Nota: La demo sobre la cual se han hecho estas impresiones estará disponible para descargar esta semana en PlayStation Store.
Mucho se ha hablado de la obra de Keiji Inafune en exclusiva para PlayStation Vita. Desde su anuncio, el juego ha despertado mucho interés por su bizarra estética y su particular sistema de decisiones, sin olvidarnos de la idea de poder sacrificar a nuestros compañeros de aventura.
A tan sólo unas semanas de su llegada a Occidente, probamos su modo en solitario para tomar contacto con todo lo que tiene que ofrecer uno de los títulos que más revuelo ha causado en la consola portátil de Sony.
Soul Sacrifice nos propone una aventura de acción con tintes roleros, con gran parte de su encanto enfocado en el modo multijugador, pero totalmente disfrutable en solitario. En ella tendremos que revivir batallas pasadas contra grotescos entes a través de un demoníaco libro que nos permite reescribir ciertas partes de esta historia, y quizás así, librarnos de la prisión en la que vivimos, y además, de la muerte segura que nos acecha.
Como señalamos unas líneas más atrás, el primer impacto le llega ya al jugador por el aspecto físico, ya que ofrece un conjunto muy personal, siniestro y sangriento, a la vez que enrevesado y onírico. A través del libro visitamos distintas localizaciones que nos permiten explorar otros lugares alejados tanto en el espacio como en el tiempo de nuestra hostil prisión, sin una relación explícita entre ellos más allá de la argumental. Los escenarios no están conectados físicamente, y será necesario recurrir al libro para progresar entre ellos, estando vinculados a los distintos episodios.
Ya habéis visto en multitud de pantallas y vídeos cómo luce visualmente este Soul Sacrifice, pero la verdad es que todo sorprende más cuando lo vemos finalmente en la pantalla de nuestra PlayStation Vita. Los escenarios como tal cuentan con un estilo fantástico en términos generales, aunque no son excesivamente grandes ni detallados. En los escenarios, además, se reparten objetos claves que restaurarán nuestra magia o nos darán determinados poderes. Además, hemos podido ver cómo algunos elementos de los niveles se rompen mientras luchamos con gigantescas criaturas, lo que les da un punto de espectacularidad a su favor.
Estas criaturas que mencionamos son sin duda el plato fuerte en el apartado visual, ya que son mucho más detalladas, cuentan con buenas animaciones, y sobre todo, un gran diseño. Los pocos seres que hemos visto hasta ahora son difíciles de olvidar, y los más grandes cuentan con distintos patrones de ataque que tendremos que analizar para poder abatirlos exitosamente. Cada criatura, además, cuenta con una historia propia que nos relata por qué se ha convertido en el grotesco ser que ahora es, y nos dará ese trasfondo clave para la principal mecánica del juego: sacrificar o dejar vivir.
Cada vez que matamos a un enemigo o a un personaje amigo tenemos que elegir qué hacer con su alma, si sacrificarla, o si permitirles volver a la vida que tuvieron antes de convertirse en seres corruptos. La razón detrás de un cuerpo demoníaco, que puede parecer sobre la mesa algo trivial, es realmente básico para que podamos tomar una decisión. Sinceramente, nos puede importar bien poco sacrificar un pollo gigante seboso que ha estado intentando matarnos, pero la cosa puede cambiar si leemos qué llevó a una bella joven a vender su alma y a convertirse en ese repugnante enemigo. ¿Perdonaremos sus pecados o la castigaremos por ellos?
Así, cada batalla tiene una razón, cada enemigo, cada escenario. Inafune, el creador del juego, ya nos pidió que intentásemos jugar con amigos para establecer ese vínculo emocional más fuerte y que las decisiones fueran más pensadas. Jugando en solitario, establecemos también una relación algo ambigua con nuestros compañeros de viaje, dejando en la mano de jugador encariñarse más o menos con nuestros compañeros de aventuras y, finalmente, tomar la difícil decisión.
La historia del protagonista, y los compañeros que conoce reviviendo las épicas del libro demoníaco, se relatan a través de éste, con ilustraciones que, acompañadas de texto, nos ponen en situación y nos cuentan los vínculos que establecen o rompen los personajes. Una vez más, será importante prestar atención al argumento para no tomarnos un sacrificio a la ligera, ya que éstos tendrán consecuencias. Estas consecuencias, dicho sea de paso, aún no hemos podido comprobarlas en profundidad, por lo que tendremos que esperar al análisis para conocer el alcance de las mismas.
Sacrificar o salvar sí tiene una consecuencia mucho más inmediata, que es aumentar nuestra magia y nuestro ataque o hacer lo propio con la vida y la defensa, respectivamente. Podremos decidir qué hacer con cada criatura derrotada, por lo que podemos intentar mantener un equilibrio entre ambas partes o potenciar una más que otra... si conseguimos sobreponer nuestra ansia de poder a nuestros sentimientos. Pero de eso es de lo que se trata el juego.
Por otra parte, y tan importante como las otras, encontramos un dinámico y muy personalizable sistema de combate, que nos permite elegir en tiempo real entre dos "paletas", es decir, tres tipos distintos de ataques o magias con las que enfrentarnos a los rivales. Sin duda, ofrece un toque estratégico que nos llevará a planear las batallas más complicadas, y a volver a repetir misiones para mejorar las características de los personajes. A priori, este sistema parece bastante profundo, y nos ha dejado con ganas de ver hasta dónde llegan sus posibilidades una vez progresemos más en el juego.
Soul Sacrifice parece tener todo lo necesario para convertirse en uno de esos imprescindibles de PlayStation Vita. Su estética muy personal, un interesante sistema de combates, y sobre todo, el sistema de decisiones, se perfilan como los componentes claves que diferenciarán la obra de Inafune de otros juegos de acción y rol similares. Quedan varias incógnitas en el aire, ya que no sabemos hasta dónde se aprovechará el potencial que desde luego tiene de esta propuesta, pero por el momento, y habiéndonos centrado únicamente en el modo para un jugador, nos ha parecido muy satisfactorio. Soul Sacrifice llega el 1 de mayo en exclusiva para PlayStation Vita.