Indiana Jones estaría furioso. Un matrimonio británico ha descubierto que las esfinges que durante 15 años adornaron su jardín, y por las que pagaron apenas 355 euros, eran en realidad dos estatuas de alto valor histórico procedentes del Antiguo Egipto. Según han confirmado a la BBC y la CNN, estas piezas se han subastado por 231.100 euros en una casa de subasta que ha batido todos los récords.
De 355 a 231.000 euros: ¿Especulación, desconocimiento o falta de respeto?
"Durante todos estos años, simplemente se sentaron allí y no tenían idea de lo que tenían en su jardín", comentaba a BBC James Mander, el propietario de Mander Auctioneers, la casa de subastas que vendió el pasado sábado las figuras por más de 200.000 euros. La familia, residente del condado de Suffolk, se puso en contacto con esta casa de subastas porque deseaban vender la casa y colocar algunas de sus pertenencias.
Lo que no esperaban es que las estatuas de un metro de largo que decoraban su jardín iban a ser reales y de un alto valor histórico. Eso sí, no estaban bien conservadas. Ellos pensaban que se trataban de figuras decorativas, y el desgaste era evidente tras pasar más de 15 años a la intemperie.
Los dueños habían querido repararlas, y habían usado hormigón, destrozando parte de la esencia original de las piezas. Es más, muchos creían que las figuras no iban a alcanzar un precio demasiado alto por esto mismo. El propio Mander, confesó que se describió el lote como "par de modelos de jardín de piedra tallada del siglo XIX de la esfinge egipcia” y fijó el precio inicial en 200 libras (240 euros). Pero la cosa se desmadró. En 15 minutos, los postores telefónicos y los que estaban online, llegaron a elevar la cifra considerablemente. "La subasta se volvió loca", explica Mander. Pronto, tanto la entidad como el matrimonio se percataron de que esas estatuas tenían un valor histórico real, y que tenían en sus manos algo más que una simple réplica.
"Resulta que tienen miles de años y son genuinos. Así que es realmente asombroso", afirmaban desde la casa de subastas. Al terminar la jornada, una galería de conservación no identificada terminó llevándose las estatuas por 285.000 euros. ¿Acabarán en un museo o en manos de algún coleccionista privado?