The Game Awards 2017 ha batido récords de espectadores, superando las previsiones de su organizador y presentador, Geoff Keighley. Según ha revelado, su crecimiento es del 202% respecto al año pasado.
En 2017 fue visto por más de 11,5 millones de personas desde plataformas de vídeo en directo. La etiqueta del evento en Twitter se utilizó tres veces más que en 2016 y se publicó el doble de mensajes sobre el evento.
Fue el programa más comentado la noche del 7 de diciembre en redes sociales, superando programas de televisión tradicionales.
Keighley explica este éxito por varios factores: un gran año para la industria, récord de votos e incentivos para interactuar con los directos. Además el evento sirvió para anunciar Bayonetta 3, un nuevo juego de FromSoftware o el nuevo tráiler de Death Stranding, entre otros. Sin embargo, dice que The Game Awards es una fiesta de premios, no otra conferencia de E3.
"Por supuesto nos encanta dar grandes noticias como este año en el futuro, pero eso depende de lo que quieran compartir las compañías. Quiero buscar la manera de añadir un par de presentaciones más durante el show, y quizás una o dos más exclusivas".
No necesita ser los Oscar de los videojuegos
Uno de los momentos más recordados lo dio el director de A Way Out, Josef Fares, con un "¡Qué se jodan los Oscar!" a cámara, que luego ha matizado.
Keighley dice que comprende su intención: los videojuegos todavía no tienen el respeto que se merecen, pero "en muchos sentidos no necesitamos ser los 'Oscar de los juegos' ni hacer comparaciones para validar o legitimar a The Game Awards. TGA es diferente y exitoso a su manera".
