El comienzo del año está siendo realmente interesante para los que seguimos la actualidad de los juegos independientes. Han salido títulos como Oxenfree, That Dragon, Cancer, Pony Island, Punch Club y otros no tan conocidos pero que están gustando mucho a los usuarios como Rabi-Ribi o Plantera.
Pero si hay un juego dentro de los independientes que está captando la atención de unos y otros ese es The Witness. De hecho, podríamos tal vez decir que es el juego que más atención ha reclamado desde antes de su lanzamiento de todos los juegos que han aparecido en 2016 (ahora empiezan a aparecer otros pesos pesados, como XCOM 2 o Tom Clancy's The Division, pero hasta entonces ha sido el rey de 2016).
Sin entrar en valorar su calidad, que eso ya lo hace estupendamente el análisis que realizó nuestro compañero Ramón Varela, lo cierto es que The Witness ha llamado la atención de una manera especial para ser un juego independiente. De hecho, lo comentaba un conocido productor de una editora en las redes sociales, diciendo "Jonathan Blow ha conseguido que cada vez que tiene que ir al baño sea noticia", algo que tal vez os sonará a los aficionados a la prensa deportiva, cuando hemos visto noticias como que Beckham o Cristiano Ronaldo se han roto una uña. Aparte del anuncio de su creación y lanzamiento, la noticia que más ha dado que hablar de este juego es su precio.
Y es que The Witness, como bien sabéis, vale 40 euros (bueno, realmente 36,99 para ser correctos) de inicio en Steam y PlayStation Network. Un precio barato si lo comparamos con casi cualquier triple A, pero muy caro si comparamos con casi cualquier indie (para hacer la comparativa rápida, Braid, el juego anterior de Jonathan Blow, sigue en las tiendas a cerca de 10 euros). Ante esto, lo primero que hay que decir es que cada desarrollador puede poner su juego al precio que le apetezca, algo que hará seguramente haciendo unas estimaciones de mercado, y poniendo el precio según sus cálculos de cuánto va a vender según sus estimaciones.
También hay que entender que hay dos corrientes que dentro de los desarrolladores independientes que, por así decirlo, le llevan a poner el precio a unos 40 euros. La primera, es la aparición y proliferación de los bundles, que han hecho que muchos desarrolladores acaben "tirando" el precio de sus juegos a cantidades irrisorias, algo contra lo que se postula el colectivo de los "desarrolladores independientes conocidos", ya que, consideran con cierta razón, que devalúa no sólo el producto, sino también su posición como creadores y su recepción por parte de la sociedad.
Esto, que ya pasó en su momento con los juegos para tabletas y móviles, como veis, provoca que en la mayoría de casos consideremos que los juegos para estos dispositivos son secundarios y casi meros pasatiempos, aunque esas máquinas tengan una potencia similar y las mismas herramientas de desarrollo que las demás, permitiendo a los creadores hacer los mismos juegos que en consolas u ordenadores (de hecho, The Witness puede aparecer en el mercado de Android e iOS, ya veremos a que precio).
La segunda corriente es algo que ya conocemos casi todos, y es que dada la gran cantidad de juegos que hay en el mercado, y en nuestros "backlog" (yo lo llamo "la pila"), salvo excepciones, cuando aparece un juego en las tiendas que nos apetece lo miramos con deseo y decimos "ya bajarás al 50". Como desarrollador os puedo constatar que las bajadas de precio hacen que los juegos se vendan muchísimo más en pocos días, esto lo sabe Blow, y lo tiene en cuenta a la hora de poner el precio.
Finalmente, y respecto al precio, hay que decir que lo mismo le pasó a Degica con Darius Burst: Chronicle Saviours, un juego ya analizamos y que está considerado el mejor matamarcianos de 2015 por todos los foros especializados, y uno de los mejores de los últimos tiempos. Su precio supone que muchos jugadores que no tienen como prioritario jugar a los mejores matamarcianos de cada año lo dejan a la espera de ofertas, pero mientras tanto se va vendiendo a buen ritmo en las plataformas donde ha salido, y se ha ganado el respeto de los aficionados, que dicen eso de "si un juego grande de cualquier género vale esto, por qué no un buen matamarcianos".
Con lo que ya no estoy tan de acuerdo con Jonathan Blow es con su manera de tratar la piratería. Le hemos visto casi perseguir las diferentes páginas donde se puede descargar The Witness para PC de manera ilegal, y anunciar en las redes sociales que gracias a gente como esta tal vez sea mejor no volver a hacer juegos… para posteriormente anunciar que había vendido más en una semana The Witness, que Braid en todo un año.
Vamos a analizar por partes todo lo que he puesto en el párrafo anterior. Lo primero, es que es conocido el comportamiento obsesivo de Jonathan Blow con todas las cosas que hace. En su momento, cuando lanzó Braid, fue respondiendo a TODOS los comentarios que se generaban en internet respecto a su juego, lo que le dejó exhausto, y poco contento. Así que no nos extraña demasiado que se vuelva a fijar en lo que le acontece a The Witness.
Lo segundo, es que si no quería piratería, especialmente en el lanzamiento, la solución es tan fácil como haber lanzado The Witness exclusivamente en PlayStation 4, la cual aunque está en el ojo de los piratas, que la tienen rodeada pero que aún no han dado con la tecla final. Evidentemente esto hace que muchos jugadores de PC tuvieran que esperar un tiempo para poder disfrutar, y también hace que la recuperación económica sea mucho más lenta. Por otro lado, siendo una persona con posibles, se podía haber hecho con el mejor sistema antipiratería del momento, que por lo que se ve tampoco ha sido derrotado a día de hoy.
Y lo tercero es la recepción que podemos tener cualquier desarrollador que ha lanzado un juego, ante la perspectiva de que estás llorando por unos resultados… que ya los quisiera el 99% de los desarrolladores del mundo. Braid está considerado uno de los juegos que mejor han vendido en la historia de Xbox Live Arcade (tan sólo superado por Castle Crashers y pocos más, tal vez Limbo o Super Meat Boy). Si tu juego ha vendido más en una semana de lo que han hecho el 99% de los desarrolladores en toda su trayectoria, no es de recibo el ponerse a llorar. Aunque Jonathan Blow es alguien que, de alguna manera, cuida a los otros desarrolladores con iniciativas como Indie Fund, pero es importante tener algo más de tacto.
Finalmente, ahora llegan algunos juegos independientes muy interesantes, de un tamaño o atractivo tal vez similar a The Witness, como son Firewatch o SuperHot. Veremos si siguen el camino de Blow a la hora de ponerle el precio, (por ahora Firewatch se queda a mitad camino), o si siguen la tradición indie de no poner precios tan altos. Lo que es indudable es que nos gustará disfrutarlos de todos, y aquí estaremos para contároslo. ¡Hasta la semana que viene!