Cyberpunk 2077 anunció hace escasos días que tendría que retrasar su fecha de lanzamiento hasta el próximo mes de septiembre. Esto propició que CD Projekt RED tuviera que reunirse con sus inversores para abordar la cuestión: fue en ese momento cuando Adam Kicinski, CEO del estudio, expresó abiertamente que los trabajadores tendrían que someterse a un duro crunch para llegar a la nueva fecha de salida. Desde la Asociación Internacional de Desarrolladores de Videojuegos (IGDA, por su nombre en inglés International Game Developers Association) han emitido un comunicado criticando la decisión del estudio polaco. "Esperábamos que un estudio tan exitoso como CDPR tuviera los medios para afrontar un ciclo de desarrollo más largo", sostienen.
La industria critica la decisión de CD Projekt RED
Desde Gamedaily.biz, se han hecho eco del comunicado que ha enviado la Asociación Internacional de Desarrolladores de Videojuegos, donde cargan contra la decisión de CD Projekt RED de llevar a cabo duras jornadas laborales para garantizar que el juego vaya a salir el 17 de septiembre, como está fijado ahora en el calendario. Además, señalan que los jugadores tienen ahora "más conciencia" sobre las negativas consecuencias que el crunch tiene sobre los desarrolladores, y "comprenden mejor" los retrasos de los videojuegos.
"Esperábamos que un estudio tan exitoso como CDPR tuviera los medios para afrontar un ciclo de desarrollo más largo, para reducir así el crunch", expresó Renee Gittins, directora ejecutiva de IGDA.
"Si bien han notado previamente que sus períodos de crunch no son obligatorios, la presión del crunch es fuerte cuando conlleva pedir a los trabajadores que trabajen durante más horas, y es mucho más fuerte cuando se les pide que trabajen por las noches y en los fines de semana".
La práctica del crunch es una cuestión muy polémica y criticada por el sector: consiste en que los desarrolladores realicen una gran cantidad de horas extras para cumplir con los plazos de entregas. Eso podría suponer trabajar los fines de semana y los días festivos, tal y como expresa Gittins; a veces, sin pagas adicionales. Recientemente, una docena de empleados de Naughty Dog (The Last of Us) se pusieron en pie de guerra denunciando las jornadas laborales excesivas a las que tienen que hacer frente. Otro caso reciente es el de Rockstar (Red Dead Redemption 2), que admitió que sus trabajadores tuvieron periodos de trabajo de más de 100 horas laborales.
"El equilibrio entre el trabajo y la vida es fundamental para la salud mental de los desarrolladores, y los estudios deben considerar el bienestar de sus empleados al determinar una nueva fecha de lanzamiento", continúa Gittins. "Los jugadores se han vuelto más conscientes de las presiones que pesan sobre los desarrolladores de videojuegos y comprenden mejor los retrasos en los lanzamientos".
