10 años han pasado desde que un avión se estrelló en mitad del Océano Atlántico. En ese momento, en un intento por sobrevivir, los jugadores se adentran en la ciudad de Rapture a través de un faro. Es el año 1959 y la ciudad, además de estar sumergida en las aguas, ha caído también en el caos social.
BioShock se publicó en 2007 para las plataformas de PC, PS3 y Xbox 360. Este juego de acción en primera persona llevaba a los jugadores a encarnar a Jack, un superviviente de ese accidente de avión que se adentraba en Rapture siguiendo las instrucciones de Atlas.
Explorando Rapture
Andrew Ryan, fundador de la ciudad sumergida, presenta su propio sistema de organización económica, social y cultural. Para Ryan, el capitalismo no funciona, ni tampoco el comunismo. Considera a la religión como una cadena que impide la innovación tecnológica y artística, así como el progreso. Es por eso que toma la decisión de alejarse del mundo y ahí, en el fondo marino, erguir su propio pensamiento en forma de ciudad: Rapture.
Sin embargo, la situación pronto se descontrola cuando los científicos que han emigrado a Rapture descubren una sustancia que modifica genéticamente a los humanos, otorgándoles poderes especiales. Los ciudadanos de Rapture se vuelven adictos al ADAM y al EVE, y los pilares de la ciudad comienzan a desplomarse.
Y ahí es donde empezaba la aventura de Jack. A través de la exploración de las diferentes zonas de la ciudad, los jugadores tenían la oportunidad de conocer qué había pasado en Rapture a través de la narrativa audiovisual. Mediante el diseño de los escenarios y las grabaciones de los habitantes de Rapture, los jugadores son capaces de componer en su cabeza la historia de la ciudad: desde su fundación y su auge, hasta su caída.
De Big Daddys y Columbia
El 9 de febrero de 2010, se publicaba la secuela del juego BioShock 2, con el que los jugadores podían recorrer las calles de Rapture a través de los ojos de un Big Daddy, uno de los enemigos más poderosos de la primera entrega.
Más tarde, se producía la ascensión a los cielos: en 2015 llegaba la tercera y última entrega de la franquicia, BioShock Infinite. En esta ocasión, los usuarios encarnan al detective privado Booker DeWitt, quien necesita encontrar a Elizabeth para saldar una antigua deuda.
Os recordamos que ya podéis conseguir BioShock: The Collection, que recopila las tres entregas en alta definición. A su vez, los tres BioShock son ya retrocompatibles en Xbox One.