Ken Levine, creador de BioShock y del reciente BioShock: Infinite, sigue pensando en el juego para PlayStation Vita, versión que fue uno de los primeros títulos anunciados para la portátil pero que, desde entonces, ha estado en el limbo.
No es la primera vez que se habla del futuro del juego y el propio Levine fue muy claro el pasado mes de junio cuando sacó a la luz que había un evidente problema monetario entre las compañías.
Ahora, Levine indica que mantiene conversaciones tanto con Sony (la fabricante de PlayStation Vita) y 2K (la propietaria de su estudio y de la saga BioShock), que es a su vez parte de Take-Two, y ha comunicado que se "está intentando llegar a un acuerdo".
Sin más información disponible, parece que se abre de nuevo la puerta a que la saga logre desembarcar en la consola portátil, aunque todavía habrá que esperar para ver si finalmente las conversaciones entre las empresas son finalmente fructíferas