Ghost of Tsushima es el primer videojuego de Sucker Punch que toma como pretexto con un periodo histórico real, y menudo marco han escogido para hacer su debut. Tomando una base realista y cuidando al milímetro cada detalle, el equipo de PlayStation Studios ha realizado un trabajo pormenorizado creando su versión de las invasiones mongolas sufridas por Japón a finales del siglo XIII. Evitando elementos fantásticos o excesivamente ficcionados, el título de PlayStation 4, todo un canto de cisne para una consola que está en sus últimos meses antes de la llegada de su sucesora al mercado, intentará sorprender al jugador con una historia en la que el samurái Jin Sakai deberá plantar cara a un enemigo superior en número que intentará destruir y saquear el País del Sol Naciente a toda costa. Colaborando con la resistencia y otros guerreros, Sakai deberá defender a su tierra sin honor ni apenas recursos, luchando hasta su último aliento.
Si queréis saber más de la historia real en la que se basa Ghost of Tsushima os recomendamos nuestro especial, así como si deseáis saber el contexto del juego os invitamos a que echéis un vistazo al artículo y vídeo centrado en la historia del juego, en el que desarrollamos las claves de cada uno de los aspectos del libreto de los creadores de InFamous. Pero, ¿de dónde sale la inspiración estética y visual del título? ¿En qué se han basado para sacar una identidad artística tan marcada y atractiva? En el cine. Y principalmente en el de Akira Kurosawa, uno de los mejores directores de la historia del séptimo arte, al que Sucker Punch además homenajea con un curioso modo en blanco y negro, para que podamos ver el juego igual que estas míticas películas. En Vandal os seleccionamos algunas de las películas más importantes, influyentes o interesantes de cara al estreno de Ghost of Tsushima, ideales para hacer tiempo de cara a su inminente estreno en la consola de sobremesa de Sony.
Los siete samuráis
Hablar de Los siete samuráis (Shichinin no samurai, 1954) es hacerlo de una de las obras maestras más indiscutibles del séptimo arte. Influyente en el medio y en la manera de hacer cine en sí misma -seguro que habéis visto alguna adaptación como Bichos o Los siete magníficos-, ha sido votada como una de las mejores películas de la historia por parte de los directores una y otra vez, y se considera el epítome del trabajo cinematográfico de su director, Akira Kurosawa. Trasladándonos al Japón del siglo XVI, nos narra cómo un poblado de campesinos, hartos de ser saqueados y asaltados por un grupo de bandidos, deciden plantar cara.
¿Cómo? Contratando a un grupo de samuráis para que los ayuden y defiendan. Lo que en un principio iba a ser un trabajo más y con el que llenarse la panza, pronto se convertirá en una tarea en la que brillar como guerreros, y en la que la propia ética de estos mercenarios supondrá la verdadera diferencia. Con un Toshirō Mifune en estado de gracia, la película de los estudios Tōhō es una de esas joyas que hay que ver y disfrutar si queremos iniciarnos en el género.
Yojimbo
El género de los samuráis ha sido rubricado por dos nombres propios: Akira Kurosawa y Toshirō Mifune. La pareja de genios es el eje de un montón de producciones cinematográficas. Años después de Los siete samuráis, ambos firmaron otra de ellas, Yojimbo (yōjinbō, 1961), una película que en esta ocasión nos llevaba al 1860, una época de grandes alteraciones en Japón. La cinta intenta hacer un buen retrato del terremoto que supuso la creación y el surgimiento de la clase media en el país, un hecho que acabó destrozando el shogunato Tokugawa y que cambió por completo el panorama político, social y económico. Centrándose en un rōnin superviviente llamado Sanjurō (interpretado por Mifune), un samurái que en su día sirvió para la realeza y que ahora se limita a seguir adelante, el film muestra cómo esta espada libre consigue engañar a diferentes bandos, clanes y señores, intentando eliminar a todos los maleantes con ingenio pero también con el afilado borde de su katana. ¿Os suena la historia? Sí, Sergio Leone adaptó en 1964 de forma libre el argumento de la película de Kurosawa en Por un puñado de dólares, un hecho que acabó con litigios y acusaciones de plagio entre ambos directores.
Ran
Ran (1985) es una de las películas más ambiciosas y particulares de Akira Kurosawa. Adaptando la tragedia de El rey Lear de William Shakespeare, y con una estructura afianzada en el llamado Jidaigeki (el drama japonés), nos narra la caída de un señor de la guerra de la Era Sengoku, Hidetora Ichimonji (interpretado por Tatsuya Nakadai), quien decide abdicar en favor de sus tres hijos. Sin embargo, su decisión acabará desintegrando todo el reino por las luchas de poder desatadas entre sus propios vástagos. "Ran es una tragedia sobre el poder, la ambición y la estupidez de los hombres que deciden luchar y guerrear", comentaba Kurosawa sobre su propio film. El cineasta siempre la consideró como un proyecto irrealizable, pues le costó cerca de diez años encontrar tanto el presupuesto como la documentación histórica necesaria para darle forma con respecto a la visión que tenía en mente, decidiendo recoger elementos de la citada obra de Shakespeare y de leyendas propias del daimyō Mori Motonari, un soberano japonés que reinó la Región de Chūgoku durante la Era Sengoku.
La fortaleza escondida
¿Os gusta Star Wars? Bien, pues hablamos de una de las películas que inspiraron a George Lucas para la construcción y la estructura de su space opera, una cinta que ahondaba en la fantasía, el western y los films de samuráis, siendo La fortaleza escondida una de las citadas por el propio cineasta. La fortaleza escondida (Kakushi toride no san akunin, 1958) vuelve a traernos a la dupla formada por el director Akira Kurosawa y Toshirō Mifune en una aventura tan divertida como entretenida. Centrándose en la constante lucha por la supervivencia de dos campesinos pobres hasta decir basta, conoceremos sus desventuras y líos, llegando a ser escoltas de la princesa Yuki Azisuki (Misa Uehara). La eterna promesa de conocer el destino y la cuantía de un tesoro y una serie de giros harán que la película nos vaya conquistando a cada minuto con sus ingeniosos giros de guion y carismáticos personajes. Como curiosidad, cabe destacar que La fortaleza escondida fue la primera cinta de Kurosawa rodada en TohoScope, un formato de pantalla ancha bastante revolucionario para la época, así como presentada en su estreno en cines con el ambicioso sonido direccional Perspecta, que fue remasterizado en su lanzamiento doméstico en la edición de Criterion.
Sanjuro
Sanjuro (Sanjūrō, 1962) es la secuela de Yojimbo, contándonos de nuevo la historia del rōnin vagabundo interpretado por Toshirō Mifune, el cual decide tomar partido en un asunto de corrupción ayudando a un grupo de jóvenes samuráis en su lucha contra las fuerzas que están destrozando su cuidad y su propio clan. Si bien esta aventura dirigida por Kurosawa arrancó sus días como una adaptación literal del cuento Días pacíficos (Nichinichi hei-un) de Shūgorō Yamamoto, pronto la Tōhō decidió que lo mejor era incluir al personaje de Sanjuro, que había gozado de gran aceptación entre el público el año anterior, añadiendo a la historia la participación del antihéroe de Mifune. Aunque ha contado con nuevas versiones -en 2007 obtuvo una especie de remake llamado Tsubaki Sanjuro-, la cinta original sigue siendo vigente, y cuenta una de las secuencias más espectaculares de la filmografía del director.
Trono de Sangre
Palabras mayores. Trono de sangre (Kumonosu-jō, 1957) es otra de las obras capitales de Akira Kurosawa y una de las películas más importantes del cineasta con el permiso de Los siete samuráis y La fortaleza escondida, ambas presentes en este especial. Adaptando la obra Macbeth de William Shakespeare al Japón feudal, nos cuenta la historia de dos samuráis, Washizu y Miki, interpretados por Toshirō Mifune y Minoru Chiaki, los cuales regresan a casa tras ganar una batalla muy importante para su señor feudal. Sin embargo, cuando se internan en el bosque una extraña bruja les asalta y les hace una curiosa profecía: ambos serán grandes guerreros y dueños de importantes fortalezas. Pero las profecías tienen una doble cara, y la misteriosa anciana no les confiesa que ese destino está bañado de sangre. Trono de Sangre habla sobre la manipulación, la inherente ambición residente en las entrañas del ser humano y el peligro de estar condicionados por el propio destino. Ya sea sobre profecías autoimpuestas o sobre la propia naturaleza de la humanidad, la película de Kurosawa es interesante, absorbente y muy compleja, ideal para comprender las vicisitudes de una sociedad feudal y de los variopintos personajes existentes en la misma.
Harakiri
Harakiri (Seppuku, 1962), dirigida por Masaki Kobayashi (uno de los mejores directores de la historia, autor de Kaidan, Rebelión o Kaseki) está basada en la novela de Yasuhiko Takiguchi, y como otras tantas, nos traslada al periodo Edo y el shogunato Tokugawa. Centrándose en la historia de Hanshirō Tsugumo (Tatsuya Nakadai), un rōnin que vaga sin amo tras la paz impuesta por el shogunato, nos explica las penurias a las que estuvieron sometidos miles de samuráis durante este periodo, malviviendo en las calles de muchas ciudades y zonas de Japón. Pero también hace especial hincapié en la omnipresente hipocresía de los daimyō o señores feudales, cuya única preocupación no era otra que la de mantener las apariencias y la reputación de su propio clan, aunque tuviesen que manipular la verdad o condenar a los inocentes a la muerte y el suicidio a través del ritual conocido como harakiri o seppuku.
Rashōmon
Rashōmon es otra de las grandes películas del realizador japonés Akira Kurosawa y una de las más importantes cintas del séptimo arte, tan subversiva como influyente en obras posteriores. Basado en un cuento de Ryūnosuke Akutagawa, el film está protagonizado por Toshirō Mifune, Machiko Kyo y Takashi Shimura, llevándonos al siglo XII y contándonos el misterioso asesinato de un samurái a través de cuatro testigos diferentes. Con una arriesgada y novedosa estructura afianzada en los flashbacks, nos presentará las versiones de distintos testigos e implicados, otorgándonos como espectadores la posibilidad de comprender el contexto, señalar las contradicciones y comprender qué verdad se oculta tras el asesinato. Considerado uno de los proyectos más complejos de Kurosawa -pasó años intentando encontrar financiación para su idea hasta que la productora Daiei decidió rodarla-, hablamos de una película capaz de influir y cambiar para siempre las carreras de cineastas consagrados como Stanley Kubrick, Alfred Hitchcock, Quentin Tarantino (Reservoir Dogs) o Zhang Yimou (Hero). Sin ella, el cine como lo conocemos no sería el mismo.
Zatōichi
En 1962, Kenji Misumi firmó Zatoichi monogatari, Zaoitchi: The Tales of Zatoichi, la primera película de una saga que acabaría contando con más de una veintena de películas centradas en el mismo personaje. Basándose en las historias del novelista Kan Shimozawa y contando con el actor Shintaro Katsu como principal actor en casi todas las adaptaciones, nos lleva a conocer a Ichi, un masajista ciego muy hábil y luchador con la espada, el cual sin comerlo ni beberlo, se encuentra en mitad de una guerra brutal entre dos clanes yakuza rivales. El film es interesante por varios motivos. El primero de ellos es por su constante referencia al honor y al llamado código del bushido, y el otro por el acertado retrato de una sociedad japonesa en descomposición, llena de miserias y clases sociales muy marcadas y distintas entre ellas. Si os gusta, os recomendamos la segunda parte, Zoku Zatōichi Monogatari, aún más compleja en determinados temas y aspectos.
Kagemusha
Kagemusha o La sombra del guerrero llegó en 1980, con un ya consagrado Akira Kurosawa. El cineasta japonés nos contaba la historia de un criminal de clase baja entrenado para suplantar o servir como señuelo de un importante y moribundo señor feudal. Intentando engañar a los enemigos de su amo, su misión no es otra que la de encarnar a este señor de la guerra para evitar que sus dominios caigan en manos de los múltiples rivales que intentan hacerse con ellos. Kurosawa, basándose libremente en la historia del caudillo Takeda Shingen, culmina su cinta en una batalla, la de Nagashino, ocurrida en 1575, y rodada de una manera tan inteligente como íntima. El film fue todo un quebradero de cabeza para la Tōhō, que se vio incapacitada económicamente para terminarla. De hecho, Francis Ford Coppola y George Lucas, con la ayuda de 20th Century Fox, consiguieron poner el dinero restante y ayudar al nipón a distribuir la cinta a nivel internacional y en Occidente.
El 15 de julio, además, Sony estrenará un documental titulado Ghost of Tsushima deconstruido realizado por el director J.A. Bayona.
Vandal ofrece noticias de videojuegos los siete días de la semana, cubriendo la actualidad del sector. En estas páginas encontrarás noticias sobre nuevos anuncios de juegos, fechas de lanzamiento, tráilers y otros detalles, así como información sobre la industria del videojuego y la vibrante cultura que se está creando en torno al ocio interactivo. ¡No olvides decirnos lo que te parece este artículo o darnos tu opinión sobre el tema participando en los comentarios!