Análisis Dragon Quest XI S: Definitive Edition, el viaje casi definitivo del Luminario (Xbox One, PS4, PC)
Hablar de Dragon Quest es hacerlo de una de las sagas más veteranas, importantes e influyentes de toda la historia del ocio electrónico. Si bien por estos lares no goza de la misma popularidad que otras series del género como Final Fantasy, en Japón es un auténtico fenómeno de masas desde su primerísima entrega, lanzada hace la friolera de 34 años. Aquella inolvidable aventura sentó las bases del RPG japonés y dio origen a una nueva forma de hacer videojuegos, llegando a traspasar las barreras del medio para convertirse en un elemento de la cultura actual nipona.
Desde entonces, la saga nos ha dejado con once maravillosas entregas numeradas e infinidad de cuidados spin-offs que nos han hecho disfrutar durante horas frente a la pantalla de nuestro televisor. Si hay algo que es digno de admirar de la obra de Yuji Horii es lo tremendamente fiel que es a sí misma y a sus pilares fundacionales, creando un sello propio y muy distintivo al que nunca le han afectado las modas ni tendencias del mercado.
Cuando te lanzas a por un Dragon Quest sabes que vas a tener combates por turnos, cuentos de fantasía medieval repletos de dragones, princesas, reinos malditos, señores oscuros y héroes elegidos, enemigos diseñados por Akira Toriyama que difícilmente podrían tener más carisma, partituras compuestas por Koichi Sugiyama y una estructura de juego tremendamente clásica en la que las laberínticas mazmorras, los puzles y los pueblos y ciudades están a la orden del día.
Y esto fue justo lo que nos ofreció Dragon Quest XI: Ecos de un pasado perdido cuando se estrenó en PlayStation 4 y PC (también hay una versión para Nintendo 3DS, aunque, por desgracia, nunca salió de Japón), convirtiéndose de paso en uno de los mejores JRPG de la generación y en nuestra entrega favorita de la serie, lo que no es poco decir precisamente.
Por si no fuese suficiente, el año pasado Square Enix nos deleitó con una fantástica conversión para Switch que traía consigo la coletilla de "Edición Definitiva", aportando multitud de jugosos e interesantes extras, como nuevas misiones de historia centradas en los miembros de nuestro grupo, banda sonora orquestal, la posibilidad de jugar en un modo retro con gráficos de 16 bits y combates adaptados, y un largo etcétera que hicieron de ella la mejor versión que existe de esta aventura incluso a pesar de los recortes gráficos que se tuvieron que hacer para llevarla a los circuitos de la consola híbrida de Nintendo.
Por suerte, los usuarios del resto de plataformas no se van a quedar sin poder disfrutar de esta edición mejorada y ahora llega Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido - Edición Definitiva a Xbox One, PlayStation 4 y PC, un hecho muy significativo, pues es la primera vez que la serie se estrena en una consola Xbox y no solo eso, sino que lo hace por la puerta grande al estar incluido desde el primer día en la suscripción de Xbox Game Pass.
Y sí, sigue siendo todo un imprescindible para cualquier amante de los JRPG.
La edición casi definitiva
Lo primero que tenemos que comentaros es que nos encontramos ante una conversión directa del mismo juego que se lanzó el año pasado para Switch, por lo que os recomendamos que le echéis un vistazo tanto al análisis que le dedicamos a esta entrega cuando se lanzó en PC y PS4 como al que realizamos para la plataforma de Nintendo si queréis profundizar en todos sus pros, contras y contenidos, pues en este texto nos vamos a centrar en el trabajo de conversión que se ha llevado a cabo.
A modo de resumen, lo principal que debéis saber es que estamos ante un JRPG muy, muy tradicional que sin necesidad alguna de innovar es capaz de sumergirnos en una encantadora historia repleta de personajes carismáticos, maravillosas aventuras y emocionantes combates por turnos contra todo tipo de criaturas. Completar solo su trama principal es algo que nos puede llevar entre 80 y 100 horas, cifra a la que tenéis que sumarle multitud de actividades opcionales, misiones secundarias y secretos que deberéis descubrir explorando su vasto mundo.
Se trata de un viaje que merece muchísimo la pena y que siempre consigue mantener nuestro interés con unas mazmorras bien diseñadas, enemigos que nos obligarán a adaptar nuestras estrategias, unos giros de guion gigantescos y que rara vez te ves venir y una coherencia en la construcción de su universo que nos parece simplemente magistral, con un mundo siempre cambiante y que reacciona a los hechos que van teniendo lugar en él.
Pero probablemente, a estas alturas muchos os estaréis preguntando qué tal ha salido esta nueva edición. La respuesta corta sería "muy bien", la larga "pero con leves matices". Como hemos dicho unas líneas atrás, se trata de una conversión directa del título de Nintendo Switch, con todo lo bueno y malo que ello conlleva.
En la parte positiva esto significa que podremos disfrutar de todos sus extras: doblaje japonés, música orquestal, la posibilidad de visitar los mundos de anteriores Dragon Quest, Modo Retro 2D, nuevas historias y misiones, Modo Foto y otras tantas mejoras y novedades que hacen de esta su edición más completa. La mala noticia es que esto también equivale a que se han mantenido muchos de los sacrificios gráficos que se hicieron para que el título funcionase en la consola híbrida.
Esto último deriva en que tenemos modelados de personajes y otros elementos del escenario con una carga poligonal algo menor que lo que vimos originalmente en PS4 y PC, una iluminación muchísimo menos compleja, una distancia de dibujado menor y unos efectos gráficos menos vistosos, lo que resulta muy decepcionante si tenemos en cuenta que ahora estamos hablando de máquinas bastante más potentes.
Ahora bien, no queremos que nadie se lleve a engaños, ya que el juego se ve realmente bien y sigue siendo una aventura preciosa. De hecho, en PS4 Pro, PS5, Xbox One X y Xbox Series X (esta última es la versión que hemos podido jugar) la resolución es de 4K y ahora todo se mueve a 60 imágenes por segundo estables como rocas. Todo esto consigue que el título se vea inesperadamente bien y que incluso podamos apreciar detalles que ni de casualidad eran visibles en Switch, especialmente en muchas de las texturas de los enemigos y los personajes, las cuales se ven de lujo.
Si os somos sinceros, hemos tenido que poner la versión original de PS4 frente a la nueva en Xbox Series X para apreciar bien los recortes de los que os hemos hablado, ya que todo luce tan bonito y con una calidad de imagen tan alta que no nos valía con tan solo tirar de memoria para verlas de forma clara. O lo que es lo mismo, si este va a ser vuestro primer contacto con el juego, difícilmente le pondréis muchas pegas a su apartado audiovisual.
Esto no quita que al final la sensación que nos deje es la de ser una oportunidad perdida de combinar lo mejor de todas las versiones del juego (los gráficos de PS4 y PC y los contenidos extra de Switch) para ofrecernos su auténtica edición definitiva, lo que es una pena y un movimiento difícil de defender. Eso sí, si tenéis que escoger entre la original y esta nueva, os aconsejamos que os lancéis de cabeza a por esta última, ya que las mejoras de rendimiento y resolución y los contenidos extras compensan de sobra la pérdida de detalles de su aspecto técnico.
Más allá de esto no hay mucho que comentar, aunque no podemos cerrar este texto sin recalcar que en las consolas de nueva generación las cargas son prácticamente inexistentes, reduciéndolas a tan solo 2 o 3 segundos como máximo. Y sí, los textos vuelven a estar maravillosamente traducidos al español mientras que las voces se mantienen en japonés e inglés.
Conclusiones
Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido - Edición Definitiva es un juego imprescindible para cualquier amante de los JRPG que no podemos dejar de recomendar en cualquiera de sus versiones, incluyendo esta nueva para PS4, Xbox One y PC de su edición más completa. Es una auténtica pena que se hayan mantenido los recortes gráficos que sufrió en Switch, pero en términos generales se sigue viendo precioso, especialmente si disponéis de una plataforma donde podáis alcanzar los 4K y los 60 fps. Si nunca habéis acompañado al Luminario y sus amigos en esta épica y maravillosa epopeya, no lo dudéis: aquí tenéis la excusa perfecta para disfrutar de un viaje que difícilmente olvidaréis y que os recordará por qué Dragon Quest es una de las mayores instituciones de la industria del videojuego.
Hemos realizado este análisis en Xbox Series X gracias a un código que nos ha proporcionado Koch Media.