Análisis de Lost Planet (Xbox 360)
Ya lo decíamos en nuestras primeras impresiones, y lo volvemos a decir ahora. Nadie se esperaba que esos dos juegos nuevos que Capcom anunció hace años para Xbox 360, como quien le daba un apoyo testimonial a la nueva consola de Microsoft, se hubiesen convertido en dos de los mayores exponentes del género de la acción. Hablamos de Dead Rising, el exitoso juego de zombies, y de este Lost Planet que acaba de llegar a las tiendas.
Lost Planet es un juego de acción ambientado en un futuro lejano, donde la humanidad se ha lanzado a la conquista del espacio. Uno de esos planetas es especialmente frío y esconde una desagradable sorpresa que la humanidad descubre mientras lo empieza a habitarmientras la humanidad lo comienza a habitar, una especie alienígena llamada Akrid que, aparte de una temible fuerza y capacidad para complicar las cosas a la especie humana, posee también, en su interior, una increíble fuente de energía que a los humanos les viene especialmente bien para lograr la habitabilidad de este gélido planeta. Esa es la historia de Lost Planet, en la que controlaremos a su misterioso protagonista, Wayne, en búsqueda de venganza por la muerte de su padre a manos de Green Eye, un poderoso Akrid.
Así comienza la historia de Lost Planet, la excusa perfecta para hacernos deambular por todo tipo de niveles donde tendremos que hacer frente a los numerosos tipos de Akrid diferentes y, también, a otros humanos, organizaciones piratas enemigas de la que amablemente nos acoge para dar comienzo a nuestras operaciones. Lost Planet es uno de los juegos más esperados de Xbox 360, gracias en gran parte a la expectación levantada por su demo, uno de los mejores ejemplos de cómo la publicación de versiones de prueba en Internet puede influir seriamente en el éxito de un juego de consola. La versión fue además publicada durante el E3 del año 2006, lo que contribuyó enormemente, y luego hubo incluso una demo multijugador.
El resultado final no defraudará a los jugadores, que incluso disfrutarán con el primer nivel aunque hayan jugado numerosas veces a la demo, pues cuenta con cambios respecto al original. Lost Planet es un juego de acción en tercera persona que se aleja de la tónica habitual –convertirlos casi en juegos en primera persona-, para ofrecernos un juego de acción clásico, que toma elementos de estos últimos –el control, por ejemplo- y resulta un juego muy entretenido combinando un buen diseño de niveles, muchas posibilidades de juego y un muy vistoso apartado gráfico.
Lost Planet es principalmente un juego de disparos, usando el stick analógico izquierdo para movernos y el derecho para apuntar, como en un juego de acción en primera persona, pero integrado de una forma mucho más cómoda y adecuada para la tercera persona. La perspectiva de la cámara es ideal para enfrentarnos a decenas de alienígenas a la vez como si de la película Starship Troopers se tratase –algunos tienen un sorprendente parecido-, y para interactuar con el escenario –una parte importante-, lanzar granadas y controlar robots que nos harán las cosas más fáciles.
Pero la ambientación en un mundo helado también tiene sus consecuencias, y es que estar a casi 100 grados bajo cero no es fácil para ningún ser humano, y es ahí donde entra el juego el traje de supervivencia, que se alimenta de energía térmica, que tendremos que ir recuperando constantemente. La energía térmica lo es todo en Lost Planet. Será la que mantenga a nuestro personaje "caliente", capaz de recuperar energía cuando sea herido por los enemigos, y también para alimentar los robots que utilicemos o ciertas armas –la pistola de energía. Todos los enemigos soltarán energía térmica cuando los hayamos abatido y será especialmente importante recoger toda la que podamos. Si nos quedamos sin ella –algo que puede ocurrir en las batallas contra los jefes finales-, nuestra vida comenzará a disminuir lentamente y si no conseguimos mucha pronto, hablando en plata, estaremos perdidos.
En Lost Planet tendremos un gran arsenal de armas a nuestra disposición, aunque solamente podremos llevar dos al mismo tiempo. Tendremos desde la ametralladora básica hasta el lanzacohetes, pasando por otras armas como una escopeta o una pistola de energía, y además contaremos también con granadas, que podremos usar en cualquier momento pulsando el gatillo L y que realmente juegan un papel importante en la acción. Además, en numerosas partes del juego podremos estar a los mandos de un robot, habiendo además de diferentes tipos, desde uno simple con una sola ametralladora, hasta otros más grandes, completamente cubiertos, con un armamento más efectivo e incluso una sierra para los ataques cuerpo a cuerpo. Algunos, incluso, podrán transformarse, como el que pasa de moto a robot y de robot a moto. Para los robots, aunque tienen una vida corta –un trozo de nivel, o hasta que los hagan estallar-, también podremos coger armas que estén desperdigadas por el suelo.
Aunque se trata de un juego de disparos, las posibilidades de acción son amplias. Como todo buen juego japonés, los enemigos, más que inteligencia artificial, cuentan con unos patrones y unos puntos débiles que podremos identificar y aprovechar. Generalmente el punto débil del enemigo es rojizo, la zona donde almacenan la energía térmica. Aprendiéndonos sus patrones podremos saber cuándo cogerlos desprevenidos, algo que puede parecer fácil en un principio pero que se complica, haciéndose más entretenido, cuando son muchos los enemigos a los que nos enfrentamos al mismo tiempo. La posibilidad de lanzar granadas hace al juego mucho más divertido, pudiendo eliminar varios enemigos al mismo tiempo, o incluso conseguir efectos espectaculares, como lanzar una granada a uno de esos enemigos grandotes que ruedan por el suelo, que explote mientras lo hace, se modifique su trayectoria y se estrelle contra unos barriles explosivos, acompañado todo, naturalmente, de una gran explosión.
Esta acción, en muchas ocasiones frenética, que nos llevará a enfrentarnos en solitario a numerosos alienígenas e humanos al mismo tiempo, se complementa Con cierto toque de exploración y plataformas. Nuestro personaje puede saltar y usar un garfio para auparse a plataformas más elevadas. Esto lo aprovecha el juego tanto en el diseño de los escenarios, habiendo algunas partes plataformeras, como a la hora de esconder ítems secretos en zonas donde solo podremos acceder así, siempre y cuando nos hayamos dado cuenta de que ahí se esconde un "regalo".
El diseño de los escenarios contribuye mucho a hacer de Lost Planet tan buen juego. Aunque a primera vista pueda parecer que se abusa de la nieve y de las localizaciones heladas, hay una gran variedad de escenarios, desde nidos de los Akrid con sensacionales efectos gráficos hasta ciudades en ruinas, invadidas por la nieve pero que todavían conservan parte de su anterior grandeza –de hecho, hay ciertos elementos arquitectónicos muy llamativos, como un arco del triunfo. Otro elemento muy importante es el hecho de que muchos elementos sean destruibles, ya sea por nuestras balas, por explosiones o por el movimiento de grandes enemigos. Cobran una importancia notable a la hora de tomar coberturas, ya que tras un par de disparos o impactos es posible que esas estructuras que parecían tan seguras comiencen a desmoronarse.
Aparte de un fantástico modo para un solo jugador pero que tiene como gran contratiempo una duración no muy larga, Lost Planet cuenta con un modo multijugador muy divertido que soporta hasta 16 jugadores simultáneos, en ocho mapas (uno más en la edición para coleccionista). Entre los modos de juego hay clásicos como el deathmatch o el deathmatch por equipos, y otros dos más peculiares. Uno de ellos hace que tengamos que huir del resto de participantes, que intentarán matarnos, o bien ser nosotros quienes intentemos acabar con ellos. El otro es un combate por equipos en el que tendremos que capturar los "puntos de control" de los niveles, hasta conquistarlo.
A nivel gráfico Lost Planet quizás no pueda compararse a las altas cotas vistas en otros juegos de Xbox 360 –Gears of War ha puesto el listón demasiado alto-, pero sí cuenta con un muy notable apartado gráfico que muestra unos grandes escenarios, llenos de detalles, con un gran modelado de los personajes –tanto humanos como alienígenas-, unos fantásticos efectos visuales y un motor gráfico que mueve el juego con completa fluidez. Lo más destacado de todo son los efectos visuales, especialmente las explosiones. Las cinemáticas no son una obra maestra pero acompañan muy bien a los niveles como introducción, y los jefes finales cuentan con un magnífico diseño.
El sonido es quizás el apartado más flojo del juego, que está únicamente doblado al inglés –aunque subtitulado en castellano. La música es interactiva, cambiando según la situación, pero no resulta especialmente llamativa ni memorable. Por otra parte, los efectos de sonido son bastante buenos, con una notable variedad, siendo especialmente destacables los de los robots.
Lost Planet es un muy buen juego de acción para Xbox 360, muy completo y entretenido, que basándose en unas premisas sencillas logra crear una experiencia muy variada y adictiva. Aparte de masacrar bichos, nos veremos en situaciones tan dispares como combatir a bordo de un robot contra otros varios, o hacer frente a un gigantesco alien intentando esquivar sus acometidas para impactar en sus "puntos calientes". Gráficamente muy vistoso y con un modo multijugador muy divertido, el único punto negativo puede ser una duración algo corta. Capcom logra cumplir las expectativas y crea uno de los títulos con nombre propio del catálogo de Xbox 360.