Ya queda muy poco para disfrutar de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, que se pondrá a la venta el 12 de mayo, y que como os contamos en nuestras impresiones, tiene una pinta espectacular. Para hacer más llevadera la espera, cada día de aquí hasta su lanzamiento vamos a repasar un juego de la saga, desde los más recientes hasta los más antiguos.
The Legend of Zelda: Twilight Princess (2006)
No fueron pocos los fans de The Legend of Zelda que echaron el grito en el cielo cuando The Legend of Zelda: The Wind Waker se puso a la venta en exclusiva para Nintendo GameCube allá por 2003. La estética cel-shading no terminó de convencer a todo el mundo, sobre todo porque, tras lo visto en The Legend of Zelda: Ocarina of Time y The Legend of Zelda: Majora's Mask, muchos esperaban que la saga siguiese apostando por un estilo artístico realista junto con un tono más serio y adulto. Como bien sabréis, pese a que en un principio podía parecer que el título era infantil por su aspecto visual, lo cierto es que el juego distó de tener un enfoque adecuado para niños, aunque eso es otra historia.
Es importante recordar el revuelo que causó The Wind Waker en su día para entender por qué The Legend of Zelda: Twilight Princess es como es. En un intento por complacer a los seguidores de la serie y ofrecerles una nueva aventura más acorde a sus preferencias, el equipo dirigido por Eiji Aonuma decidió que la siguiente entrega tendría un sabor más parecido al de los títulos de Nintendo 64 y que recuperaría gran parte de su esencia. El resultado fue una obra excelente que ningún aficionado que se precie debía perderse, pero también muy conservadora en muchas de sus facetas.
¿Demasiado parecido a Ocarina of Time?
La nostalgia es, como se suele decir, un arma de doble filo, además de un recurso que debe usarse con sumo cuidado. Twilight Princess es un título que no se esconde ni se avergüenza a la hora de remarcar en cada ocasión que puede que es una obra diseñada para complacer y apelar a todos aquellos que amaron Ocarina of Time de manera incondicional. En este sentido, el juego no solo responde a la demanda de recuperar el aspecto realista y un tono más oscuro y siniestro, sino que cuenta con incontables guiños, homenajes y referencias a la primera y revolucionaria entrega de The Legend of Zelda en tres dimensiones.
De esta manera, cualquiera que se adentre por primera vez a Twilight Princess y haya disfrutado previamente del clásico de Nintendo 64, será capaz de reconocer al instante tanto escenas como localizaciones, personajes, artefactos y melodías, entre otros aspectos, reminiscentes a Ocarina of Time. ¿Es por ello una obra falta de personalidad? En absoluto. Twilight Princess tiene mucho fanservice, algo que no es malo como tal, ya que sabe dosificarlo bastante bien, y por suerte también se las ingenia para desmarcarse lo suficiente de Ocarina of Time como para sentirse un juego independiente y con entidad propia.
El toque diferenciador de Twilight Princess
Es casi imposible que Twilight Princess no invada a los fans de Ocarina of Time con una sensación de déjà vu más o menos constante durante el transcurso de su historia. Sin embargo, el juego suple genialmente estos paralelismos y semejanzas con un buen puñado de elementos de cosecha propia. El primero de ellos es Link Lobo, una transformación única de esta entrega que permite al héroe de Hyrule adoptar el aspecto de un cánido para hacer uso de sus habilidades, como por ejemplo rastrear olores gracias a su olfato agudo, además de escarbar para desenterrar objetos, usar sus zarpas y su potente mandíbula para despachar a los enemigos, e incluso entender la lengua de los animales.
Tampoco nos olvidamos de las Técnicas Secretas del Arte la Espada, una serie de movimientos y ataques especiales que Link puede aprender de manera opcional, aunque merece la pena conseguirlas todas al ser muy útiles en los enfrentamientos más complicados. Dejando a un lado las mecánicas de juego, no podemos olvidarnos de reivindicar a Midna, uno de los mejores personajes acompañantes que nos ha regalado la serie. La Princesa del Crepúsculo no solo es arrebatadora por su carisma y el aura de misterio que la rodea durante los primeros compases de la aventura, sino también porque es capaz de ganarse nuestro corazón a medida que su comportamiento y motivaciones evolucionan de manera muy natural conforme avanza la trama.
Todo un imprescindible para cualquier amante de Zelda
Puede que Twilight Princess no sea el Zelda más original e inspirado que ha desarrollado el equipo de Aonuma, pero si todavía perdura en nuestra memoria tras más de quince años desde su estreno es por algo. Gran parte de la culpa de que sea un videojuego tan querido y recordado reside en sus espectaculares jefes finales, amenazantes y gigantescos a partes iguales al más puro estilo de Shadow of the Colossus, y sus mazmorras, las cuales están diseñadas con mucho ingenio. Tampoco se queda atrás su música, que cuenta con temas emblemáticos, entre los que se encuentra el inconfundible Midna's Lament, y su final, uno de los mejores de la franquicia por ser atrevido y emotivo a partes iguales.
A continuación podéis consultar los anteriores artículos de nuestra cuenta atrás hasta Tears of the Kingdom:
- The Legend of Zelda: Link's Awakening (2019)
- The Legend of Zelda: Breath of the Wild (2017)
- The Legend of Zelda: A Link Between Worlds (2013)
- The Legend of Zelda: Skyward Sword (2011)
- The Legend of Zelda: Spirit Tracks (2009)
- The Legend of Zelda: Phantom Hourglass (2007)
Vandal ofrece noticias de videojuegos los siete días de la semana, cubriendo la actualidad del sector. En estas páginas encontrarás noticias sobre nuevos anuncios de juegos, fechas de lanzamiento, tráilers y otros detalles, así como información sobre la industria del videojuego y la vibrante cultura que se está creando en torno al ocio interactivo. ¡No olvides decirnos lo que te parece este artículo o darnos tu opinión sobre el tema participando en los comentarios!