Rockstar ha hecho un gran esfuerzo para alejar Red Dead Redemption 2 de los lugares comunes del género de mundo abierto, según ha explicado Aaron Garbut, director artístico, a la revista británica Edge.
Para el equipo de desarrollo evitar los clichés era algo fundamental. "Nos hemos alejado de los lugares comunes habituales de los juegos de mundo abierto", señala Garbut. "Este juego no es una colección de misiones dentro de un gran mundo lleno de señales para hacer minijuegos y recados. Es todo mucho más sutil y más realista. No lo concebimos como un juego para ser jugador, sino como un lugar en el que perderse".
Desde luego, lo cierto es que el género de mundo abierto suele ceder a la fórmula descrita inicialmente por Garbut, empezando por los títulos de la propia Rockstar. Esto puede tener como consecuencia problemas en la estructura y organización del juego al ser difícil combinar la libertad de acción con un mundo amplio y darle al jugador suficientes cosas que hacer y que, además, sean variadas y entretenidas. Todo ello mientras se persigue una coherencia narrativa.
Todo indica que Rockstar ha hecho un esfuerzo especial con este juego para ayudar a redefinir el género y podría ser un adelanto de las novedades que se desarrollen más adelante en sus otras sagas, como la también aclamada Grand Theft Auto.
