Ha fallecido Koichi Sugiyama, el conocido compositor del la saga Dragon Quest de Square Enix. La noticia ha sido publicada en la web oficial de los juegos de rol, donde se revela que murió el pasado 30 de septiembre a los 90 años de edad por un shock séptico. De manera indirecta, el mundo ajeno a los videojuegos le había podido escuchar en las actividades de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 -celebrados este año-.
A lo largo de su carrera Sugiyama ha compuesto más de 500 temas para Dragon Quest a lo largo de varias décadas. Según el libro de los Record Guinness era el compositor más antiguo de juegos, pues empezó con el original en 1986 y su último trabajo lo encontraremos en Dragon Quest XII: The Flames of Fate, anunciado pero aún en desarrollo. El primer juego de Sugiyama fue World Golf para Enix.
Sus composiciones orquestales fueron pioneras en los videojuegos, pues no era nada habitual que estas bandas sonoras se interpretasen y grabasen con orquestas a mitad de los años 80.
Una vida centrada casi exclusivamente en Dragon Quest
Koichi Sugiyama siempre se ha identificado con Dragon Quest, al igual que Nobuo Uematsu ha marcado la ambientación sonora de Final Fantasy. Casi toda su carrera en videojuegos se ha dedicado a estos juegos y sus spin-off salvo por unas pocas excepciones como Mystery Dungeon: Shiren the Wanderer, Torneko: The Last Hope, E.V.O.: Search for Eden o la mencionada saga World Golf.
También participó en varias películas y series, incluyendo Return of Ultraman, Godzilla vs. Biollante y naturalmente varias producciones de Dragon Quest, como Dragon Quest: The Adventure of Dai -Dragon Quest: Las aventuras de Fly en España-, Dragon Quest: Dai no Daibōken Tachiagare!! Aban no Shito, Dragon Quest: Dai no Daibōken Buchiya bure!! Shinsei Rokudai Shoguo y la más reciente de 2019, Dragon Quest: Your Story.
Square Enix celebrará algún tipo de homenaje en el futuro
El funeral del compositor fue privado y exclusivo para familiares y amigos cercanos, y Square Enix ha pedido a los fans que se abstengan de enviar regalos y condolencias por el momento en espera de una "fiesta de despedida" que está planeada para los próximos meses, aún sin fecha concreta.
