El medio Axios ha compartido hace apenas unas horas un interesante informe que trata sobre el estado de la industria del videojuego en Japón, especialmente centrado en las consolas PlayStation y Xbox. Según 11 congresistas que actualmente presionan a la administración de Biden, las prácticas comerciales de Sony con su división de PlayStation están bloqueando activamente a las empresas estadounidenses para que compitan en el mercado de los videojuegos. Como resultado de estas prácticas, la posición de Xbox se ha visto perjudicada en este mercado.
Durante una audiencia, la senadora Maria Cantwell presionó a la Representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, sobre esta cuestión en concreto. La administración de Biden recibió dos informes que pretendían sacar a la luz un desequilibrio notorio en el mercado japonés de los videojuegos. Al parecer, según se puede leer en dichos informes, PlayStation se ha hecho "injustamente" con el 98 % del mercado de consolas de gama alta en Japón y ha firmado múltiples acuerdos para alejar los juegos japoneses de la consola de Microsoft.
Teniendo en cuenta las últimas demandas de Sony en relación con la "competencia leal" que se han presentado ante la FTC y la CMA por la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, desde luego es un tema que podría tornar la balanza a favor de Microsoft. Según los mismos informes redactados por el bando republicano, los acuerdos que Sony ha hecho en Japón podrían incluso violar las leyes antimonopolio del país. Además, las repercusiones de estas prácticos no solo afectarían a Microsoft, sino también a numerosos desarrolladores y editores de juegos estadounidenses que venden sus productos a nivel global pero que ven mermados sus ingresos en Japón.
Se pretende abrir una investigación sobre el caso
Las cartas han sido redactadas por ambos bandos políticos -demócratas y republicanos-, quienes exigen inmediatamente una investigación sobre las prácticas comerciales adoptadas por Sony PlayStation. Además, una portavoz de Microsoft ha declarado a Axios que las tácticas anticompetitivas de Sony merecen un debate, mientras que los miembros de la Cámara del Congreso de los Estados Unidos han pedido que se haga llegar este asunto al gobierno japonés para detectar "barreras adicionales" a las empresas estadounidenses que puedan impedirles acceder al mercado japonés de los videojuegos. Está por ver cómo se resolverá el caso.
