Call of Duty: Warzone vuelve a protagonizar una oleada de expulsiones masiva en sus dominios. Después de que en marzo se expulsaran a más de 13.000 tramposos, el mes de abril ha arrancado para el título de Activision y Raven Software con la expulsión de otros 15.000 jugadores. El battle royale gratuito debutó en España y en todo el mundo el pasado mes de marzo de 2020, en las plataformas PC, PS4 y Xbox One; en noviembre llegaba a PS5 y Xbox Series X/S. Raven Software anuncia que se producirán más expulsiones próximamente. Este hecho tiene lugar después de que el juego recibiera un nuevo y potente rifle francotirador: el ZRG 20mm.
New #Warzone ban wave today.
Another 15,000 accounts banned.
More to come.— Raven Software (@RavenSoftware) April 7, 2021
Warzone continúa su batalla contra los tramposos
El pasado 2 de febrero, Activision indicó que habían repartido más de 300.000 expulsiones permanentes en todo el mundo desde que el juego se lanzó en marzo de 2020. "Sabemos que los tramposos buscan vulnerabilidades constantemente y continuaremos dedicando recursos las 24 horas del día, los 7 días de la semana para identificar y combatir los tramposos, incluidos los aimbots, wallhacks, entrenadores, trucos de estadísticas, de texturas, de tablas de clasificación, inyectores, editores hexadecimales y cualquier software de terceros que se utilice para manipular los datos del juego o la memoria", esgrimió la compañía.
"Nuestros esfuerzos continuos de seguridad y aplicación de la ley abarcan toda la saga en Warzone, Modern Warfare y Black Ops", concluían. A pesar de estos mencionados esfuerzos, parece que este es un problema que tardarán mucho tiempo en erradicar de sus juegos: portales como EngineOwning, la aplicación amiga de los tramposos en Warzone, anunciaron a su vez que estaban "actualizando" el software para eludir las restricciones de la compañía.
"Nuestro objetivo es combatir tanto a los tramposos como a los proveedores de trampas", apuntaba en febrero Activision.
Warzone ha conseguido atraer a más de 85 millones de jugadores a fecha del pasado mes de diciembre, según los datos de Activision. Una popularidad que ha sido caldo de cultivo para los tramposos. Recientemente la firma también se vio obligada a advertir que hay malware escondido en las trampas de Warzone: lo que se traduce en que los hacks realmente no funcionan, pero dejan el ordenador infectado.