El coronavirus está afectando a eventos y, si la crisis dura mucho más tiempo, podría afectar no sólo a la fabricación de las nuevas consolas, sino también al desarrollo de los juegos. Sony ha publicado un comunicado en el que habla sobre el impacto potencial del COVID-19 en sus negocios, entre ellos PlayStation, y por el momento no hay ningún cambio de planes.
El sector de juegos y servicios es clave en Sony, y es el que afecta a su consola, pero se menciona que "no hay impacto material en el actual año fiscal" -que concluye el próximo martes-.
"Aunque no han aparecido problemas hasta ahora, Sony vigila los riesgos potenciales de retrasos en el calendario de producción para juegos, tanto first party como de estudios socios, principalmente en Europa y Estados Unidos".
En cuanto a los lanzamientos de Sony el más inmediato sería The Last of Us Part II, previsto para el 29 de mayo. El juego está cerca de ser terminado y de hecho ya sufrió un pequeño retraso para pulir ciertos aspectos, pero las nuevas condiciones de trabajo podrían cambiar la fecha a algo más tarde. Ghost of Tsushima llegará el 26 de junio, y también está desarrollado en Estados Unidos.
Juegos como Final Fantasy VII Remake y Resident Evil 3 Remake sí podrían sufrir algunos problemas en la distribución física, pero ambos mantienen las fechas de lanzamiento para los próximos días. Queda por ver si el coronavirus afectará el desarrollo a medio plazo, como los juegos previstos para otoño.
Sí afectó a las fábricas
El texto sí menciona que cuatro de las plantas localizadas en China, dos en Shanghái, una en Wuxi y otra en Huizhou, se cerraron a finales de enero siguiendo las órdenes del gobierno chino, pero ya están funcionando y recuperando el nivel de producción anterior al brote del virus. No hay ninguna mención a PlayStation 5 y sus planes de fabricación.
Impacto en otras divisiones
En música sí está afectando al lanzamiento de algunos discos por la interrupción en la cadena de fabricación de CD, además del descenso en música licenciada por la menor actividad o la producción de películas, cancelaciones de conciertos y más. De hecho, también se menciona el cierre de cines y las restricciones de movimientos en algunos países, lo que ha obligado a retirar películas estrenadas, el retraso de estrenos y la paralización en la producción de películas y programas de televisión.