Los juegos actuales de fútbol tienden a la simulación, y el estudio zaragozano Eclipse Games decidió que era hora de cambiarlo y recuperar la jugabilidad menos realista de los juegos de antaño. Asi surgió la idea de desarrollar Legendary Eleven, un arcade de fútbol con una jugabilidad algo chiflada que sale a la venta el 8 de junio en Switch (ya está como Acceso anticipado de Steam) y que han presentado esta mañana en el showroom de Nintendo en Madrid el programador del juego, Eduardo Jiménez, y el responsable del diseño, Antonio Ros.
Jiménez ha remitido a juegos como Super SideKicks, Nintendo World Cup o ISS Pro para explicar el espíritu que querían lograr en el juego: "Hemos quitado todo lo que nos parecía aburrido. Nada de físicas realistas; los jugadores corren más de lo que sería normal, saltan más y no pasa nada", ha dicho, y ha añadido: "Que sea todo muy exagerado, que no aburra".
Sencillo para cualquiera y vistoso para los expertos
El estudio quería que el control del juego fuera lo suficientemente sencillo como para ser accesible a cualquiera que no hubiese jugado a ningún juego de fútbol, por eso la mayoría de las jugadas se puede llevar a cabo con un botón, pero al mismo tiempo quiere que los jugadores más expertos tengan una sensación de espectacularidad.
Legendary Eleven tiene un diseño artístico muy peculiar. Lejos de otros juegos arcade en los que los personajes tienen grandes cabezas, el estudio ha optado por un dibujo estilizado y una estética que recuerda a los años 70, con profusión de bigotes espesos, barbas y pelos afro, y uniformes ajustados con medias altas y pantalón corto, todo aderezado con un toque cómico. Este aire de aquellas décadas de extiende a la interfaz de juego y unos cromos que sirven para alterar algunas estadísticas de los equipos y que recuerdan a los que coleccionaban los niños de hace décadas. "Queremos recuperar el feeling del fútbol de entonces ,que es distinto del de ahora" ha especificado Jiménez.
Inspirado en los mundiales de fútbol de los años 70 y 80
Los mundiales de las décadas de los años 70 y 80 han sido la inspiración para los jugadores de las 36 selecciones que están plasmadas en el juego. Por cuestión de licencias no están los futbolistas con sus nombres reales, pero sí hay jugadores que responden a la forma de jugar de los deportistas más conocidos de aquellos años o a las estrategias más características de cada selección.
Ros ha explicado que, a la hora de jugar, Legendary Eleven comparte los movimientos más habituales en los juegos de fútbol como correr, esprintar, entrada fuerte y floja, cambiar de jugador o pasar la pelota. Los jugadores tienen estamina y se van cansando según avanza el encuentro, así que hay que pensarse si interesa hacer muchos regates a costa de que estén agotados en la segunda parte. Aquellos jugadores que busquen un control con profundidad podrán realizar jugadas vistosas con centros, chilenas o pases al hueco, lo que contribuye al "jogo bonito" que popularizó Brasil.
Supershot que da potencia siempre que retengas la posesión
Pero quizás en la parte jugable sea más destacado el supershot. Cada acción básica sirve para ir acumulando energía y, cuando hay suficiente, el futbolista suelta un trallazo imparable, pero si nos roban el balón antes de que la barra esté llena empezaremos a perder energía; tres segundos sin la pelota y la barra se quedará a cero. Con esto se logra agilizar el partido y se crea el deseo de usar jugadas llamativas para llenar dicho marcador.
Legendary Eleven incluye un sistema de moral y de agresividad que consiste en que, según el equipo que hayamo elegido, su moral subirá o bajará, de forma que el equipo italiano de desmoraliza si pierde varias veces seguidas mientras el de Nigeria se puede venir arriba si se enfrenta a equipos potentes. La inteligencia artificial tiene en cuenta situaciones como que si los jugadores están furiosos para su comportamiento realizarán más entradas.
El juego tiene modo partido rápido para uno o dos jugadores en la misma consola y campeonatos. Al cumplir algún requisito o ir venciendo campeonatos vamos consiguiendo los cromos que el jugador elige antes de cada partido y sirven para modificar el comportamiento del árbitro o del público o los jugadores.
Pequeños detalles cuidados
Pese a tratarse de una producción modesta (solo hay un estadio, basado en el Azteca de México), el juego está tratado con mimo en el detalle, según lo que han contado sus creadores. Por ejemplo, la selección alemana utiliza la bandera del país reunificado ya que se ha tomado como referencia el mundial de 1990 y los rankings de la época para establecer la calidad de cada selección (una época en la que la española era una selección que no llegaba a cuartos). Este detalle se nota hasta en las tres opciones de control: una similar a FIFA otra parecida a PES y otra pensada para los jugadores de más edad.
El estudio tiene varios planes de futuro para el estudio, tanto de llevarlo a otras consolas como de ampliar los contenidos. Entre las opciones más inmediata seria incluir partidos míticos en los que se plantea unas condiciones determinadas para el partido y también baraja Eclipse un online en el que invites a un amigo a disputar un partido, o incluir más selecciones.
