MachineGames ve decepcionante y extraño cómo se ha cambiado la percepción y el rol de sus videojuegos de la saga Wolfenstein en unos años. Cree que se han vuelto excesivamente relevantes como empresa y saga, algo que jamás pretendían y que opinan les ha perjudicado debido al cambio político que se ha vivido en Occidente en los últimos años.
'Solo queríamos hacer buenas historias y ahora estos juegos son problemáticos'
"Es increíblemente extraño y decepcionante. Nunca quisimos que nuestras historias fueran relevantes, queríamos contar historias geniales e interesantes lo mejor que pudiéramos", explicaba Andreas Öjerfors a PCGamesInsider.
Según este creativo, la saga Wolfenstein ha generado un debate poco enriquecedor alrededor de la idea de base de sus videojuegos: matar y luchar contra la amenaza nazi de un Tercer Reich que ha conquistado todo el mundo. Si bien en 2014 parecía normal como pretexto para un videojuego, desde 2017 han percibido un cambio de sino político que los ha perjudicado.
"Pero luego, cuando comenzamos a hablar sobre Wolfenstein II: The New Colossus, comenzamos a recibir comentarios en internet sobre el tema del juego, que no era otra cosa que luchar contra los nazis", explica. "De alguna manera, algunas personas sintieron que eso era algo problemático, lo cual es increíblemente decepcionante", argumenta. "Hemos visto un aumento de la extrema derecha en el mundo occidental. Lo vemos en internet en gran medida. Los seguidores de la extrema derecha han demostrado ser muy influyentes en los debates online, afectando a la conversación en internet", añade.
"Y, por supuesto, tal vez nos usaron a nosotros para generar y lanzarnos poco de ira cuando estábamos haciendo Wolfenstein II", concluía. De hecho, hace unos días, uno de los desarrolladores de Wolfenstein Youngblood se vio obligado a cerrar sus redes sociales por críticas y acoso de algunos jugadores, que opinaban que la calidad del juego se había visto mermada y que la inclusión de micropagos era poco clara.