Si sois unos habituales del género RPG y ya lleváis unos cuantos años jugando, probablemente os suene el nombre de Vagrant Story. Considerado por muchos como uno de los mejores videojuegos de la primera PlayStation, se trata de un título de rol muy complejo y diferente a lo que estábamos acostumbrados a ver, con una trama adulta y con temas políticos que, a pesar de hacer gala de un inglés difícil de entender, causó afición y muchos lo consideran como un grandísimo JRPG.
Apareció el 10 de febrero del año 2000 en territorio japonés, aunque no tardó demasiado en llegar a otros territorios para demostrar el talento del equipo dirigido por Yasumi Matsuno dentro de SquareSoft. Este desarrollador, que había trabajado previamente en Final Fantasy Tactics, una vez sentenció que no quería fijarse en nada al crear su título, razón fundamental por la que se siente tan único con respecto a otros JRPG de aquel entonces.
Un JRPG como nunca antes se había visto
Una de las facetas más características era su sistema de batalla. La acción se pausaba y podíamos atacar a diferentes partes del cuerpo de los enemigos: los brazos, las piernas, la cabeza, el torso... Era bastante estratégico en este sentido, con la oportunidad de crear cadenas de ataques, usar la magia y controlar una barra de riesgo muy interesante en el plano jugable, ya que afectaba a la precisión y efectividad de nuestras ofensivas. Otro aspecto que recordarán los amantes de este JRPG es su sistema de creación de armas, que te permitía un montón de experimentación, con distintos efectos dependiendo de su construcción.

Era importante también tener en cuenta las afinidades elementales y de raza, de forma que cuanto más usabas un arma contra un enemigo, más efectividad adquiría. El tipo de filo era otro elemento a considerar, ya que dependiendo de si atacabas con una espada, una lanza o un martillo las consecuencias podían ser muy distintas.
Puede que costara hacerse con todos estos ingredientes, los cuales resultaban altamente novedosos, pero sin duda ofrecían una complejidad mayor a la media de juegos en el género, además de un soplo de aire fresco. Era un juego adelantado a su época en varios sentidos, y aunque sus gráficos 3D resulten hoy en día arcaicos, en la época destacaron mucho por la calidad de animaciones, incluso las faciales, que mostraban un detalle inusual para la etapa de los 32 bits.

Vagrant Story tenía una forma de hacer las cosas bastante peculiar. No defendía el concepto RPG de viajar entre poblados, comprar en tiendas o conversar con personajes. Su ritmo era distinto, aunque mantenía las claves de exploración e incluso incorporaba puzles. Pero su clave más distintiva estaba en la trama, con una agente de élite, Ashley Riot, que se adentra en una misión en Lea Monde persiguiendo al líder de una secta. Con una inspiración declarada en la Francia medieval y una cierta estética cómic en el tratamiento visual, su planteamiento era realmente único.
La influencia de Vagrant Story en videojuegos futuros fue notoria, con algunos elementos que se vieron reflejados en títulos como Final Fantasy XII. La posibilidad de traer el juego de vuelta siempre ha estado ahí, aunque parece difícil que pueda hacerse un port, teniendo en este caso más sentido un remake. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Jugásteis alguna vez al juego original? ¿Cómo lo recordáis?