Facebook lamenta los problemas en Oculus por la caída de su red

Oculus requiere una cuenta de Facebook y los usuarios se quejan de esta dependencia con la red social, que ayer desapareció durante seis horas.
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Si sois usuarios de redes sociales o mensajería seguramente sabéis que WhatsApp, Instagram y Facebook dejaron de funcionar unas seis horas en la tarde de ayer. El problema no sólo afectó a los usuarios de estas plataformas sino a Oculus, también una empresa de Facebook, que utiliza la sesión de inicio de la red social: "Somos conscientes de que algunas personas están teniendo problemas accediendo a nuestras aplicaciones y productos. Estamos trabajando para devolver las cosas a la normalidad tan pronto como sea posible, y sentimos cualquier inconveniente", dijo la cuenta oficial de Oculus.

Mark Zuckerberg ha lamentado la situación en un mensaje en el que dice saber "lo mucho que confiáis en nuestros servicios para estar conectados con la gente que te importa".

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La caída general ha puesto de manifiesto la debilidad de los servicios de Facebook y el inconveniente que esto supone para usuarios o desarrolladores de Oculus. Los comentarios en las últimas horas han sido críticos con la decisión de obligar a usar una cuenta de Facebook: "Sé que os gustan los jardines con verjas y controlar absolutamente todo pero esto es una experiencia terrible. ¿Facebook caída? No hay VR. ¿Facebook hackeado? No hay VR. ¿Cuenta de Facebook expulsada? No hay VR", dice un usuario en Twitter.

"Que Oculus esté conectado a Facebook es increíblemente estúpido y todos pagamos mucho por estos servicios", dice otro mensaje airado que habla de demandas.

¿Error o sabotaje?

Durante los primeras horas se especuló con la causa del incidente, y la posibilidad de un ataque hacker. El fallo se ha debido a un cambio en la configuración en los routers que coordinan el tráfico de la red entre sus centros de datos, un efecto dominó en la forma en la que se comunican todos los centros de datos de Facebook, lo que provocó un colapso de todos sus servicios deteniendo así la actividad externa, pero también interna. La falta de explicaciones detalladas deja en duda si se trató de un error fatal o algún tipo de sabotaje realizado desde dentro por algún descontento con las filtraciones que dejan en mal lugar la cultura de la empresa, según informa El Español.

Ramón Varela

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