Muchos son los jugadores que se animaron a realizar una carrera contrarreloj en The Legend of Zelda: Breath of the Wild. El speedrun es una práctica dentro del mundo del videojuego donde el usuario debe finalizar el juego en el menor tiempo posible o un porcentaje previamente estipulado. Normalmente, para poder realizar una buena marca, los jugadores aprovechan fallas técnicas que les permiten avanzar un trecho en la línea del juego. Esto es, al final, buscar diferentes caminos para alcanzar una misma meta.
Múltiples obstáculos, múltiples respuestas
Durante una entrevista con IGN, el productor de la última entrega de The Legend of Zelda, Eiji Aonuma, y el director, Hidemaro Fujibayashi, hablaron sobre qué les parecía que los usuarios aprovecharan las físicas del juego para encontrar atajos.
"Ese fue definitivamente uno de nuestros objetivos. Está totalmente acorde a nuestro plan", señalaba Fujibayashi. "Un gran tema de este juego es que hubiera múltiples respuestas, métodos y formas para hacer cualquier cosa. Todas las mazmorras quisimos plantearlas para que los jugadores pudieran resolver los problemas de la forma que quisieran, sin que nosotros pudiéramos saber qué harían para resolverlo".
En ese sentido, explican que querían establecer que el jugador entendiera cuál era el desafío y el obstáculo a superar. "Siempre quisimos asegurarnos de que el desafío pudiera ser desafiado".
"Entonces, por ejemplo, si hubo algo así como 'no puede hacer esto porque no tiene las herramientas adecuadas' o 'no cumple con ciertos requisitos', los jugadores ya no querrán hacerlo. Así que queríamos evitar esa situación".
Sigue la aventura
The Legend of Zelda: Breath of the Wild ya está disponible en Switch y Wii U. Se trata de una nueva aventura donde los jugadores volverán a encarnar a Link pero, esta vez, en un Hyrule de mundo abierto.
Desde Vandal le dedicamos un análisis que podéis leer en este enlace, así como una guía que también os invitamos a consultar.
