Valve es una de las empresas más importantes entre los jugadores de PC tanto por videojuegos tan conocidos como Half-Life, Counter-Strike o DOTA 2 como por Steam, su popular tienda online utilizada por jugadores de todos los rincones del planeta.
Hoy la compañía que dirige Gabe Newell es protagonista porque se enfrenta a una demanda que la acusa de usar su posición de poder como tienda digital de PC para forzar a que otras desarrolladoras vendan sus videojuegos al mismo precio que en Steam, sin importar si utilizan sus propias tiendas digitales (como uPlay) o también distribuyen el juego en la competencia de Steam (Epic Games Store o GOG).
"Valve abusa de la posición de poder en el mercado de Steam obligando a los desarrolladores de videojuegos a aceptar una disposición de 'Naciones más favorecidas' que se incluye en el acuerdo de distribución de Steam", reza la demanda que aclara que esta disposición hace que "los desarrolladores de videojuegos acuerden que el precio de un juego de PC en la plataforma Steam será el mismo precio por el que estas desarrolladoras venden sus juegos de PC en otras plataformas".
Una traba para mantener los precios de los vidoejuegos altos
Según defienden los demandantes, esta cláusula busca mantener los precios altos para los consumidores ya que la competencia entre tiendas debería hacer que los precios de los videojuegos disminuyan. Además aseguran que también "obstaculiza la innovación y suprime la producción ya que actúa como una barrera adicional a la entrada de posibles plataformas rivales".
"Cuando un mercado como este está tan concentrado un nuevo competidor puede beneficiar a los consumidores rebajando los precios del operador tradicional", defiende la demanda. "La capacidad de ofrecer juegos de PC a precios más bajos es una de las formas por las que una empresa o un nuevo participante podría ganar cuota de mercado. Si este mercado funcionase correctamente, es decir, si esta cláusula no existiera y las demás plataformas pudieran competir en precio podrían ofrecer los mismos o mayores márgenes a los desarrolladores de videojuegos mientras ofrecen precios más bajos a los consumidores".
Valve por el momento no ha hecho declaración alguna acerca de esta demanda.