Como ya comentamos en el análisis de Dead Rising, parecía que Capcom guardaba "sus mejores galas" para PlayStation 3, y solo dedicaría a Xbox 360 títulos menores, peritas en dulce, o así parecía cuando la compañía japonesa anunció en 2004 títulos desconocidos como Dead Rising o este Lost Planet del que hemos podido probar hace poco una versión casi definitiva. Los hechos han demostrado lo contrario, y no solo Dead Rising ha encantado a los jugadores y vendido muy por encima de las expectativas, sino el millón de descargas alcanzado por las demos de Lost Planet –gran idea de Capcom publicarla durante el E3- ha demostrado el interés que existe por este juego, y ha creado grandes expectativas en torno a este juego de acción que transcurre en un planeta helado.
La intro de Lost Planet, intercalada con escenas de acción cinemática, nos cuenta cómo la humanidad ha trascendido la atmósfera de la Tierra y se ha extendido por otros planetas. Uno de ellos, helado, encierra una desagradable sorpresa para la especie humana. Una horda de gigantescos monstruos –bichos sería más apropiado- alienígenas, pero con una contrapartida positiva: guardan una poderosa energía con la que el ser humano ansía apoderarse.
Wayne, el misterioso protagonista, ve cómo su padre es asesinado por uno de los mayores monstruos del Akrid, llamado Green Eye, y comenzará un camino de venganza, adentrándose en el corazón del planeta, junto con unos "piratas de la nieve", para redimir la muerte de su padre.
Como ya habrán comprobado los numerosos usuarios que se han bajado la demo del juego, Lost Planet es un juego de acción en tercera persona pero mucho más dinámico a lo que nos tiene acostumbrado Capcom. Su dinamismo recuerda especialmente al de Devil May Cry, aunque es un juego exclusivamente de disparos, y se controla de forma similar a un juego de acción en primera persona –movimiento con un stick, giros con otro-, aunque con una peculiaridad que lo hace especial. El stick de giro no controla al personaje, sino su punto de mira, por lo que el movimiento y el acto de apuntar son independientes, algo ideal para un juego en tercera persona. También contamos con acciones de salto y con un gancho para llegar hasta los lugares más alejados.
La versión casi final que hemos podido probar mejora muchas cosas de lo visto en la demo. Comparando el nivel de la demo con su versión aparentemente final podemos ver cambios, no solo en la ubicación de enemigos y elementos, sino también visuales; si la demo era muy atractiva visualmente, la versión final al supera, mostrando unos gráficos mucho mejores, destacando especialmente los efectos visuales, y entre ellos las explosiones.
Otra del as cosas curiosas de Lost Planet, que se podía ver en la demo, es el hecho de que al estar en un planeta helado –la temperatura se indica constantemente en pantalla-, dependemos completamente de nuestro traje de soporte vital, que funciona con energía. La energía que tengamos –comenzamos con 999, y puede subir mucho más- se marcará siempre en pantalla, e irá bajando lentamente con el tiempo, y con el uso de armas como la pistola de energía, o vehículos mecánicos. Por supuesto, a lo largo del juego estaremos constantemente recogiendo energía, pues nuestro traje se alimenta precisamente de la que guardan dentro los Akrid. Además, los niveles están llenos de puntos de control que también rellenarán en parte nuestra energía.
Aparte de la energía contamos también con una barra de vida, y es curioso el modo en que ambas interactúan entre sí. Cuando perdamos vida, ésta se rellenará rápidamente consumiendo la energía de nuestro traje vital. Si esta última se agota, nuestra barra de vida comenzará a descender lentamente, hasta que se agote y fallezcamos. El hecho de depender de la energía en todo momento le da un toque interesante al juego, y nunca llega a haber un verdadero agobio por la falta de energía, pero sí tendremos que tener en cuenta cuánta nos queda a la hora de realizar ciertas acciones –pilotar un robot, por ejemplo.
Los enemigos Akrid son de diferentes tipos y tanto éstos, como las armas que usaremos para acabar con ellos, recuerdan mucho a la película Starship Troopers, salvo por el ambiente glacial. Tenemos al Akrid estándar, que sale de nidos que también podremos destruir, pero también bichos mucho más grandes, con rutinas de ataque más complejas y destructivas, y siempre con un punto débil, la zona de su cuerpo donde guardan el calor, que naturalmente está marcada con un color especial. Dispararles a esta zona reduce mucho el tiempo y las balas necesarias para acabar con ellos, además de permitirnos ver cómo reacciona diferente a un disparo recibido en otra parte.
Por supuesto, también habrá jefes finales –Capcom siempre les ha tenido cariño-, con rutinas de ataque mucho más complejas –pero rutinas, al fin y al cabo-, mucha más dificultad que los enemigos estándar y, por suerte, puntos débiles donde podremos darles para bajar su barra de vida antes de que ellos acaben con nuestra energía. No solo tendremos que enfrentarnos a los habitantes alienígenas del planeta –aunque los aliens son los humanos, hablando con propiedad-, sino también contra otros humanos rivales de la facción pirata que nos ha rescatado y para la que trabajamos. Se crea así una curiosa ambientación, peleando en las partes remotas del planeta tanto con aliens como contra humanos, lejos de la ciudad que defendíamos de las hordas Akrid en el nivel introductorio del juego.
Además de controlar a Wayne, podremos también usar vehículos, destacando el mech que puede verse en la demo. Este mech se controla del mismo modo que Wayne, pero naturalmente su potencial de ataque es mucho mayor –va armado con una gigantesca ametralladora-, y tiene la capacidad de saltar alto y mantenerse durante un tiempo en el aire, siempre y cuando no nos importe consumir la preciosa energía de nuestro traje vital. Wayne tampoco es "manco", por decirlo de algún modo, y además de una ametralladora y una escopeta, podrá usar armas de mayor calado como una ametralladora gigante, lanzamisiles o pistolas de energía, además de granadas, perfectamente integradas en el juego, que lanzamos con el gatillo L.
Además de un modo para un solo jugador, Lost Planet también cuenta con un multijugador –también hay una demo para probarlo publicada en el Bazar Xbox Live-. Soportando hasta dieciséis jugadores simultáneos en numerosos mapas, el juego nos ofrecerá cuatro modos multijugador. Aparte de deathmatch y deathmatch por equipos, hay también dos modos extra: Post grab, una especie de modo dominación donde hay que adueñarse, por equipos, de los postes dispersos por el mapa, y Fugitive, donde un jugador escapará del resto, que tendrán que cazarle.
A nivel gráfico, como ya hemos dicho, Lost Planet es uno de los juegos más llamativos de Xbox 360, y se ve especialmente bien en alta definición. El hecho de que los escenarios están ambientados en la nieve no debe llevar a confusiones, pues hay multitud de edificios abandonados, bases de piratas y grutas con un enorme nivel de detalle e interactividad. El modelado de los humanos es bueno pero el de los enemigos es especialmente llamativo, con una enorme cantidad de polígonos y todo tipo de detalles y efectos, entre los que destacan, como decíamos antes, las explosiones.
Lost Planet es con razón uno de los juegos más esperados del año 2007 para Xbox 360. Se perderá por muy poco la temporada navideña, pues llegará el 12 de enero, pero aquellos que han disfrutado con las dos demos lanzadas del juego tendrán muy altas las expectativas. La versión casi final que hemos probado nos hace pensar que dará mucho de que hablar en apenas dos semanas.