Hace poco más de un año se lanzó al mercado de compatibles un título que aportó ideas frescas a un género ya decano en el mundo de los compatibles: The Witcher, un juego de aventura con toques de rol inspirado en la majestuosa obra de Andrzej Sapkowski donde reencarnaremos a uno de los pocos brujos que quedan en el mundo, Geralt de Rivia. La obra de CD Projekt fue rápidamente galardonada tanto por los usuarios como por crítica, convirtiéndose rápidamente en un claro ejemplo de que el mercado de PC no tiene nada que envidiar al de las consolas de la actual generación.
Un año después de su paso por compatibles la compañía polaca ha anunciado la adaptación del juego original a las videoconsolas de nueva generación, apoyándose en nuevas formas de control y añadiendo las suficientes novedades como para remarcar un nuevo alzamiento del lobo blanco.
Mismo concepto, mismas reglas
El concepto presentado por CD Projekt contó con la suficiente innovación como para hacerse hueco dentro del corazón de los jugadores. Este universo creado por Sapkowski nos presenta unos brujos que han visto su infancia reducida a experimentos genéticos al caer en la Kaer Morhen -sede principal de los brujos-, donde se les practican varias pruebas genéticas aumentando así sus capacidades físicas y psíquicas además de unas nociones básicas de magia -reflejadas en las llamadas señales. La mayoría de estos niños mueren en el proceso de mutación, sin embargo, nuestro protagonista Geralt es uno de los pocos afortunados que logra aguantar en pie, aunque con el cabello un poco más blanco de lo normal.
La historia de nuestro personaje en el videojuego comienza poco después de las novelas del escritor, con un Geralt que apenas recuerda nada sobre su pasado -detalle ideal para aquellos quienes no han leído el material de papel de la franquicia- y con el -a priori- único objetivo de conocer su pasado, contando con la ayuda de numerosos personajes que aparecerán en la historia que nos facilitarán pistas e información sobre lo que ha estado ocurriendo en Temeria -lugar donde se desarrolla la acción-.
A medida que vayamos completando misiones y avanzando un poco en el argumento principal, seremos cómplices de numerosos eventos en los que tendremos que decidir la personalidad de nuestro personaje: si somos un jugador compasivo y leal que respeta a sus semejantes optaremos por el camino del bien, mientras que si somos todo lo contrario escogeremos la senda del mal. En The Witcher el principio básico de que toda acción acarrea una consecuencia queda patente desde la primera hora de juego, pues nuestro entorno se verá completamente afectado en función de las acciones de nuestro protagonista.
Un sistema de juego que engancha
Otro de los rasgos fundamentales que hicieron grande a The Witcher fue la maestría con la que el estudio polaco plasmó la acción en nuestros ordenadores olvidándose de arrítmicos sistemas de combate por turnos o sucedáneos de éste, presentando así un sistema donde la acción está por encima de todo, sin olvidar, por supuesto, ese componente estratégico que caracteriza al género.
La selección del arma adecuada para acabar con el enemigo será primordial dentro del mundo de Temeria, pues una mala gestión de estas herramientas de la muerte podría traducirse en el fin del lobo blanco. Por un lado debemos tener en cuenta que en la versión original del videojuego se presentó un sencillo árbol de habilidades que funcionó a la perfección a la hora de dotar a nuestro protagonista de las diferentes artes de la guerra que ofrece el juego: estilo fuerte -el que más daño hará a los monstruos-, ágil y "multiataque", siendo este último de vital importancia a la hora de salir airosos de un combate con numerosos enemigos. El sistema tiene la suficiente profundidad como para crear un Geralt distinto cada vez que comencemos una nueva partida.
Así pues podemos decir claramente que The Witcher no es el típico juego machacabotones al más puro estilo God of War o Devil May Cry, sino que se asemeja un poco más a lo visto en los títulos de rol tradicional, donde fuerza e inteligencia van unidas de la mano. De la misma manera también tendremos que estar atentos al ataque de nuestros enemigos, cuyo poder puede ser contrarrestado por el nuestro si apretamos el botón en el momento adecuado; esto sirve, también, para encadenar potentes ataques que acabarán con la vida de los enemigos que nos toparemos en el juego, pudiendo incluso decapitar o desmembrar a estos pobres seres de las sombras.
Además, como buen brujo, Geralt también estará bendecido con el don de la magia para hacer frente a la amenaza enemiga; a medida que vaya obteniendo experiencia de las mil y una batallas que librará, el lobo blanco podrá adquirir una serie de poderes en función de nuestras necesidades. Es importante aclarar que nosotros seremos los únicos que influyan en el desarrollo de nuestro personaje, por lo que podemos optar por acabar con nuestros enemigos mediante la fuerza, otorgando toda la experiencia a ésta y prescindiendo así de la magia, hacerlo a la inversa o nivelando un poco las habilidades. La elección es nuestra.
Por supuesto la alquimia no podía sino estar presente de nuevo en esta versión, donde tendremos la posibilidad de crear -previa receta escrita- pociones que aumentarán nuestras habilidades y rasgos durante un periodo de tiempo -aunque también las habrá que lo hagan de forma permanente-, tal y como ocurre en los videojuegos de rol online masivos. No obstante, crear pociones no es tarea fácil, pues tendremos que leer libros, encontrar las recetas así como los elementos necesarios para la elaboración del mejunje y, por último, preparar el ítem satisfactoriamente.
Novedades para el alzamiento
Si bien es cierto que todavía no hay una lista definitiva de componentes nuevos para esta adaptación para videoconsolas, CD Projekt sí ha dejado caer algunas de las funcionalidades de esta versión exclusiva para la alta definición, contando por supuesto con nuevas misiones y personajes que alargarán gratamente la vida del videojuego.
El motor gráfico también se verá beneficiado en esta adaptación, donde veremos unas texturas mucho más definidas que en la versión de compatibles, mejores animaciones para nuestro personaje principal, así como para los enemigos, que contarán con una inteligencia artificial a la altura de la nueva generación. Así mismo otro aspecto evidente a retocar más allá de la materia gráfica es el control, que deja el relevo del combo teclado y ratón para dar paso a un control más simplificado aunque con la suficiente profundidad como para no echar en falta el tándem de PC. Además, como característica adicional en la versión para Playstation 3, Geralt se verá beneficiado en algunos de sus movimientos gracias a las características del SixAxis.
La interfaz será completamente hecha desde cero para ponernos las cosas más fáciles frente a los usuarios de PC y su indomable mouse, pues en las batallas -que también estarán adaptadas- tendremos que hacer uso no solo de nuestra indudable fuerza, sino también de la sabiduría a la hora de escoger el arma pertinente para acabar con la amenaza enemiga -emplear un arma pesada contra un enemigo escurridizo es sinónimo de muerte-.
No obstante, para aquellos quienes dichas novedades les sepan a poco, CD Projekt ha asegurado que existirá contenido descargable para alargar la vida del lobo blanco, además de incluir un componente fundamental para todo jugador ansioso de conseguir el cien por cien en los videojuegos: logros y trofeos, tanto para Xbox 360 como para la plataforma de Sony.
Una adaptación a la espera
Si la fórmula presentada por CD Projekt funcionó perfectamente en compatibles, estamos seguros de que funcionará en las videoconsolas de nueva generación. No obstante hay que ser precavidos, pues no sería la primera vez que una mala adaptación acaba con la reputación de un gran juego de PC. The Witcher: Rise of the White Wolf tiene previsto su lanzamiento el año que viene, y según parece, tiene todos los ingredientes para hacernos disfrutar -otra vez- del universo propuesto por Andrzej Sapkowski. Estamos deseando probar el producto final para ver cómo le ha sentado a este lobo blanco la alta definición.
