Por mucho que ahora mismo esté en la cresta de la ola de su renacer como héroe de acción, también ha tenido un puñado de fracasos. Uno de ellos, 47 Ronin, saldrá la semana que viene de HBO, donde por cierto podéis ver la trilogía original de John Wick. ¿Fue realmente tan mala esta película? Podéis comprobarlo antes de que HBO la retire de su catálogo en los próximos días.
La película nos presenta a Kai (Keanu Reeves) un huérfano criado por los fantasmas del bosque, que le enseñan a luchar. Si historia se entremezcla con la de la historia de los 47 ronin.
Ésta, que toma su origen de la historia del señor feudal Asano y sus 47 samuráis, condenados a cometer seppuku tras haber agredido su señor a un funcionario, es representada aquí con tintes sobrenaturales y más legendarios aún de lo que narra la historia original. Keanu Reeves, samuráis y mitos japoneses, ¿qué puede salir mal? Pues todo.
Para empezar, cuando una película retrasa su estreno, es mala señal (salvo que seas Tom Cruise y retrases un taquillazo por la pandemia). Originalmente iba a salir en otoño de 2012, pero acabó estrenándose a principios de 2013. Puede parecer poco, pero es raro. Después está el tema de la dirección de la cinta. Cuentan por los mentideros que Carl Rinsch sólo consiguió el presupuesto de más de 170 millones de dólares (dependiendo de la fuente, se habla de hasta 225) en su debut como director porque era, en ese momento, la pareja de Jordan Scott, hija del archiconocido Ridley Scott (Alien, Blade Runner, Gladiator, The Martian...).
Que después de aquello las aportaciones de Rinsch se hayan limitado a hacer únicamente un anuncio para una petrolera (The Shapeshifter, un cortometraje/comercial para Shell), no hablan muy bien de la impresión que causó entre la comunidad de cineastas. Que 47 Ronin supusiera además unas pérdidas de un mínimo de 20 millones de dólares, si damos por válidos los 170 de presupuesto, no debió ayudar mucho a su carrera.
Ahora nos parece impensable que una cinta de acción con Keanu Reeves fracase, después del brutal éxito de la franquicia John Wick, que contará con un spin-off muy pronto; pero hay que tener en cuenta que Reeves no era aún un héroe de acción. Es más, incluso después de su éxito como el temido Baba Yaga, hay que tener en cuenta que sigue teniendo sus tropiezos, como demostró la cuarta entrega de The Matrix, una de las sagas más importantes en la filmografía del actor.
Lo peor es que la cinta contaba con un reparto bastante notable. Además de Reeves, teníamos al conocido Hiroyuki Sanada (a quien habéis podido ver en Bullet Train y junto a Keanu Reeves en la última entrega de John Wick); al fallecido Rick Genest, muy conocido en esa época tras participar en un vídeo de Lady Gaga dos años antes; Rinko Kikuchi, que el mismo año protagonizaba Pacific Rim o Cary-Hiroyuki Tagawa (popular por sus papeles de villano, que incluyen a Shang Tsung de Mortal Kombat o Heihachi Mishima de Tekken).
En definitiva, se trata de una película que tenía todo para triunfar pero, por lo que sea, fue un estrepitoso fracaso. Pero quién sabe si no será ésta precisamente la cinta que podría darte ese rato de diversión que buscas. A fin de cuentas, no todo tiene por qué ser éxitos de crítica y taquilla.