The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom se estrena este viernes 12 de mayo para Nintendo Switch. El nuevo juego de la saga es una secuela directa de The Legend of Zelda: Breath of the Wild; muchos llegaréis a la nueva aventura habiendo pasado varios años desde que jugasteis el título de Switch y Wii U, y otros os adentraréis directamente en un Hyrule más misterioso que nunca. Tanto para los unos como para los otros, hemos resumido sin entrar en demasiados detalles los acontecimientos clave de la historia del título de 2017 y de su contenido adicional, La balada de los elegidos.
Una historia de mitos contada con flashbacks
La particularidad de esta trama es que lo más importante sucede antes de que el jugador tome el mando: excepto algunos acontecimientos clave que Link y quien lo controla experimentan en el momento actual, lo relevante sucede miles de años en el pasado (lo que se cuenta al comenzar la partida) o un siglo antes de la aventura (los recuerdos que el héroe va despertando).
10.000 años antes, Hyrule está en la era de la prosperidad gracias a los avances tecnológicos de la tribu sheikah. Pero Ganondorf, contra el que lucharon hace milenios, empieza a revivir. Los sheikah construyen a los Guardianes y a las Bestias divinas para ayudar a defenderse del ataque de Ganon. La princesa de Hyrule y un héroe, junto a toda esta tecnología, consiguen derrotar a Ganon. Después de la hazaña, el rey de Hyrule manda enterrar bajo tierra todas esas máquinas de guerra. Con la amenaza vencida y los avances sheikah, continúa la prosperidad del reino durante años y años...
100 años antes de los eventos del juego, la historia de la derrota de Ganon se ha convertido en una leyenda, en un mito. Hyrule ya no es el reino boyante que era. En esas que nace la princesa Zelda, que trae bajo el brazo el presagio de una pitonisa: Ganon renacerá. Zelda viene de una estirpe que, en el pasado, ha tenido los poderes para derrotarlo; su madre conoce las enseñanzas de esas magias, pero muere cuando la princesa tiene seis años y no es capaz de contárselo.
La aventura de Zelda
Por ello, Zelda se embarca en un peregrinaje a lo largo de Hyrule para intentar despertar esos poderes, pero no lo consigue. Así que intenta hacerlo de otro modo: busca entender la tecnología sheikah que salvó al reino en el pasado, a la vez que se organizan excavaciones para encontrar las Bestias Divinas. Tanto la princesa como otros investigadores tratan de averiguar cómo funcionan las Bestias, los Guardianes y los otros artefactos de la Tribu de las Sombras.
A la vez, se busca a los Elegidos que pilotarán las Bestias Divinas: Mipha (Zora), Daruk (Goron), Revali (Oni) y Urbosa (Gerudo). También el héroe, Link, un soldado que ha ido ascendiendo en el ejército hyliano, y que, armado con la Espada Maestra, se convierte en el caballero protector de la princesa al derrotar a un Guardián.
Pero llega el Cataclismo: Ganon vuelve. Las acciones del reino se vuelven en su contra. El villano posee a los Guardianes que se estaban desenterrando, y mata a poblaciones enteras y al propio rey. También domina a las Bestias Divinas y mata a los Elegidos, atrapando su espíritu en las máquinas. Link y Zelda intentan escapar, pero en la huida interminable Zelda despierta el poder de la Trifuerza de la Sabiduría, y protege a Link de una muerte segura.
La Espada Maestra se comunica con Zelda en ese momento y le dice que lleve a Link, inconsciente, al Santuario de la Vida, donde podrá sanar sus heridas. Zelda devuelve el arma al Bosque Kolog, deja al héroe con los sheikah, y después se dirige al Castillo de Hyrule para combatir directamente a Ganon, y pasa los siguientes 100 años conteniéndolo.
La misión de Link
Un siglo después, Link despierta, pero ha perdido la memoria. Los sheikah le han dejado una tableta donde hay fotografías de lugares de Hyrule que tendrá que visitar para recordar lo acontecido un siglo antes. Poco después de salir del Santuario de la Vida se encuentra a un señor que le cuenta la historia de Ganon y le advierte de que las Bestias Divinas están provocando desastres a lo largo de Hyrule. Ese hombre, que le guía hacia la Aldea Kakariko, resulta ser el espíritu del Rey Rhoam de Hyrule.
Allí conoce a Impa, una sabia sheikah que conoce todo lo que pasó con Ganon, y que tiene un mensaje de Zelda para Link: debe liberar las Bestias Divinas y enfrentarse a Ganon, lo que lo lleva a viajar por todo Hyrule. En la Región de los Zora conoce al príncipe Sidón; juntos evitan que Vah Ruta, la bestia divina del agua, destroce el hogar de los Zora al matar a uno de los espíritus de Ganon que la controlaba. Lo mismo se repite en las otras regiones: en la Ciudad goron (con Vah Rudania y Yunobo), en el Poblado orni (con Vah Medoh y Teba) y en la Ciudadela gerudo (con Vah Naboris y Riju).
Una vez calmadas las bestias divinas, Link debe encontrar la Espada Maestra, que halla en el Bosque Kolog. Pero hay otra Bestia divina que solo aparece en el contenido adicional La balada de los elegidos, y tras ayudar a Nyel a recomponer su canción y después de derrotar al monje sheikah Makkosh, el orni le ayuda a despertar un último recuerdo: los cinco elegidos (Link incluido) siendo declarados caballeros del reino de Hyrule.
Y llega el final. Link se dirige al Castillo de Hyrule para combatir a Ganon, guiado por la voz de Zelda. Con la ayuda de las Bestias divinas, manejadas por los espíritus de los elegidos, lo derrota, pero no muere, sino que se transforma en Ganon, bestia de las tinieblas. Link recibe el favor de Zelda en la forma del Arco de la luz, con el que Link y el espíritu de la princesa derrotan a la criatura. Juntos, se proponen reconstruir el Reino de Hyrule, algo que descubriremos si han conseguido o no a partir de este viernes en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom.
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