Xbox One ha llegado estos días lluviosos a Madrid para mostrar algunos de los primeros juegos de la consola y enseñar cómo funciona tanto la consola como el nuevo mando. Entre los juegos disponibles para probar, Forza 5, Ryse: Son of Rome, Killer Instinct y Dead Rising 3.
Lidia Pitzalis, responsable de prensa de Consumer Channel Group de Microsoft, explicó que los juegos son sólo una parte de la experiencia Xbox One, y que la consola tendrá integración con SmartGlass y con teléfonos móviles. También recordó que habrá 300.000 servidores dedicados para los servicios de One en la nube.
En su presentación, Pitzalis explicó las características visuales que permite la nueva consola gracias a su capacidad de procesado durante una partida de Killer Instinct. Con la demo no fue posible apreciar a fondo la jugabilidad del título, pero gráficamente supone sin duda un salto. Mientras los personajes luchaban soltando oleadas de sangre en cada golpe, la lluvia bañaba sus cuerpos, el viento agitaba las copas de los árboles y el resto del escenario, una bandada de pájaros surcaba los cielos y el escenario parecía tener distintas profundidades.
La consola tiene el aspecto sobrio que se ha visto en las fotos, de líneas rectas y sencilla, casi minimalista. El nuevo Kinect abandona las curvas para ser un bloque sólido apenas separado de su pie. El conjunto es menos pesado del peso que da la sensación de tener, y la consola también es más pequeña de lo que aparenta.
Pitzalis informa que en Dead Rising 3, por ejemplo, podremos utilizar la voz con Kinect para ahuyentar a los zombis o darles órdenes a los supervivientes que te estén ayudando en ese momento, hacer gestos o usar la posición del mando. Kinect detecta el mando y dónde está tu cuerpo situado respecto a él, de forma que puedes hacer un gesto con el mando para quitarte a un zombi de encima. En Ryse: Son of Rome otro gesto servirá para alzar el escudo.
Kinect reconoce 16 dispositivos gracias a SmartGlass. Pitzalis recordó un vídeo de Tom Clancy en el que se veía que era posible jugar con el mando o una tableta. La segunda pantalla es contextual. En Ryse, por ejemplo, sirve para ver el último logro que has obtenido sin tener que buscarlo por la consola. También te permite conocer la historia del protagonista, Marius, y saber por qué debe restablecer el orgullo perdido de Roma.
El mando de la nueva consola resulta incluso más cómodo que el de Xbox 360. El principal cambio al hablar de ergonomía es que ya no está el compartimento de la batería en el centro de la parte inferior, con lo que se adapta mejor a distintos tamaños de manos. Los sticks, de menor tamaño, "atrapan" mucho mejor el pulgar, lo que incita más a moverlos con suavidad y resulta más cómodo cuando llevas un rato jugando.
Los gatillos pueden ahora vibrar si el juego incorpora esta función, que sirve para proporcionar información adicional al jugador. En Forza 5 está esta doble vibración. Si te sales de la pista bruscamente notarás como todo el mando te avisa, pero si tan sólo pisas el piano serán los gatillos los que vibren.
En ocasiones sientes las dos vibraciones; se diferencian sin problemas y se siente con más intensidad la de los gatillos, aunque solamente tengas los dedos apoyados ligeramente en ellos.
La vida del gladiador en Ryse
En la demo de Ryse: Son of Rome se podía probar el modo gladiador. Aunque parece que está pensado para jugar en cooperativo, sólo estaba la versión para un jugador. Antes de entrar a la arena había que elegir la protección de uno de los cuatro dioses disponibles: Apolo te sana tras una ejecución y su poder sirve para detener a los enemigos cercanos cuando la invocas. Júpiter tiene el mismo efecto sobre los enemigos al invocarlo, pero te aumenta un don al completar una ejecución.
Diana aumenta la experiencia que consigues al ejecutar a un enemigo y rechaza a los enemigos cercanos al invocarla. Por último, si eliges a Marte harás más daño tras una ejecución y si lo invocas el dios dañará a los enemigos que tengas cerca.
Una vez que entras en la arena te indican tu objetivo. En la demo podían ser eliminar unas catapultas que te disparaban o acabar con dos arqueros situados en una plataforma en el centro de la arena. En ambos casos había un calentamiento eliminando a unos cuantos gladiadores.
Como el protagonista iba armado con espada y escudo debía recoger unas lanzas del cuerpo de otro gladiador muerto y lanzarlas a los arqueros apuntando con el gatillo y esperando unos segundos hasta que el objetivo estaba marcado en rojo. En el caso de las catapultas, debíamos romperlas vertiendo unos calderos de aceite caliente a los pies del artefacto.
Tras esta prueba llegaban más gladiadores, con escudos. Es aquí donde el combate de Ryse demuestra que no se limita a golpear con la espada (con la X) o empujar con el escudo (con Y) sin parar. Los enemigos te rodean y, cuando atacas a uno, es bastante habitual que el que está situado detrás de ti decida ir a por ti. En ese momento te das cuenta de que no puedes parar tu ataque y debes esperar a que acabe la animación. A no ser que ruedes para esquivar.
Además del contador de ataques hay otro indicador de que lo estás haciendo bien o no; en la parte superior central de la pantalla te dicen si el público lo está pasando bien con tu actuación o no. A fin de cuentas estás en un espectáculo y debes cuidarte de que el público se divierta. La sensación general es muy satisfactoria. La arena es espectacular, llena de artificios escénicos y acción.
Dead Rising ha ido avanzando cada vez más hacia la muerte masiva de zombis, y ahora llega a la exageración. No en vano una de las frases promocionales es: "Más zombis que nunca". Y no hay duda a los tres segundos de empezar la demo, cuando te ves literalmente rodeado de muertos vivientes. Se trata de una fase de supervivencia. Avanzamos por el escenario soltando armas y distintos objetos tras probar su eficacia al rematar a los ya muertos: puños, un gigantesco martillo, un tubo de escape, un lanzallamas tremendamente efectivo que acabó con centenares de zombis en unos instantes, una ametralladora… el escenario estaba lleno de objetos, incluidos vehículos que puedes utilizar para masacrar unos cuantos zombis: un taxi, una excavadora, un todoterreno… En menos de diez minutos probamos más de diez formas diferentes de liquidar zombis.
Pitzalis prometió que a primeros de noviembre se podrá ver el resto de la experiencia completa de la consola: "supongamos que estoy viendo un partido y me aburre: lo minimizo. Hay una entrada de HDMI en la que podemos conectar sistemas de televisión de pago y tenerlo todo en la misma consola. Mientras me pongo a jugar a FIFA y mantengo una videoconexión con los amigos. Algo ocurre en el partido que me llama la atención y lo maximizo. Puedo saber qué temas son los más populares… todo está integrado. Depende de ti, porque Kinect te reconoce y tu perfil es único. Y con Project Upload grabamos los últimos cinco minutos de juego y, si ha ocurrido algo significativo, podemos compartirlo simplemente con un botón a través de Xbox Live. Puedes editar los vídeos, añadir voz… seguro que se descubrirán grandes talentos. El entretenimiento se democratiza más que nunca", dijo la responsable de prensa de Microsoft en España.
Xbox One saldrá a la venta el 22 de noviembre, con Kinect, por 499 euros.
