Si hay algo que podemos afirmar sin ningún temor es que la nueva generación de videoconsolas está dividida en dos grandes bloques: clasicismo e innovación. El primero, como era de esperar, sigue la estela de las anteriores generaciones, apostando por los mismos ingredientes que hicieron grande en su día a las plataformas anteriores -gráficos, sonido, jugabilidad, etcétera-. Sin embargo, Nintendo propició un gran golpe de tuerca a la industria, anunciando no solo una consola con pantalla táctil que revolucionaría el mercado portátil, sino también una plataforma de sobremesa que dejaba a un lado las capacidades técnicas para introducir el concepto de sencillez, intuición e interacción de una forma más que interesante.
Tras un exitoso paso por el mercado con Nintendo DS, cuya tercera revisión acaba de visitar el mercado europeo, y con una fama y liderazgo indiscutible con su hermana de sobremesa, Nintendo ha cautivado una vez más el corazón de los jugadores, haciéndoles sentir que los videojuegos son algo más que gráficos bonitos o un sonido despampanante.
Quizá es por eso que a mediados del año pasado, High Voltage Studios presentó uno de los juegos que más ha dado que hablar en los últimos tiempos: The Conduit, un juego que ha tenido una repercusión mediática a gran escala, y no precisamente por mostrar una innovación patente en su estilo de juego, sino por encarar a la competencia con un cóctel de gráficos y jugabilidad que puede hacer mucho daño.
La nueva obra del estudio estadounidense tiene todos los ingredientes para convertirse en un referente del género en la consola japonesa, cuya adaptación a los juegos de acción en primera persona se demostró con el cierre de la trilogía Metroid y con un amado -u odiado, depende del jugador- Red Steel, de UbiSoft.
El virus que lo comienza todo
La historia del título comenzará con la inclusión de un misterioso virus llamado The Bug, que comenzará a expandirse por la ciudad de Washington, generando una gran tensión y malestar general entre los ciudadanos. Pocos imaginarían que este misterioso virus sería el preludio a una invasión alienígena que amenaza con acabar con la especie humana en un suspiro. Para evitar esto, John Adams, uno de los grandes responsables de la organización llamada Trust contrata a un ex agente secreto, Michael Ford, quien tratará de averiguar el foco de la invasión y descubrir qué hay detrás de todo el embrollo.
Como viene siendo habitual en este género, la historia siempre pasa a un segundo plano para ofrecernos una jugabilidad directa y frenética, aunque por suerte los desarrolladores ya han contado en más de una ocasión que la trama también será un punto fuerte en The Conduit, por lo que nos esperan misterios sin resolver, giros inesperados y sobre todo acción, mucha acción. De esta manera tendremos que guiar a nuestro protagonista hasta un sin fin de localizaciones, entre las que encontraremos distintos lugares de Estados Unidos fielmente representadas con ese filtro de destrucción que tan bien acompaña a los juegos de este estilo.
Afrontando la amenaza
Como no podía ser de otra manera, The Conduit utilizará tanto el wiimote como su compañero -casi- inseparable nunchuk para mover y a puntar con nuestro protagonista. De esta manera con el stick analógico de la consola moveremos al Sr. Ford mientras que el puntero servirá para dirigir la trayectoria de las balas. En esencia, el control es el mismo que ya vimos en otros exponentes del género, aunque por supuesto existen varias innovaciones al respecto para desmarcarse de la competencia y, una vez vistas, podemos decir que resultarán de lo más atractivas para el jugador.
Como detalle circunstancial hay que remarcar que pese a que en un primer momento se planteó la inclusión del nuevo periférico de Nintendo, el Wii Motion Plus, para mejorar gradualmente la experiencia de juego, al final se desechó la idea por estar en un estado avanzado del proyecto, decidiendo dejar la nueva experiencia para "otra versión", lo que abre la posibilidad a una nueva entrega de la serie si las ventas lo permiten.
Para terminar con esta mezcla de alienígenas e insectos -los enemigos están inspirados en varios bichos reales de lo más desagradables- tendremos que hacer uso de un gran abanico de armas que estarán a nuestra entera disposición. No faltarán las armas típicas que aparecen en todos los juegos del género, como pistolas, escopetas y demás, aunque las armas futuristas e innovadoras serán la clave del juego, pues muchas de ellas presentarán una manera muy poco ortodoxa de destripar la amenaza enemiga. Por ejemplo, tendremos un arma que nos permitirá controlar la trayectoria de la bala -una esfera- con el mando hasta que impacte contra el enemigo, así como cañones de plasma que harán temblar a todo aquel que se le ocurra ponerse por delante.
Sin embargo, no todo en The Conduit serán tiros y sangre por doquier, sino que también tendremos que superar una serie de puzles que servirán para dotar al juego de una mayor variedad, amén de darle un respiro a nuestro protagonista en su ardua tarea. De esta manera contamos con un artilugio de lo más interesante, el A.S.E. (All Seeing Eye, o "El ojo que todo lo ve"), cuya forma es similar a una esfera que nos servirá para descubrir pistas, objetos y personajes inalcanzables sin el objeto en cuestión.
Por otro lado, la interfaz del juego será completamente editable. Es decir, todos los medidores que aparecerán en pantalla estarán a nuestra entera disposición para colocarlos allá donde nos resulte más útil y nos estorbe menos, así como el grado de transparencia con respecto a la acción que transcurre en el televisor. Y no solo la interfaz será configurable, sino también la sensibilidad del puntero, la velocidad del movimiento, etc., todo con tal de ofrecer al jugador una experiencia de juego acorde con sus necesidades.
A la altura de los grandes
Una de las bazas más importantes que plantea este The Conduit es que su desarrollo ha sido concebido exclusivamente para la consola de Nintendo desde cero. Es decir, el motor gráfico ha sido ideado en función de las características técnicas de la consola, con un resultado superior a lo visto actualmente en el catálogo de la consola. Se acabó eso de reciclar motores gráficos de Playstation 2 o contentarse mejorando uno existente, The Conduit es una obra cien por cien original, con todo lo que ello conlleva y, desde luego, no podríamos estar más contentos con la decisión.
No hace falta más que ver un par de imágenes de la obra o un video para darse cuenta de que The Conduit apunta maneras desde el primer momento. Tanto el modelado de los personajes como el de los enemigos rozan a un nivel muy alto, así como los diferentes escenarios que compondrán esta inusual aventura. Y no solo eso, sino que Quantum3 -nombre por el que se conoce el motor gráfico- contará con una serie de características que compiten cara a cara con otros motores a priori más potentes. Las físicas presentan un realismo pocas veces visto en un juego de Wii, así como las partículas y diferentes efectos que mejoran considerablemente la experiencia de juego al acercarse poco a poco a una realidad que parecen olvidar muchos desarrolladores que llevan sus juegos a la consola de Nintendo.
Sin embargo, no los avances técnicos no se limitarán solo al apartado gráfico del título, sino también en la interacción con los personajes -más bien los enemigos-, cuya inteligencia artificial hará que tengamos que esforzarnos al máximo si no queremos que la última esperanza de la especie humana se desvanezca rápidamente. De esta manera los Drudge -nombre que reciben los extraterrestres- planificarán emboscadas, harán uso de las coberturas posibles e incluso se mofarán de nosotros en el caso de realizar un ataque de forma exitosa. No hay sitio para la compasión en The Conduit.
Pese a todo, The Conduit no solo basará su fórmula en unos gráficos poderosos y una jugabilidad ajustada al mando de la consola. El apartado sonoro también jugará un componente especial dentro de la obra de High Voltage Studios, y para demostrarlo ahí está Diego Stocco, quien ya firmó la banda sonora de Soul Calibur IV, Resident Evil: Extinction y de la adaptación cinematográfica de Transformers. Sin embargo, el compositor contará con la colaboración de Rick Nielsen que, para quienes lo desconozcan, es el fundador de la banda Cheap Trick, uno de los grupos más influyentes de la década de los setenta gracias a su potente hard rock.
El doblaje también estará a la altura, con celebridades -hablamos de la versión en inglés, por supuesto- tan conocidas como Mark A. Sheppard (quien pudimos ver en la serie Firefly o Battlestar Galactica), William Morgan Sheppard, quien ha participado en el doblaje de Afro Samurai y el inminente remake de Las Crónicas de Riddick, y Kevin Sorbo, el protagonista de la serie de televisión Hércules.
Plomo para todos
Para evitar caer en el olvido una vez que el modo historia haya sido completado, los desarrolladores han decidido incluir en el juego un -más que necesario a estas alturas- modo online, con el que competir contra jugadores de todo el mundo utilizando la Nintendo Wifi Connection y el sistema de juego en línea que presenta Wii.
En su vertiente multijugador, hasta un máximo de 12 jugadores podrán verse las caras simultáneamente en los distintos modos de juego. En un principio la cifra total iban a ser 16 jugadores, aunque se ha visto reducida para mejorar la experiencia de juego y evitar el molesto lag (retraso) y conseguir una mayor fluidez. Modos de juego habrá para todos los gustos, desde los más conocidos en la red como el "todos contra todos", capturar la bandera y batallas por equipos hasta nuevas propuestas jugables, como son el A.S.E. Football, donde el objetivo será permanecer con susodicho arma durante el mayor número de tiempo, o el modo caza recompensas, donde cada jugador tendrá una serie de objetivos individuales. Además, el título será compatible con uno de los últimos periféricos de la videoconsola: el Wii Speak, con el que podremos hablar con nuestros compañeros de equipo para proponer estrategias y ataques inesperados contra los contrincantes.
La invasión comenzará en breve
En definitiva, The Conduit se presenta como una de las grandes exclusivas de Nintendo, y, por consiguiente, uno de los juegos grandes de la generación. Solo hace falta ver el nivel al que han llegado los chicos de High Voltage Studios para darse cuenta de la particularidad del desarrollo, las ganas que le han puesto a la obra y la cantidad de elementos que sobrepasan, de lejos, lo visto actualmente en el catálogo de la videoconsola.
Sobre el papel todo pinta de maravilla, la jugabilidad parece tremendamente endiablada y adictiva, los gráficos superan todo lo visto en la actualidad -en la consola, lógicamente- y la historia tiene los suficientes ingredientes como para conquistar al jugador. Tendremos que esperar hasta el verano, pues el juego se ha retrasado a última hora para pulir diversos detalles, para comprobar si las buenas intenciones de la desarrolladora han dado ese fruto que todos los jugadores esperan. Esperemos que sí, pues la obra tiene pinta de convertirse en la obra de mayor calidad de la compañía.