Los remedios caseros no son sinónimo de probar cualquier locura que se os pase por la cabeza. En serio. Remarcamos el: no lo son. Parece que el protagonista de esta historia no lo tenía claro y, después de sufrir de estreñimiento, decidió probar la primera cosa que se le pasó por la cabeza (de verdad, porque si no, no lo entendemos): coger una anguila gigante e introducirla por el ano. En fin. Habría sido más fácil hacer una ensalada de kiwi o comer alcachofas, pero hay a quien le gusta complicarse innecesariamente la vida. Y ponerla en riesgo.
¿Cómo curar el estreñimiento? Con una anguila NO
Tal y como se hacen eco desde Gizmodo, la historia la protagoniza un hombre de Xinghua (provincia de Jiangsu, este de China) que en lugar de emplear métodos más recomendados para estos casos decidió introducir una anguila viva de gran tamaño. Sí, podéis volver a leer estas últimas palabras si os habéis quedado en shock igual que yo. ¿Lo peor de todo? Que no es el primero que lo intenta.
Parece ser que esta idea está bastante extendida en la región, donde se piensa que introducir una anguila por el ano ayuda a resolver el estreñimiento. No hace falta decir que están sumamente equivocados pero, por si a alguno de vosotros se le está ocurriendo la idea de intentarlo, lo decimos: están sumamente equivocados. No sólo no soluciona el problema, sino que puede dar un problema mayor: en este caso, la anguila viajó por el recto hasta el colon, donde hizo un agujero y lo atravesó hasta su abdomen.
El Global Times también se ha hecho eco del caso, afirmando que el hombre empezó a sentir terribles dolores pero, por vergüenza, no quiso acudir al médico. Tras 24 horas soportando esta tortura, finalmente acudió a un hospital donde los médicos le dijeron (no sin razón) que podría haber perdido la vida. Los cirujanos tuvieron que extraer a la anguila de 20 centímetros que había quedado insertada en su cuerpo y que, no se sabe cómo, también seguía viva.
Como decimos, no es la primera vez que se da un caso así: en 2017 también sucedió lo mismo con un hombre al que le tuvieron que extirpar una anguila de 50 centímetros. Y el pasado junio de 2020 otro hombre había hecho lo propio con una anguila que le provocó una infección; en este caso, la criatura terminó muriendo.
