2023 en nombre de Sarah Silverman y otros dos autores, acusando a Meta y OpenAI de utilizar ilegalmente obras protegidas por derechos de autor.
Esta nueva demanda, que incluye a escritores como David Baldacci, Mary Bly, Michael Connelly, Sylvia Day, Jonathan Franzen, John Grisham, Elin Hilderbrand, Christina Baker Kline, Maya Shanbhag Lang, Victor LaValle, George R.R. Martin, Jodi Picoult, Douglas Preston, Roxana Robinson, George Saunders, Scott Turow y Rachel Vail. "Este caso es simplemente el comienzo de nuestra batalla para defender a los autores del robo por parte de OpenAI y otras IA generativas", ha expresado en un comunicado Maya Shanbhag Lang, presidenta del Authors Guild y representante de la clase. "Nuestro personal, que incluye un formidable equipo legal, tiene experiencia en derechos de autor. Todo esto es para decir: no tomamos esta demanda a la ligera. Estamos aquí para luchar", remarcan.
Según la demanda liderada por Authors Guild, los libros que OpenAI utilizó para entrenar ChatGPT "fueron descargados de repositorios de libros electrónicos piratas y luego copiados en la estructura de GPT 3.5 y GPT 4, que impulsan ChatGPT y miles de aplicaciones y usos empresariales, de los cuales OpenAI espera ganar muchos miles de millones", comentan. Es decir, la IA usó libros descargados de forma ilegal para entrenarse y ganar dinero, y eso es algo que choca con los derechos de autor vigentes en EE.UU y otros países.