Scott Gelb, el jefe de operaciones de Riot Games, ha sido suspendido de empleo y sueldo durante dos meses después de que se vertieran sobre él varias acusaciones de abuso de posición y poder en el entorno laboral. Los padres de League of Legends, que llevan meses luchando contra las agresiones sexistas y el clima tóxico en sus oficinas se ven envueltos en un nuevo escándalo que demuestra la conducta inapropiada y poco profesional de algunos de sus integrantes.
Se tratan de medidas preliminares y pronto se iniciará una investigación
Todo ha salido a la luz a raíz de un artículo de Kotaku, en el que recalca que si bien la compañía sigue tomando medidas para limpiar de sus oficinas a todos los abusadores, los principales responsables de los comportamientos más tóxicos y retorcidos siguen estando a cargo de la empresa. El propio consejero delegado de Riot Games, Nicolo Laurent, ha sido el que ha confirmado a los empleados a través de un mail interno que están tomando las medidas necesarias para evitar que sigan cometiendo actitudes irrespetuosas.
"Gelb ha sido acusado de un comportamiento inapropiado y poco profesional", destacaba Laurent. El directivo será ahora investigado siguiendo los nuevos cauces de la empresa a nivel interno. En el mismo correo electrónico, Laurent reitera que si bien no se evalúan ni discuten estos casos de forma pormenorizada a nivel público, buscando siempre el anonimato, se ha hecho una excepción con Gelb.
"Como he mencionado, hemos tomado un fuerte compromiso a la hora de proteger a todos nuestros rioters. La privacidad y la integridad de la investigación es nuestra prioridad. Esto se traduce en que jamás oiréis de este tipo de casos, pero hay factores que nos han hecho tomar otra decisión con nuestro director de operaciones, Scott Gelb", afirmaba el máximo dirigente de la empresa.
"El comité especial de directores ha tomado la decisión de que este caso sea especialmente visible", confirmaba. Según explican en Riot Games, se debe al alto puesto que maneja y que demuestra que no hay figuras importantes que sean capaces de resistir a las acusaciones. La empresa quiere transmitir un mensaje de igualdad, pero Kotaku no está de acuerdo del todo. No obstante, el mes pasado Riot Games afrontó varias demandas por discriminación de género y acoso.
Gelb ha sido acusado de acosar, mofarse y hacer bromas pesadas a los empleados, a los que incluso obligaba a llevarle de un lado a otro montado encima suya como si fuese un jinete. "Durante años, Gelb ha sido acusado de eructar, tirarse pedos o incluso tocarle las partes íntimas a todos los empleados buscando hacer bromas pesadas con ello", explicaban fuentes a Kotaku.