PSVITA se ha visto relegada a un papel muy secundario en el E3, centrado en el anuncio de PlayStation 4 y en el retiro dorado de su predecesora, pero aun así ha tenido una serie de juegos en la feria que llegarán en los próximos meses a los ávidos poseedores de la portátil, y entre ellos la estrella es sin duda Killzone Mercenary. La adaptación de la saga a PSVITA, insinuada desde el mismo anuncio de la consola, luce espectacularmente bien, con un apartado gráfico que vuelve a decir mucho de la potencia de PSVITA y un control especialmente bueno. El segundo stick, como se esperaba, hace que la portátil pueda aprobar la asignatura pendiente de los shooters.
Los dos primeros juegos de este estilo lanzados para la consola no han cumplido las expectativas, con el mediocre Resistance y el desastroso Call of Duty Black Ops Declassified, pero este Killzone Mercenary es otra cosa. El modo multijugador que pudimos probar en el E3 resultaba tan divertido y controlable como el de cualquier juego de consola, y el apartado gráfico luce a la altura de esa promesa de que, bien exprimida, PSVITA puede ejercer de PS3 de bolsillo.
Se nota mucho que los desarrolladores de esta versión portátil son Guerrilla Games, los creadores de la propia saga Killzone, tanto por la buena adaptación del motor gráfico de Killzone 3 como con el mimo que se nota que han puesto en adaptar su juego a los bolsillos.
Participamos en una sesión multijugador contra otros anónimos visitantes del E3, en una escaramuza por equipos entre las fuerzas de la ISA y los Helghast, en un mapa ruinoso y lleno de recovecos por los que escurrirse. Antes de entrar en combate y cada vez que moríamos podíamos elegir en la pantalla táctil con qué configuración de armas salir a la palestra, desde esos modelos estándar de asalto hasta el papel de francotirador, pasando por una configuración sigilosa, con arma silenciada, que no servía demasiado cuando dejabas que un Helghast te viese a lo lejos.
Uno de los detalles que más nos gustó del juego es cómo se compensa la detección de enemigos en la pequeña pantalla. Estamos acostumbrados a jugar a shooters en televisiones de mayor tamaño y definición, en las que es fácil detectar un pequeño movimiento que deje en evidencia la presencia de un enemigo, pero obviamente una pantalla portátil es más pequeña y la resolución de 960x540 puede quedarse corta. Por eso los enemigos tienen un ligero brillo (rojo en los ojos Helghast o azul en el traje ISA, dependiendo del bando) que hace mucho más fácil reconocer a un enemigo a lo lejos. Uno de esos detalles sutiles sin los cuales el juego no funcionaría tan bien como lo hace.
El control funcionaba también de maravilla, usando los dos sticks para mover a nuestro personaje, los botones superiores de la consola para apuntar y disparar, y los botones frontales para diferentes acciones como saltar, agacharse, recargar o realizar un ligero sprint de duración limitada que funcionaba muy bien para escapar del fuego enemigo en campo abierto. La experiencia de juego parece muy lograda, especialmente bien adaptada a la pantalla portátil, cuyas capacidades táctiles se usan para los ataques con sigilo y las ejecuciones. También hay numerosos ítems que usar, la mayoría de ellos usando la interfaz táctil.
Killzone Mercenary contará con tres modos multijugador (Mercenary Warfare, Guerrilla Warfare y Warzone) y un modo historia, todos ellos vinculados entre sí por la misma cuenta de dinero. Todas las acciones que hagamos en el juego, en cualquiera de sus modos o vertientes, nos harán ganar dinero, desde matar a alguien en el multijugador hasta conseguir un objetivo opcional en el modo historia, y esa "cuenta corriente" de mercenario estará integrada en todas las facetas del juego, pudiendo usar ese dinero para comprar mejoras para los modos multijugador, elementos estéticos y otros desbloqueables. La interfaz cambia un poco en el modo campaña, haciendo que esas marcas luminosas que nos permiten ver a lo lejos desaparezcan, pero a cambio identificando a los enemigos con el radar y haciendo que aparezcan marcados con un círculo.
Aun a riesgo de repetirnos, tenemos que decir que Killzone Mercenary nos ha impactado por sus excelentes gráficos, dejando en evidencia el trabajo hecho en muchos juegos de PlayStation Vita, especialmente los que han usado la primera persona. El título se mueve con gran fluidez, mostrando unos escenarios llenos de detalles y algunos efectos muy vistosos, como el humo y el fuego. Marca un hito en el aspecto técnico de la consola como ya lo hizo Killzone 2 en PS3, y deja el listón muy alto para los que intenten hacer despliegues de medios en PSVITA. Eso no significa que solo reluzca visualmente. El control es muy bueno y la sensación a la hora de jugarlo muy divertida. La partida multijugador, toda una prueba de fuego, nos dejó muy satisfechos, pese a la dificultad de jugarlo de pie y entre una multitud.
Killzone Mercenary llegará este mes de septiembre intentando convertirse en uno de esos títulos por los que merezca la pena adquirir la consola portátil de Sony. Pese a que se ha hecho mucho hincapié en su vertiente multijugador, intentando que Killzone se convierta en el juego que haga vibrar PlayStation Network en PSVITA, también contará con un completo modo campaña de varias horas de duración y aparentemente diseñado para aprovechar las capacidades de la portátil. El hecho de estar ganando dinero constantemente por todo lo que hacemos en cada modo y luego poder gastarlo en ítems y mejoras también es una gran idea. Esta vez, PSVITA afrontará las Navidades con un shooter de gran calibre.