Artem Moskowsky se describe como un "cazador de bugs", un hacker que localiza vulnerabilidades y errores para luego informar a los propietarios del servicio. Moskowsky encontró una manera de conseguir que Steam generase cientos de códigos gratuitos de cualquier juego en Steam, y ha sido recompensado por ello.
El hacker informó a Valve del fallo en agosto, pero es ahora cuando se ha hecho público -una vez solucionado-.
Valve ha pagado a Moskowsky 20.000 dólares por las molestias, una cifra que podría ser muy pequeña comparada con las pérdidas que habría supuesto si esta información cae en otras manos.
Según el resumen en HackerOne, el bug se aprovechaba de un problema con las herramientas de desarrollador de Steam. Utilizando "parámetros específicos" cualquiera con acceso a esas herramientas podía conseguir claves de juegos, aunque no fuesen los propietarios.
Valve ha informado que no hay evidencias de que este bug se haya utilizado con otros fines -por ejemplo, la reventa-. Moskowsky cita que en una ocasión pudo conseguir 36.000 claves de Portal 2, que en malas manos podrían tener salida en el mercado negro.