Hace 15 años que a finales de octubre el mundo del videojuego sintió una fuerte sacudida por el lanzamiento de Fallout 3, el primer juego desarrollado por Bethesda de la serie ambientada en un postapocalipsis nuclear y uno de los juegos de rol más valorados de todos los tiempos.
Interplay Entertainment tenía los derechos de la serie y de los primeros dos juegos, que tuvieron una excelente acogida, se encargó Black Isle Studios con un planteamiento de rol táctico. Después Interplay cerró el estudio. Un tercer título, Fallout Tactics, corrió a cargo de Micro Forté y 14 Degrees East. Con un nuevo bandazo se creó un cuarto juego, Fallout: Brotherhood of Steel, un juego de acción con elementos de rol.
De la fantasía a la guerra nuclear
Cuando Fallout parecía a la deriva Bethesda Softworks compró los derechos (primero para la que sería quinta entrega y después de toda la serie) permitiéndonos así disfrutar de Fallout 3 y los siguientes capítulos.
Bethesda ya era conocida y reconocida por su serie de rol de fantasía The Elder Scrolls y el salto a la postguerra nuclear parecía demasiado grande, de ahí que inicialmente los fans de la serie mostraran su inquietud, pero ese miedo se convirtió en entusiasmo cuando en 2008 salió el juego, que tiene una nota media de 93 en Metacritic.
Un equipo entusiasta de los dos primeros Fallout
Todd Howard, productor ejecutivo de lo que hoy es Bethesda Games Studios, ha reconocido en varias ocasiones que le encantaron los primeros dos Fallout y que optaron por comprar la serie en lugar de diseñar una de cero porque les atraía lo que había creado el equipo original, sobre todo las ideas de una empresa fabricante de refugios nucleares, Vault-tec y el toque de los años 50 como el momento en que se desata la guerra definitiva.
Bethesda demostró saber muy bien lo que tenía entre manos y lo elevó a otro nivel. Pocas veces un juego ha sido tratado con tanto cariño y entusiasmo. Como indicaba el análisis de Vandal, Fallout 3 no tenía nada que envidiar a los dos primeros juegos de la serie sino que incluía detalles que lo hicieron único. Mostraba al personaje desde su nacimiento para que luego el jugador decidiera el aspecto y le llevaba a tener que superar una prueba para abandonar el Vault 101, integrando en el propio juego estos elementos que se solían resolver en un menú.
La hostilidad del Yermo
Al salir al Yermo radioactivo el jugador primero se quedaba literalmente deslumbrado y luego percibía la hostilidad del ambiente en lo que había sido Washington D.C. y se enfrentaba a todo tipo de seres, desde escorpiones gigantescos a saqueadores o mutaciones entre las ruinas y la contaminación nuclear.
El rol era clave: siempre había que tener en cuenta las características elegidas para el personaje y las habilidades potenciadas con los puntos obtenidos y había que interactuar con los habitantes de distintos enclaves en la superficie eligiendo entre varias opciones de diálogo para resolver la situación en una u otra dirección.
Sistema V.A.T.S. para elegir dónde disparar
Son muchas las características que daban personalidad al juego: beber alcohol mermaba la capacidad intelectual pero daba otros beneficios, el sistema V.A.T.S. permitía elegir la parte del enemigo a la que se disparaba y los combates eran imprevisibles.
Bethesda ha mantenido después el pulso firme con nuevos juegos que seguían esta línea, como Fallout: New Vegas o Fallout 4 o se ha arriesgado por nuevos caminos como Fallout 76. La espera para un nuevo juego de la serie parece larga ya que, tras el lanzamiento de Starfield el estudio está inmerso en el desarrollo de The Elder Scrolls VI no parece que en los próximos años,.
